Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 2 de diciembre de 2007 Num: 665

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Berlín, Berlín
ESTHER ANDRADI

Seis poetas seis

El Museo Judío de Berlín

La República Libre de Schwarzenberg
HANS-WERNER THIELE

Berlín es un cuento
ESTHER ANDRADI

En Prenzlauer Berg
ANNETT GRÖSCHNER

Hauptbahnhof, Estación Central
GRUPO ATAXIA

Indígenas y extranjeros en Berlín
HEIKE GULATZ

Rostros de invitados
EMINE SEVGI ÖZDAMAR

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Columnas:
Lunas de Octubre
MARCIA TORRES-SACÍA

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

El Mono de Alambre
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Cabezalcubo
JORGE MOCH

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
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Alonso Arreola
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Kronos Quartet, ajonjolí de todos los bemoles

El próximo jueves 13 de diciembre se presentará el Kronos Quartet en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México. Al día siguiente, el viernes 14, lo hará en el Teatro Diana de Guadalajara. Por ello, y aunque muchos lo sepan de sobra, vale la pena recordar hoy –a manera de incitación, claro está– las razones por las que este conjunto cambió la historia de los grupos de cámara desde su aparición en 1973.

Digamos para empezar que su nacimiento no tuvo que ver necesariamente con la vanguardia estadunidense que surgía de los turbulentos años sesenta. Con un origen escolástico tradicional, Kronos supo despertar a otros mundos sonoros respetando su fineza técnica, anticipándose a una globalización que lo invitaría a apostar en arduas búsquedas y complicidades con los más destacados compositores de su cambiante entorno, sin distingo de género o geografía, al tiempo que experimentaba con distintas leyendas del pasado musical.

Tal actitud –la de separarse del histórico deber de su naturaleza primera, ésa de la que conjuntos como el Arditti nunca se separarían– le valió al cuarteto abrir brecha en una difícil selva intermedia mal vista por los puristas de esmoquin y poco visitada por quienes gustan de la mezclilla. La ventaja que tuvo, empero, fue la de estar bien dirigido por ese virtuoso mastuerzo del violín, David Harrington, a quien el tiempo dio la razón convirtiéndolo en el líder del grupo de cámara más exitoso y conocido del planeta, lo que terminó por acostumbrarlo al paredón del fusilamiento crítico junto a sus compañeros John Sherba (violín), Hank Dutt (viola) y Jeffrey Zeigler (chelo).

Ahora bien, sin pecar de complacientes –pues no toda su obra grabada es de igual valía… ¿cuál sí lo es?–, podemos subrayar con gusto los atrevimientos que Kronos ha tenido al relacionarse con cineastas, grupos de rock o artistas de la electrónica para expresar las múltiples posibilidades de su dotación. Así, a los brillantes nombres de Steve Reich, Penderecki, Nancarrow y John Adams, ahora podemos sumar el repertorio no sólo de Philip Glass, Terry Riley, John Zorn o Kimmo Pohjonen, sino –y aunque usted no lo crea– de bandas de rock como la islandesa Sigur Rós, el desaparecido Jimi Hendrix y hasta la mexicana Café Tacuba (“La muerte chiquita” en Kronos Caravan , Nonesuch, 2000).


David Harrington

Es así como, brincando en tiempo, espacio y contenido, el Kronos Quartet puede hacer música para películas como Requiem for a Dream o The Fountain, lo mismo que rendir tributo al compositor indio de filmes Bollywood Rahul Dev “R.D.” Burman, que renovar la obra de Thelonious Monk o Bill Evans, que trabajar por encargo de autores jóvenes impulsados en su misma institución, algo que merece un comentario aparte.

Para David Harrington y compañía, The Kronos Quartet/ Kronos Performing Arts Association no es sólo un grupo musical sino una asociación cultural sin fines de lucro, auspiciada con fondos diversos –de donativos públicos a inversiones institucionales– cuya misión fundamental es “encontrar nuevos valores de la composición contemporánea para cuarteto de cuerdas”. Ejemplo de ello es el proyecto Under 30 (Debajo de los 30), iniciado en el 2003 –al cumplir el grupo su treinta aniversario– como un concurso para autores menores de esa edad, entre los cuales elegir ganadores cuyo trabajo sea presentado por el cuarteto.

Asimismo, sumándose a una atareada labor magisterial en San Francisco, su área de residencia (clases, ensayos abiertos, presentaciones gratuitas para escuelas o universidades), y siguiendo con los proyectos especiales, el conjunto no se limita al mundo sonoro. Interesado en otras expresiones del arte actual, tiene tres proyectos más en colaboración, todos relacionados con el mundo multimedia y la electrónica. Uno es Visual Music, con espectaculares proyecciones en torno a la obra de Reich, Nancarrow, Zorn y otros creadores más, en participación con los artistas Alexander V. Nichols, Larry Neff y Mark Grey; distinto propósito tiene Sun Rings , comisionado por la nasa e inspirado en el mundo estelar con música de Terry Riley; y finalmente está Uniko , con la colaboración de la dupla finlandesa Kluster del innovador acordeonista Kimmo Pohjonen y del artista electrónico Samuli Kosminen.

Así las cosas, siempre será recomendable escuchar el pulso del Kronos Quartet, y más si los boletos se mantienen en parámetros aceptables (de $90 a $500 en el DF; de $200 a $550 en Guadalajara), incluso ignorando el repertorio a ejecutar (por más llamadas que hicimos no pudimos enterarnos de cuál será el enfoque de su presentación). Vayamos entonces a verlos y que pase lo que tenga que pasar. Seguramente saldremos satisfechos, listos para andar y sonreír un poco más.