■ El instituto electoral esperará a que concluyan los procedimientos
A pesar del fallo de los ministros, la eliminación no será inmediata
El presidente de la Comisión de Organización del Instituto Federal Electoral (IFE), Arturo Sánchez, sostuvo que a pesar del fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de declarar improcedente el amparo presentado por quienes demandaron acceder a las boletas electorales de 2006, la destrucción de las mismas no se hará inmediatamente.
Precisó que el organismo aguardará hasta que en los juzgados ante los cuales se desahoguen recursos relacionados con ese material adopten el criterio del máximo tribunal y desechen esas peticiones.
Entrevistado, Sánchez explicó que esas acciones deberán seguir su cauce legal, y sólo cuando esos procedimientos terminen “nosotros ya tendremos la posibilidad de operar”.
En este contexto, dijo que la dirección jurídica les informará sobre cuáles son los procesos iniciados, para que “todo termine con sentido común y se nos dé certeza jurídica de que haremos lo correspondiente”.
De acuerdo con la ley, el IFE está obligado a destruir las boletas una vez concluido el proceso electoral, situación que no ha ocurrido en virtud de que varios ciudadanos y medios de comunicación –entre ellos la revista Proceso, cuyo recurso fue resuelto por la Corte– solicitaron poder conocer esos documentos, argumentando el derecho de acceso a la información.
En su momento, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmó la negativa de la Comisión de Transparencia del IFE de dar acceso a la información a los ciudadanos que lo habían solicitado.
Sin embargo, aún se mantienen algunos recursos por la vía del amparo, cuyos promotores argumentan la violación a sus garantías, tema sobre el cual los ministros se pronunciaron este martes.
Sánchez dijo que de los criterios emitidos por la Corte “podemos esperar que no procederán los otros recursos. Una vez que concluyan los procesos legales, el Consejo General del IFE aprobará los lineamientos generales para que cada una de las 300 juntas distritales proceda a la destrucción de las boletas, que aún se mantienen bajo vigilancia militar”.