Usted está aquí: domingo 9 de diciembre de 2007 Opinión ¿La Fiesta en Paz?

¿La Fiesta en Paz?

Leonardo Páez
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Regalarse música “templada”

Ampliar la imagen "¡Ya se hizo!", expresó un grupo de aficionados a la fiesta brava, cuando, pasadas las 11:30 horas, las autoridades de la delegación Benito Juárez retiraron los sellos de clausura, para dar cumplimiento a una orden judicial, luego de la sanción a que se hizo acreedora por la violación al artículo 47 de la Ley de Celebración de Espectáculos Públicos. Al momento de quitar el último engomado oficial que impedía las actividades de la monumental, las taquillas empezaron la venta de boletos para la corrida de este domingo. Autoridades de la jurisdicción informaron que la suspensión provisional les fue concedida por la afectación a terceros, debido a la preventa que se realizó del boletaje. Ello no exime a Promotores Artístico y Taurinos de la  sanción impuesta “¡Ya se hizo!”, expresó un grupo de aficionados a la fiesta brava, cuando, pasadas las 11:30 horas, las autoridades de la delegación Benito Juárez retiraron los sellos de clausura, para dar cumplimiento a una orden judicial, luego de la sanción a que se hizo acreedora por la violación al artículo 47 de la Ley de Celebración de Espectáculos Públicos. Al momento de quitar el último engomado oficial que impedía las actividades de la monumental, las taquillas empezaron la venta de boletos para la corrida de este domingo. Autoridades de la jurisdicción informaron que la suspensión provisional les fue concedida por la afectación a terceros, debido a la preventa que se realizó del boletaje. Ello no exime a Promotores Artístico y Taurinos de la sanción impuesta Foto: Víctor Camacho

Hay un protagonista permanente en la Plaza México que suele pegarles un repaso a la mayoría de los toreros: la banda de música de dicho coso, que tarde a tarde capta la atención del público y se lleva carretadas de aplausos por sus singulares interpretaciones de un amplio repertorio de pasodobles, género identificado como música taurina por antonomasia. A diferencia de tantos toreros, se trata de profesionales que sienten y hacen sentir.

Dirigida por el mestro Reynaldo Vásquez Martínez, la Banda de Música de la Plaza México, integrada por 34 elementos que antes del festejo y entre toro y toro hacen vibrar flautas, clarinetes, saxofones, trompetas, cornos, trombones, tubas, percusiones y timbales, acaba de sacar un CD titulado Fiesta Taurina.

Se trata de 15 maravillosos temas, producto de la vocación y conocimientos de todos y cada uno de los integrantes, lo que se ha traducido en versiones caracterizadas por un ritmo verdaderamente especial, en el extremo opuesto de la marcha a la que el grueso de las bandas reduce este género.

Vásquez Martínez, influido por un claro concepto del temple en tauromaquia, que es la capacidad de modificar el tiempo o la velocidad de la embestida natural de un toro, la Banda de Música de la Plaza México logra imprimir en este disco tempos lentos, de notas largas, de compases deliberadamente ralentizados, con un fraseo que desemboca en un efecto emocional que refleja grandeza, dignidad y paz a la vez, sometiendo las versiones originales de los compositores al “temple” cadencioso de su batuta.

Estaríamos hablando entonces de un concepto no sólo amexicanado sino asilveriado de la interpretación del pasodoble, en el que incluso composiciones de origen español experimentan una delicada transformación mediante ritmos y compases largos, que imprimen sutileza y lentitud a lo que se supone ha de ser rígido, vertiginoso y enérgico. Lograda identidad musical taurina de México, pues.

La espléndida versión, por ejemplo, de La Virgen de la Macarena, que aparece en este CD, seduce no sólo por el ritmo que se le impuso, sino sobre todo porque, enmarcado en éste, el joven maestro Bernardo Medel logra imprimir a su maravillosa trompeta un tono lúdico y antisolemne, recreándose –y recreando el oído de quien escucha– en cada nota.

O Siempre verano, refinado pasodoble de Martín Clavijo, en el que la trompeta del maestro Edmundo Romero es un despliegue de destreza e imaginación musical, de ese desusado arte de gustarse y gustar. O escuchar en serio –no simplemente oír mientras nos ocupamos– Espartero, de Amador Pérez, donde de nueva cuenta la banda y la trompeta de Bernardo Medel consiguen crear una obra excepcional.

Cañero, inspirada pieza del –para no variar– insuficientemente valorado compositor Raymundo Núñez, quien fuera director de la banda de El Toreo y hermano del legendario Genaro, se engalana con la trompeta milagrosa del maestro Hildeberto Arias, y el pasodoble Iberia no suena igual sin la trompeta del maestro Constantino Blas. Otros 10 temas completan el disco. Regale y regálese este invaluable CD a un increíble precio. Claro, hay que ir a la plaza o a sus alrededores.

 
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