Usted está aquí: martes 4 de diciembre de 2007 Opinión Educación superior y presupuesto

Javier Flores

Educación superior y presupuesto

Dentro del enorme atraso que presenta México en materia educativa surge un dato alentador. El proyecto de presupuesto para 2008, elaborado por el Poder Ejecutivo, fue modificado de manera importante por la Cámara de Diputados en varios aspectos, pero de manera especial en el campo de la educación pública. Esto confirma uno de los cambios más relevantes que ha experimentado nuestro país en los pasados años: la independencia entre poderes (aunque todavía nos falta vivir la expresión de autonomía del Poder Judicial, que se ha visto sumamente dañada con la resolución de la Suprema Corte de Justicia en el caso de las agresiones sufridas por Lydia Cacho por parte del gobernador de Puebla y sus secuaces).

El proyecto de presupuesto expresa la visión que tiene el gobierno sobre el desarrollo de todos los campos de la actividad de la nación. Se asignan mayores recursos a las áreas de su mayor interés (por ejemplo seguridad) y se mantienen estancados o de plano se reducen aquellos que no se consideran importantes. Los gobiernos panistas han demostrado, desde el sexenio pasado y lo que va del actual, un abandono –o un desprecio– de la educación pública, lo que muestra que en su concepción esta tarea no es importante para el desarrollo de México.

Asistimos así a una especie de juego en el que el Ejecutivo muestra sus cartas (o su verdadero rostro) y los diputados lo corrigen. En 2007 el presupuesto significó una reducción importante para la educación superior, la ciencia y la tecnología. Todavía es difícil olvidar que hubo incluso un representante del PAN que se alegró por la disminución de los recursos a la UNAM. Los diputados hicieron lo posible por reducir el efecto negativo de esa iniciativa, que, sin embargo, dañó a gran número de universidades y centros de investigación científica y tecnológica. Para 2008, se ha agudizado la atención de la Cámara de Diputados en este tema. Significa que el Ejecutivo ve el país de una manera y los legisladores de otra.

Para el próximo año, el primer cambio importante es la ampliación de los recursos para educación en casi 17 mil millones de pesos respecto del proyecto presentado por Calderón de los cuales 6 mil 481 millones serán destinados a la educación superior pública. Para dar algunos ejemplos, esto representa asignaciones adicionales a la UNAM por 250 millones de pesos; 100 millones más para el IPN y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y 75 millones a la UAM. Los incrementos respecto del proyecto del Ejecutivo incluyen también instituciones de investigación, como el Cinvestav, que recibirá 175 millones adicionales, o el Colmex que contará con 30 millones más.

Pero las modificaciones hechas por los legisladores no sólo se dirigen a las instituciones situadas en la ciudad de México. Los institutos tecnológicos federales y descentralizados recibirán 300 millones adicionales; la Universidad de Guadalajara, 271 millones; la Autónoma de Nuevo León, 253; la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 199; la Autónoma de Sinaloa, 176, y la Universidad Veracruzana, 159, por citar sólo algunas. También se incrementan los fondos SEP-Conacyt para el apoyo a la ciencia básica en 125 millones. Son algunos ejemplos; la lista completa puede encontrarse en Internet en la página de la Cámara de Diputados.

Llama la atención que en la nuevas asignaciones no priva una visión centralista. Para el caso de las instituciones de educación superior en las diferentes entidades federativas se hizo una corrección adicional, con la que se mantiene el Fondo de Apoyo para el Saneamiento Financiero de las Universidades Públicas de Educación Superior, que se dirige a aquellas que se encuentran por debajo de la media nacional en subsidio por alumno. Esto representa recursos adicionales para algunas sometidas a fuertes presiones presupuestarias; por ejemplo, para la Universidad Autónoma de Guerrero hay una asignación de 176 millones extras; para la Autónoma Benito Juárez de Oaxaca 148 millones, y para la Autónoma de Sinaloa 206 millones más.

Las modificaciones al presupuesto 2008 fueron aprobadas por la inmensa mayoría de los diputados. Sólo hubo seis votos en contra, todos del Partido Acción Nacional. Así es como se expresan, al terminar el primer año de gobierno de Felipe Calderón, dos visiones contrapuestas sobre el futuro del país.

 
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