Además de Brasil, sólo participaron tres expositores de Sudamérica
Termina la feria Arco de Madrid con escasa presencia mexicana
Madrid. Al concluir la versión 27 de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco), que se desarrolló del 13 al 18 de febrero, a manera de balance se puede señalar –entre otros aspectos– la escasa participación de galerías de México y América Latina.
Lo anterior contrasta con la aseveración de Lourdes Fernández, directora de Arco, quien reiteró su interés por la presencia iberoamericana.
Aparte de que Brasil fue el país invitado de honor y que participó con 34 galerías, en la lista oficial publicada antes de la apertura de la feria sólo figuraban los expositores Ruth Benzacar, de Argentina; Lucía de la Puente, de Perú, y Sur, de Uruguay.
En una relación posterior apareció el nombre de la galería Hilario Galguera, en representación de México. Sin embargo, aunque el galerista hizo una solicitud, no fue seleccionado para tener módulo propio.
La presencia de Galguera fue para apoyar a Sebastián Romo, quien es artista de esa galería.
En el contexto de la feria Arco se adquirieron, entre otras obras de artistas mexicanos, cuatro fotografías de la serie Recados póstumos (2006), de Teresa Margolles (Culiacán, 1963), a cargo de la galería Peter Kilchmann, de Suiza; también de la Institución Ferial de Madrid (Ifema), para la Fundación Arco.
Asimismo, por conducto de la galería Salvador Díaz, de Madrid, Ifema compró cinco piezas de la instalación Ajuste de cuentas, de Margolles, que consta de “vidrios extraídos de ajustes de cuentas del crimen organizado, registrados en los meses recientes en el estado de Sinaloa”.
En la actualidad, la artista exhibe Ajuste de cuentas en esa galería madrileña, con el título 12.
Por otra parte, para incrementar el acervo de arte contemporáneo de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, su Consejería de Cultura adquirió una videoinstalación de Yoshua Okon (DF, 1970), entre obra de un total de 16 artistas representativos de un abanico de disciplinas, tanto consolidados como jóvenes promesas.
Aparte del “bloque” de artistas mexicanos –Laureana Toledo, Jan Hendrix, Benjamín Torres y Jonathan Hernández– presentes en el módulo de La Caja Negra Ediciones, y la obra de Sebastián Romo en un solo project (proyecto individual), el módulo de la galería Ramis Barquet presentó obra de Fernanda Brunet, Víctor Rodríguez, Mauricio Alejo y Betsabeé Romero, así como la escultura Salvador de Auschwitz XII (1951), de Mathias Goeritz, artista alemán que vivió en México a partir de 1949 hasta su muerte en 1990.
Otras adquisiciones institucionales fueron efectuadas por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía/Ministerio de Cultura, el cual invirtió un millón 164 mil euros (aproximadamente un millón 700 mil dólares), así como de las fundaciones Coca-Cola España, Caja Sol, Unicaja, Pedro Barrié de la Maza, Mapfre y Picasso.
Entre los adquirientes de obra en Arco también figuran el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, el gobierno de Cantabria, el Centro Gallego de Arte Contemporánea (sic), Grupo Bergé y Hoteles Silken.