Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 3 de febrero de 2008 Num: 674

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Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

La poesía y la intermitencia de lo sagrado
ÁNGEL DARÍO CARRERO Entrevista con ÁLVARO MUTIS

Noticia del destierro: una carta de Tina Modotti
ANTONIO CAJERO

Presencia de Clarice Lispector
HAROLD ALVARADO TENORIO

La vitalidad de
Tennessee Williams

ALEJANDRO MICHELENA

Georges Schehadé:
luz de infancia

RODOLFO ALONSO

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Columnas:
Jornada de Poesía
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Directorio
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LA HISTORIA SEGÚN UN NIÑO

ANNA PI I MURUGÓ

  


El niño con el pijama de rayas,
John Boyne,
Ediciones Salamandra,
Barcelona, 2007.

El niño con el pijama a rayas se ha convertido en uno de los fenómenos editoriales del año y ya ha sido traducida a más de veinte idiomas. El libro rompe las fronteras entre la literatura para adultos y la juvenil, tal como han hecho ya diversas películas dirigidas a un público juvenil e infantil que el público adulto solicita y percibe de manera distinta. El niño del pijama de rayas, asimismo, reitera esta nueva ola publicitaria y política en la cual los niños son los encargados de hacer ver y entender a los mayores cuáles son sus deberes y los comportamientos correctos a seguir.

Bruno, el protagonista de la novela, un niño de nueve años nos muestra un período histórico y vital, y se muda con su familia de su casa en Berlín a otra situada en el lugar perdido en otro país que el protagonista denomina de manera errónea. En el nuevo hogar los vecinos son inexistentes, únicamente se avizora una cerca y detrás de ella muchos hombres vestidos todos iguales con pijamas de rayas.

Las portadas del libro, en la mayoría de las ediciones, al igual que las contraportadas, son iguales, y con una pretensión: no desentrañar el argumento. Así se menciona: “Estimado lector, estimada lectora: Aunque el uso habitual de un texto como éste es describir las características de la obra, por una vez nos tomaremos la libertad de hacer una excepción a la norma establecida […] porque estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura. Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué se trata.” Siguiendo estas indicaciones, no vamos a develar el argumento de la novela de John Boyne (Dublín, Irlanda, 1971).

P osiblemente todos los datos anteriores ya nos han puesto sobre la pista del tema abordado, que podemos catalogar como literatura para adultos desde la perspectiva infantil, literatura juvenil, ficción histórica o fábula para todos los públicos. Cabe señalar al respecto que ciertos datos históricos pecan de carencias, y la relación y encuentros entre Bruno y Shmuel, el otro protagonista de la historia, no resultan muy creíbles, así como tampoco la relación de ellos con sus familiares.

Novelar la historia es difícil, y más la historia reciente cuyos supervivientes requieren que no se olvide. Por este motivo, argumenta Boyne, es vital que los escritores como él continúen explorando la historia desde nuevos ángulos.

Esta narración se desenvuelve con un ritmo que atrapa al lector y la trama se debate entre la realidad sórdida y la mirada ingenua de un niño para llegar a un final ya predecible. El éxito de este libro se debe en gran parte al tratamiento publicitario que se le ha dado, pero sigue siendo eficaz para iniciar su lectura y conocer el universo adulto de un cierto momento histórico a través de los ojos de un niño, es decir, desde la inocencia, que todo adulto supuestamente posee.


EL LATIDO DEL ENGRANAJE

JORGE MOCH


Autómata,
Adolfo García Ortega,
Bruguera,
México, 2006.

