Otro legislador exige diálogo para resolver diferendos
Reaparece diputado retenido por opositores a basurero en Zimapán
Pachuca, Hgo., 4 de diciembre. El diputado local priísta, Carlos Trejo Carpio, que el lunes fue retenido más de 12 horas en el municipio de Zimapán, por ciudadanos inconformes con la instalación de una planta de confinamiento de residuos peligrosos en la demarcación, apareció este martes en la sesión ordinaria del Congreso de Hidalgo, aunque se rehusó a hablar sobre el conflicto por el basurero.
Sobre la tensión en Zimapán, que ha causado enfrentamientos y movilizaciones, el legislador estatal tricolor y coordinador de la junta legislativa, José Antonio Rojo García de Alba, condenó en tribuna el uso de la fuerza como método para resolver diferencias. Propuso que “la vía del diálogo” propicie acuerdos concretos. Exigió determinar, mediante un dictamen “técnico” y político, si es viable instalar la planta de confinamiento de residuos peligrosos en la comunidad Botiña.
Por su parte, integrantes del movimiento Todos Somos Zimapán advirtieron que el lunes próximo marcharán de su municipio a la ciudad de Pachuca, para exigir que la planta no se instale.
No hubo pronunciamiento alguno del gobierno estatal, que la noche del domingo determinó, luego de un enfrentamiento entre opositores y simpatizantes del basurero, la detención de 45 personas, entre ellas mujeres, cuatro menores y el diputado local del PRD, Germán Rufino, liberados la tarde del lunes, y enviados a su municipio en un autobús de pasajeros.
En la sede de la legislatura estatal, el clima era de tensión y el diputado Trejo Carpio, ex alcalde de Zimapán, no dio entrevistas. El legislador fue agredido el lunes por la mañana, cuando abría el comercio familiar que tiene en el mercado municipal, hasta donde llegó una turba que lo atacó, al considerar que ni en su calidad de ex presidente municipal ni como diputado, ha fijado una postura con respecto a la planta de confinamiento.
Carlos Trejo, luego de ser golpeado por los opositores al proyecto, fue llevado a la sacristía de la iglesia local, donde permaneció hasta que el legislador del PRD Juan Ortiz Simón lo sacó del templo por la puerta trasera, y lo llevaron en automóvil hasta Pachuca.