Usted está aquí: domingo 18 de noviembre de 2007 Sociedad y Justicia Caravana al Edén, de ayuda para Tabasco, une a mexicanos en EU

Iniciativa impulsada por los topos donde participan indocumentados y empresarios

Caravana al Edén, de ayuda para Tabasco, une a mexicanos en EU

“Queremos demostrar que podemos organizarnos sin líderes ni gobiernos”: rescatista

Bodegas comerciales, convertidas en centros de acopio; camiones recolectan alimentos

David Brooks (Corresponsal)

Ampliar la imagen Menor damnificado por el desbordamiento del río Teapa Menor damnificado por el desbordamiento del río Teapa Foto: Alfredo Domínguez

Washington, 17 de noviembre. Desde el noreste de Estados Unidos se prepara la Caravana al Edén, que llevará asistencia de la comunidad mexicana que vive en esta zona a Tabasco, como muestra de solidaridad entre el México de aquí y el de allá.

Esta es una de diversas iniciativas que se desarrollan entre la aún fragmentada comunidad mexicana que vive en esta ciudad y sus alrededores, cuya respuesta a la emergencia en Tabasco, sin embargo, nace de una solidaridad que rompe fronteras y que podría unir más a los pueblos de ambos lados de la frontera, pero también a los de este lugar, mediante la suma de esfuerzos.

La caravana, en gran medida impulsada por el equipo de rescate los topos –que nacieron con el sismo de 1985–, grupos comunitarios, iglesias, empresarios y comerciantes y la comunidad mexicana del noreste acopia alimentos, ropa y otras necesidades básicas en por lo menos cinco centros, con el objetivo de llenar varios camiones fletados y entregar la asistencia, de manera directa, a las comunidades afectadas en Tabasco.

“Esto será para demostrar el orgullo de la raza de bronce desde el noreste estadunidense, es una demostración de fraternidad y solidaridad; es una caravana de orgullo para ayudar a nuestros hermanos de Tabasco”, comenta Héctor Chino Méndez, líder de los topos, en entrevista con La Jornada.

Los topos, cuyo nombre oficial es Brigada Internacional de Rescate Tlatelolco Azteca, acompañarán a la caravana que partirá desde Nueva Jersey y Nueva York en los próximos días, en una ruta que incluye también Filadelfia, Washington, Charlotte, Atlanta, Baton Rouge, Lake Charles, Houston, San Antonio y Laredo, antes de llegar Tabasco, y que podría durar ocho días. En lugares como Baton Rouge, Luisiana, “conocemos a gente, ya que ahí participamos en los rescates por Katrina”, comenta El Chino.

Un grupo de empresarios y comerciantes mexicanos de esta zona colabora con esta iniciativa –entre otras tantas– mediante un esfuerzo denominado Súmate por Tabasco. Abrieron centros de acopio y/o ayudan a clasificar, almacenar y transportar productos de primera necesidad. Erasmo Ponce, por ejemplo, dueño de la empresa Tortillería Chinantla, abrió sus dos plantas en Brooklyn para recibir aportaciones.

Ray Carrera, empresario de Passaic, Nueva Jersey, e integrante de la Cámara de Comercio de Mexicanos Unidos, dijo que “lo más lindo de esto es ver a empresarios trabajando junto a trabajadores y gente de la comunidad, doblando ropa y colocando productos en cajas”.

También, el almacén de la enorme distribuidora de productos mexicanos Gromex en Passaic es sede de uno de los grandes centros de acopio, donde hoy se realiza un gran día de recolección de aportaciones comunitarias. Algunas otras empresas, como Puebla Foods y Oaxaca Products están prestando algunos de sus camiones para recolectar la asistencia.

Transporte aéreo gratuito

Por su parte, Aeroméxico ha ofrecido enviar parte de esta asistencia diariamente en sus vuelos de Nueva York a México, mientras que los empresarios están entregando decenas de cajas de ayuda prioritaria, al tiempo que continúan recolectando aportaciones para la caravana.

Algunas organizaciones comunitarias –entre ellas el Centro Comunitario Mexicano, cuyo líder, Juan Cáceres, es tabasqueño, y Casa México– también están realizando esfuerzos para recolectar ayuda, aunque no toda para la caravana. Participan también activistas sindicales como Manuel Guerrero, quien es consejero del Instituto de Mexicanos en el Exterior, entre muchos otros.

Destaca la aportación de quienes tienen poco o nada, cuya generosidad y solidaridad se manifiesta en donaciones de arroz o latas de comida y un poco de trabajo para acomodar y empacar, así como de promover que otros den lo que puedan.

Parte de todo esto, comenta el líder El Chino, es para “honrar a nuestra gente aquí. Que sientan orgullo al ver el paso del convoy” y cómo los mexicanos sí pueden organizar estas cosas. Agrega que espera que la caravana no sólo llegue llena de provisiones, sino también “de amor”.

“Éstos que están de este lado, que llegaron sin nada, y se ponen una chinga, sí son la única gente respetable –los que envían dinero al país y lo sostienen–, esos son los respetables”, agrega El Chino sobre los migrantes.

Gerardo Suchil, también integrante de los topos que vive aquí, agrega que esto es “para demostrarle a la gente, y a nosotros mismos, que tenemos la capacidad de organizarnos”, sin necesidad de autoridades del gobierno ni líderes, ya que los de aquí “son los que sostienen a México” .

Este esfuerzo es “histórico”, dijo, ya que el solo acto de que “un indocumentado coopere con lo que pueda, aunque sea con una botella de agua para alguien en Tabasco, ya establece otra dinámica”, tanto de este como del otro lado. (Subieron un video sobre este esfuerzo en http://mx.youtube.com/watch?v=03zRZdCXSgk&feature=user).

Los topos llegaron a Nueva York para una revisión pulmonar, en un programa para los rescatistas participantes en los atentados del 9-11. Por casualidad estaban aquí cuando ocurrió el desastre de Tabasco y, de inmediato, empezaron a buscar cómo organizar una respuesta de la comunidad mexicana local. Se encontraron frente a las divisiones y pugnas que han fragmentado a esta comunidad, pero, como dicen, “no somos de aquí, estamos de pasadita”, y por no tener ningún interés, empezaron a dialogar con todos.

Por ello es posible que de todo este esfuerzo resulte una mayor unidad o, por lo menos, más comunicación entre la propia comunidad mexicana (conformada por poblanos, oaxaqueños, michoacanos y guerrerenses, entre otros) para responder a las necesidades de los tabasqueños.

Por el momento, las donaciones continúan acumulándose en varias partes, tanto en la ciudad de Nueva York como en poblados en Nueva Jersey, expresiones que borran fronteras y que comprueban que hay unos “que ya son de aquí y otros que se quedaron allá” no es cierto, sino que hay un pueblo mucho más grande que sus fronteras.

Aquí, todos los que participan en estos esfuerzos repiten que “hoy, todos somos tabasqueños”.

 
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