Usted está aquí: lunes 18 de febrero de 2008 Capital Disminuye vigilancia policiaca en el sitio del bombazo

La zona está delimitada por una banda de plástico y custodiada por dos patrullas

Disminuye vigilancia policiaca en el sitio del bombazo

Mirna Servín y Laura Gómez

A tres días de la explosión, y bajo una moderada vigilancia policiaca, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) mantiene acordonada la acera sur de la avenida Chapultepec, entre la calle de Monterrey y la Glorieta de Insurgentes.

Una banda de plástico delimita la zona donde la tarde del pasado viernes estalló un artefacto, causando la muerte de una persona y lesiones a dos más. Atrás de esta valla están todavía los vehículos que resultaron dañados por la onda expansiva, y cuyos vidrios laterales y medallón están destrozados.

Dos patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública local están asignadas a la vigilancia del lugar, la cual es reforzada con algunos elementos a pie, quienes espaciadamente hacen recorridos por el lugar, para evitar que los curiosos puedan ir más allá del cordón preventivo.

En la zona ya no se llevan a cabo diligencias ministeriales, ya no es la intensa movilización policiaca y de peritos de la Procuraduría de Justicia capitalina que se vio desde la tarde del viernes y hasta el sábado, cuando se recogieron pruebas para determinar el material con el que se fabricó el explosivo y la zona de impacto, de acuerdo con las afectaciones del lugar.

Alrededor es posible observar que las ventanas de los edificios colindantes, donde algunos vidrios estallaron por la onda expansiva, ya fueron reparadas.

Por la tarde, sólo algunos transeúntes disminuyen su paso ante las bandas de plástico que delimitan la zona, debido a la presencia policial.

Metros adelante de ese punto, se observan las tres carpas instaladas por el DIF-DF, donde fueron alojados los cerca de 180 otomíes que habitaban el predio ubicado en avenida Chapultepec 342, y a quienes personal de Protección Civil les ofrece alimentos calientes, agua potable, servicios sanitarios, catres y cobertores.

La presencia de elementos de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal “les impone” y prefieren no hablar “porque no sabemos nada de por qué sucedió, sólo que ya no estamos tranquilos, y menos por los policías”, señala un hombre de manera cortante, quien pide no hacerle más preguntas porque “no voy a contestar nada”, mientras corre a meterse a una de las tres carpas.

 
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