“La sentencia es una burla”, afirma viuda de una de las víctimas

Condenan jueces a penas de dos a 12 años a responsables de incendio en Asunción

El siniestro ocurrido en agosto de 2004 en un supermercado dejó 327 muertos y 400 heridos

Es la peor tragedia que registra Paraguay; es insuficiente el castigo, dice la fiscalía, que apelará

Dpa y Reuters

Asunción, 2 de febrero. Un tribunal de Paraguay condenó hoy a penas de entre dos y 12 años de prisión a los principales responsables del incendio del supermercado Ycuá Bolaños de Asunción el primero de agosto de 2004, que dejó 327 muertos y más de 400 heridos, si bien familiares de las víctimas reclaman 400 muertes.

El tribunal, integrado por los jueces Germán Torres, Bibiana Benítez y Blas Cabriza, consideró que en el proceso se probaron los delitos de homicidio doloso, homicidio doloso en grado de tentativa acabada y exposición de personas a lugares de trabajo peligroso.

El principal accionista del supermercado Ycuá Bolaños, Juan Pío Paiva, fue condenado a 12 años de prisión; su hijo Víctor Daniel a 10 años; el guardia de seguridad Daniel Areco a cinco años y un accionista que ocupaba el cargo de vicepresidente de la empresa, Humberto Casaccia, a dos años y medio de cárcel.

Fueron absueltos en este proceso los accionistas María Victoria Cáceres de Paiva, Antolina Burgos de Casaccia y Agustín Alfonso. La fiscalía pedía 25 años de prisión para todos los procesados.

Con la sentencia, que será apelada por la fiscalía y los abogados querellantes, concluyó el juicio en primera instancia de los responsables de la mayor tragedia del país.

En un clima tenso, la lectura de la sentencia fue acompañada en un parque cercano por unas mil personas, entre víctimas, familiares, amigos y personas solidarias.

“Es una burla que a los responsables de 400 muertes les den esa pena mínima. Está visto que en este país, el que tiene dinero puede matar y quedar impune”, dijo Bersabé Meza, una mujer que perdió a su esposo.

El tribunal determinó que el guardia de seguridad “cerró” las puertas en una de las salidas, lo que dificultó la evacuación, pero puso mayor énfasis en el hecho de que el local no cumplía con las condiciones de seguridad adecuadas.

Los peritos concluyeron que el incendio en el supermercado se inició en la parrilla de un restaurante situado dentro del edificio, debido a la acumulación de grasa en una chimenea mal construida y sin el mantenimiento apropiado.

El local carecía de un sistema efectivo de prevención y detección de incendios, así como de salidas de emergencia, además de que el tribunal consideró que existió omisión por parte de la administración del supermercado en el cumplimiento de las normas municipales vigentes.

Además de causar la muerte a 327 personas, el incendio en el supermercado, considerado la mayor tragedia en tiempos de paz en el país, dejó ocho desaparecidos, unos 400 heridos y más de un centenar de niños huérfanos.

Las asociaciones de víctimas del incendio cerraron parte de una avenida cerca de la sede judicial, donde instalaron 400 sillas blancas vacías para recordar a los fallecidos e instalaron altoparlantes para seguir la lectura del fallo.

Las autoridades judiciales limitaron el número de asistentes a la sala por temor a que se repitieran los hechos ocurridos en diciembre del año pasado, durante la fase final de un juicio anterior que luego quedó anulado por los incidentes.

En esa oportunidad los afectados arrojaron sillas y otros objetos contra los jueces y protagonizaron violentas manifestaciones en la capital, disconformes con el fallo.

Juan Pío Paiva, su hijo Víctor y Daniel Areco, quienes se declararon inocentes y pidieron ser absueltos, estuvieron recluidos desde el día del incendio hasta mediados de 2007, cuando los magistrados ordenaron su excarcelación.