Usted está aquí: martes 1 de abril de 2008 Sociedad y Justicia Inicia asamblea del Episcopado con misa por aniversario de Ratzinger como papa

■ Miente quien promete un mundo mejor de manera constante, afirma Aguiar Retes

Inicia asamblea del Episcopado con misa por aniversario de Ratzinger como papa

■ Obispos presentarán plan de trabajo para los festejos por el bicentenario de la Independencia

(José Antonio Román)

Con una misa por el tercer aniversario del pontificado de Benedicto XVI comenzó ayer la 85 asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en la cual el presidente del organismo, Carlos Aguiar Retes, manifestó que las estructuras sociales no garantizan por sí solas el recto estado de las cosas ni el bienestar moral de la sociedad, sino que es necesaria la conversión.

Ante casi un centenar de mitrados que se dieron cita en la Basílica de Guadalupe y pocos feligreses en las bancas del templo, el también obispo de la diócesis de Texcoco aseveró que quien promete un mundo mejor de manera permanente hace una falsa promesa, pues la libertad del hombre para hacer el bien tiene que ser conquistada una y otra vez.

En un mensaje estrictamente religioso, que a veces resultó complicado para los “feligreses comunes”, el presidente de la CEM señaló que “la libertad presupone que en las decisiones fundamentales cada hombre y cada generación tenga un nuevo inicio”. Y es que, dijo, “cada generación tiene que hacer aportaciones propias para establecer ordenamientos convincentes para hacer el bien y que den garantías para el futuro”.

Aguiar Retes expresó que, aunque todavía es breve, el pontificado de Benedicto XVI ya es “muy fecundo”, e invitó a orar por él y a reconocer la riqueza de su legado, destacando su segunda encíclica, En esperanza fuimos salvados, en la cual la Iglesia es llamada a transmitir la esperanza que da Jesús al vencer el mal.

Al término de la celebración religiosa prácticamente todos los obispos se trasladaron a la nunciatura apostólica, donde Christophe Pierre ofreció una recepción con motivo del tercer aniversario del cardenal Joseph Ratzinger como papa, que se festejará el próximo 19 de abril.

El resto de la semana los obispos estarán en su sede episcopal de Lago de Guadalupe, en el municipio mexiquense de Cuautitlán, con el objetivo de profundizar y asumir la nueva evangelización ante los desafíos e interpretaciones que impone la realidad nacional.

Como es costumbre desde hace varios años, los obispos recibirán la visita de funcionarios gubernamentales. Este martes se reunirán con el titular de la Secretaría de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y el miércoles con el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto. Ambas visitas se anuncian de manera oficial como de “cortesía”.

Entre los trabajos semanales destaca la presentación de un proyecto de trabajo y colaboración de los obispos con el gobierno federal, para participar en los festejos por el bicentenario de la Independencia de México y el centenario de la Revolución Mexicana. La comisión de enlace que para ese propósito han formado los obispos está encabezada por los arzobispos de Morelia, Alberto Suárez Inda, y de León, José Guadalupe Martín Rábago.

 
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