Usted está aquí: viernes 25 de enero de 2008 Sociedad y Justicia ONG: el mercado laboral debería regular migración entre México y EU

Zozobra entre empresarios estadunidenses por sanciones anunciadas

ONG: el mercado laboral debería regular migración entre México y EU

José Antonio Román

Ampliar la imagen La Policía Federal Preventiva detuvo a 131 indocumentados centroamericanos cuando viajaban en dos autobuses de turismo, sin razón social, en la carretera federal México-Cuautla. La Policía Federal Preventiva detuvo a 131 indocumentados centroamericanos cuando viajaban en dos autobuses de turismo, sin razón social, en la carretera federal México-Cuautla. Foto: Saúl López/Cuartoscuro

El flujo migratorio entre México y Estados Unidos debe ser regulado por el mercado laboral, propusieron organizaciones pro indocumentados vinculados con la iniciativa privada estadunidense. Además, criticaron severamente la política en el rubro del gobierno del presidente George Bush, que ha tenido en la criminalización su principal característica.

En la conferencia internacional Cruzando el muro; soluciones de mercado para el conflicto migratorio, la especialista Hellen E. Krieble dijo que la dureza de esta política mantiene en zozobra y temor no sólo a la población indocumentada, sino también al sector empresarial, ante las sanciones anunciadas para quienes contraten a migrantes sin documentos.

Propuso que una solución práctica al problema es la expedición de “permisos de trabajo”, que permita a la economía estadunidense allegarse de la mano de obra suficiente y regulada. Sería, explicó, un “programa electrónico”, donde se tomen las huellas dactilares y las fotos de los trabajadores, quienes recibirían una “tarjeta inteligente” que les permita salir y entrar de Estados Unidos.

La especialista estadunidense, de la Fundación Vernon K. Krieble, señaló que esta política de mayor apertura ayudaría a tener un control más efectivo de la frontera e incrementar los niveles de seguridad en esa zona, pues el flujo migratorio se regularía, de tal forma que la Patrulla Fronteriza y los demás cuerpos policiacos estadunidenses estarían más concentrados en el combate contra la delincuencia organizada.

De igual forma, se reduciría simultáneamente el número de solicitudes de residencia y naturalización en esa nación, pues muchos de los migrantes no desean ser ciudadanos estadunidenses, sino que se ven obligados a presentar dicha solicitud para ser trabajadores legales y no ser deportados por las autoridades de Estados Unidos.

Hellen Krieble insistió en que dicho programa podría ser aplicado por la iniciativa privada estadunidense, debido a que este sector es el que conoce las necesidades de empleo, y no el gobierno federal.

Por su parte, Thomas Cieslik, de la Fundación Friedrich Naumann, dijo que los países de América Latina deben tener una sola voz en el tema migratorio, con la exigencia de que sean respetados los derechos humanos de sus migrantes y que no sean tratados como criminales.

No obstante, dijo que tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, estas naciones “deben entender” las preocupaciones de seguridad de Estados Unidos.

En el acto, realizado en el antiguo convento de Corpus Christi, frente al Hemiciclo a Juárez, el especialista destacó que todos los países, sin excepción, deben respetar los derechos humanos de los migrantes, quienes la mayoría de las veces se ven obligados a dejar su lugar de origen por cuestiones económicas.

 
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