Adolfo García Ortega es un escritor prodigioso. Con la sutil crudeza de El comprador de aniversarios (Ollero Ramos, 2003/ Planeta, 2005), novela finalista del Premio Salambó y ganadora del Premio Dulce Chacón de Narrativa Española, dejó claro (lo hizo antes con Mampaso, Los episodios capitales de Osvaldo Mendoza, Un fin de siglo ) que es un escritor de ésos que cultivan cualquier género: tiene ensayos notables –claro, sobre la subversión del pensamiento hecho letra– como Habitaciones irreales (Trama Editorial, 1999) y poemarios inquietantes como Oscuras razones (Trieste, 1988). La predisposición estética le viene como guante en el oficio de editor (lleva el timón editorial en Seix Barral y estuvo en la dirección de El País/Aguilar). Ha sido traductor lo mismo de Pierre Klossowski, Roland Barthes o André Breton que del también surrealista Philippe Soupault, de Gilles Aillaud (pintor y escenógrafo habitual de Klaus Michaël Grüber) y del poeta catalán Miquel Martí i Pol. Es notable su traducción de Alain Finkielkraut: En el nombre del otro: reflexiones sobre el antisemitismo que viene (2005). Pero es con su propia génesis narrativa con la que sin duda García Ortega ha recogido de manera más contundente atención y reconocimiento de la crítica y los lectores. Allí, aunque prácticamente todas sus novelas son excelentes, cabe destacar la ya mencionada El comprador..., su predecesora Café Hugo (Ollero Ramos, 1999/ Bruguera 2007) y esta que es ya su sexta criatura narrativa: Autómata, bajo el sello Bruguera, aparecida en librerías en 2006.

Autómata deslumbra con el rigor histórico de sus entrecruzamientos narrativos y la demostración de que en cualquiera de los grandes episodios de la historia occidental –la conquista y colonización brutal de Indias, por ejemplo, como hito fundacional del desencuentro, la incomprensión y las muchas caras de la segregación que no es más que colectiva ceguera– la crueldad más terrible puede llegar a suscitarse como una torcida manifestación del amor. De la necesidad del amor. Aunque ese amor sea deífico y paternal en el alquimista que inventa un autómata, o el de la viuda enloquecida que cinco siglos después lo convierte en su fetiche. Un cyborg de la antigüedad en cuyos helados engranajes confluyen las historias y las voces narrativas –dos, en un magnífico juego de espejos– de todos aquellos a los que aquella extraña pieza de relojería antropomorfa mezcla, sin quererlo, en la sal de los siglos.

Libro inquietante por la manera en que desvela la fragilidad humana, en el que Adolfo García Ortega es el artífice transparente de una maquinaria en cuyo cogollo late el silencio del autómata, golem que nunca recibe el soplo de la vida, ni pronuncia palabra y, sin embargo, siempre percibe el lector un pálpito oscuro, una latencia, la presencia inminente que quién sabe, en cualquier instante puede salir del capullo de lata como si fuera un monstruo larvario. El monstruo que todos los humanos podemos albergar dentro de nosotros mismos.


EL RÍMEL IRREGULAR

ENRIQUE HÉCTOR GONZÁLEZ


Entre cosmopolitismo y “conciencia del mundo”.
Hacia una crítica del pensamiento atópico,

Oliver Kozlarek (coordinador),
Siglo XXI,
México, 2007.

El rímel irregular que maquilla al mundo (una esfera algo más de agua que de tierra que, por cierto, es como un ojo en el universo), la decidida diferencia entre las sociedades actuales, diversificada y agudizada, malgré tout, por la globalización política y económica, es la línea negra que demarca los límites conceptuales de los ocho ensayos que constituyen Entre cosmopolitismo y “conciencia del mundo”. Hacia una crítica del pensamiento atópico, libro escrito por un puñado de profesores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y académicos de otros domicilios. La mayoría de las investigaciones que lo integran ponen el ojo en el ojo lleno de máculas y cataratas del mundo presente, donde parece entronizarse en las estrategias de gobierno una perspectiva temporalista que cree en el “progreso histórico” y, sin haber tomado providencias, supone que, gracias a las bondades de la intercomunicación global y de políticas atópicas relativistas, un yuppie avecindado en Boston y un jornalero triqui pueden llegar a ser hermanos de sangre cibernética.

Una idea integral del mundo, sin embargo, no puede ignorar las diferencias de trazo y el atraso que respecto de unas zonas del globo padecen otras. Así, los autores se inclinan (en una toma de posición –si bien matizada– definitiva y, en virtud de ello, polémica) por la segunda voz de la dicotomía que da título al volumen: la “conciencia del mundo” del semi olvidado Alexander von Humboldt, antes que el “cosmopolitismo” razonpurista de Kant. De cualquier manera, una cierta cernudiana confusión entre la realidad y el deseo preside no sólo las tesis de quienes ven en la globalización una ventajosa e inevitable avenida que conduce al mall de las supersticiones al alcance de la mano, sino también algunas de las reflexiones de los críticos de tal determinismo, cuyo “nacionalismo metodológico” interculturalista es la mejor forma de una vuelta a la edad de piedra que no es difícil rebatir.

Entre cosmopolitismo y “conciencia del mundo” no es un volumen de geopolítica, ni de sociología avant la lettre , ni de filosofía humanista, sino un todo diverso que hace del concurso de ideas procedentes de académicos de variadas disciplinas la razón de su mérito, así como el motivo de que despierte algunas sospechas en relación con su unidad de propósito, si bien el compilador se encarga, en el breve prólogo, de tender puentes y cohesionar puntos de vista. De todas formas, y como en cualquier reunión que se respete, no se trata de estar de acuerdo sino de saber guiñar el ojo, ese ojo del principio, ese ojo del mundo que nos mira desde la atractiva portada del libro con idéntica intensidad, pues todos podemos pensar el futuro, podemos contradecirnos cordialmente y, sobre todo, podemos reunirnos para refutar a aquel que diga, como Kant: I Can't .



Matices de un paisaje,
Ana Aridjis,
Secretaría de Educación en el
Estado de Michoacán-Instituto Michoacano de Cultura,
México, 2004.

Poemario que forma parte de la colección “hecho a mano” y que tiene la particularidad de imprimirse por serigrafía y ser encuadernados a mano, por lo cual el tiraje es necesariamente breve –de sólo trescientos ejemplares. Viene, además, dentro de una vistosa cubierta plegada y suajada. Los poemas hablan, entre otros temas, de tópicos michoacanos, verbigracia el paisaje michoacano mismo, el volcán Paricutín, la mariposa monarca y así por el estilo.



La encrucijada de los rinocerontes.
Entre la razón y la pasión,

Bernardo Marcellin,
Ediciones Coyoacán,
México, 2007.

El autor, informático de profesión y miembro de la sociedad Mahler de México, y que antes publicó Viaje al fondo del fuego/Dos visiones del satanismo (2001), hace aquí un repaso ensayístico en torno a la obra de varios autores imprescindibles, verbigracia Gautier, Huidobro, Lautréamont, Du Gard, Ionesco, Gogol y otros.



Heidegger,
Evodio Escalante,
Universidad Autónoma Metropolitana,
México, 2007.

A ochenta años de la publicación de Ser y tiempo, se han multiplicado las revisiones y las reflexiones en torno a la obra cumbre del filósofo Martin Heidegger. Entre otros sucesos, este suplemento albergó un ensayo del propio Escalante acerca del tema, lo cual dio pie a una interesante polémica. Este volumen contiene el minucioso trabajo de uno de los críticos literarios y ensayistas contemporáneos mexicanos más serios, quien es miembro del sistema Nacional de Investigadores desde 1985.



La vía digital,
Héctor Perea,
Conaculta,
col. Periodismo cultural,
México, 2007.

Periodista, narrador y ensayista de amplia trayectoria, el autor ha colaborado en prácticamente todos los diarios de circulación nacional –los extintos Novedades y El Nacional, así como Reforma, unomásuno, La Jornada.. .-- y actualmente es coordinador del Centro de Estudios Literarios de la UNAM. El presente volumen recopila los artículos que Perea ha dedicado “al estudio de algunas de las principales páginas web sobre artes, humanidades y otros temas de actualidad”.