Usted está aquí: lunes 12 de noviembre de 2007 Sociedad y Justicia Urbanista demanda reforma para el crecimiento ordenado de Tabasco

Recomienda construir “vivienda vertical” en zonas altas e inhibir la “horizontal”

Urbanista demanda reforma para el crecimiento ordenado de Tabasco

Propone simulacros como los que se hacen en sitios donde los sismos son frecuentes

Si no se realizan los cambios continuarán ocurriendo las inundaciones, advierte

René Alberto López y Alonso Urrutia (Corresponsal y enviado)

Ampliar la imagen Locales demolidos en el principal mercado de Villahermosa, debido a los graves daños que sufrieron por la inundación Locales demolidos en el principal mercado de Villahermosa, debido a los graves daños que sufrieron por la inundación Foto: Alfredo Domínguez

Villahermosa, Tab., 11 de noviembre. El reto inmediato para el gobierno de Tabasco es impulsar una reforma urbana para el crecimiento ordenado de Villahermosa y sus colonias, así como algunos municipios, porque de lo contrario seguirán ocurriendo inundaciones, advirtió Jorge Eduardo Jesús Herrera, urbanista egresado de la Universidad de París.

En ese contexto, es necesario tocar las estructuras jurídicas y administrativas, lo cual “pasa por el fortalecimiento municipal, además de incorporar plenamente la cuestión ambiental y diseñar normas para que los nuevos desarrollos de viviendas sean verticales, e inhibir el crecimiento horizontal”, afirmó.

Sostuvo que todo lo concerniente a la reforma urbana se puede hacer en los cinco años que le restan a este gobierno, porque la reconstrucción de Tabasco llevará más tiempo.

Falta “cultura del agua”

Aseveró que en esta entidad no existe la “cultura del agua”, como se cree, pues hace falta un plan de contingencia apropiado, sobre todo para salvar los bienes y la vida de los pobladores. Añadió que es necesario empezar a realizar simulacros, igual que se hace en las ciudades donde son frecuentes los temblores.

“Aquí no tenemos simulacros de nada. Posiblemente los funcionarios sepan un poco qué hacer, pero la población está completamente en la ignorancia. Son de las cosas que deben cambiar en las colonias Las Gaviotas y Bosques de Saloya, que siempre se van a inundar cuando haya nivel crítico.”

Insistió en que en la entidad no existe “cultura del agua”, pues “que la gente se meta a los pantanos a quemar pastizales y sacar hicotea y los venda en la carretera no es cultura del agua.

“Los tabasqueños somos personas que vivimos rodeados de agua, pero no tenemos cultura del agua, no se ha desarrollado. Si tuviéramos cultura del agua, nuestros asentamientos serían distintos, las lluvias no nos tomarían siempre desprevenidos.

“Las obras que se hacen para proteger nuestras ciudades serían hechas de manera distinta, y ya deberíamos tener construcciones que garanticen mayor seguridad.”

–¿Cuál sería la cultura del agua? –se le preguntó.

–Conocer el comportamiento del agua. Por ejemplo, el pueblo holandés tiene cultura del agua. Ése es el ejemplo máximo, digamos, de un territorio planeado, y creo que los tabasqueños debemos inspirarnos ahí, debemos irnos a lo más alto en planeación hidráulica, que es Holanda, sin darnos miedo de aceptarlo.

“No comencemos a inventar el hilo negro y veamos qué tienen allá en el manejo de las aguas para cuestiones productivas y de seguridad de los bienes y las personas cuando hay catástrofes. Está perfectamente planificado ese país y la gente sabe qué es lo que le va a pasar, dependiendo del nivel de agua que se venga de las montañas.”

En Holanda hay zonas, explicó, “donde existen normas al extremo de que se construyen casas flotantes, y la población sabe que con una alarma determinada debe salir e ir a los lugares que tienen diseñados para las emergencias. En Tabasco no tenemos absolutamente nada de eso”.

En entrevista con La Jornada, el especialista opinó, respecto a las inundaciones que hoy enfrentan muchas zonas de esta entidad, que “hubo falta de prevención; nos faltó cultura de la prevención, porque el gobernador desde el principio nos dijo que saliéramos y pusiéramos a resguardo nuestros bienes, pero nosotros no quisimos irnos por temor al robo; pues eso quiere decir que tampoco estamos preparados para enfrentar una contingencia”.

Reiteró que en Tabasco, a raíz de la tragedia que dejó más de un millón de damnificados, se debe “propiciar la vivienda vertical, irnos para arriba, aumentar la densidad y crear mecanismos para que el constructor haga esas viviendas y se inhiba el crecimiento horizontal, que siempre lo va a haber, pero tenemos que inhibirlo, quitando incentivos; eso implicaría una reforma urbana, porque no solamente es un elemento, sino un sistema que hay que construir, pensar y diseñar”.

Es necesario, abundó, que “el impuesto predial no sólo sea factor recaudatorio, sino regulatorio del suelo; por ejemplo, el suelo que es alto y puede recibir los asentamientos humanos como debe ser y que está ocioso debería pagar un predial alto, para que el dueño se vea obligado a asociarse o hacer algo”.

También se requiere un mecanismo de financiamiento, “que la autoridad diga: ‘tienes el suelo, pero no tienes el recurso; yo tengo el mecanismo para que te asocies o lo vendas bien, pero a la sociedad no le conviene que tengas ese suelo ocioso’”.

Jesús Herrera, quien fue uno de los redactores de la Ley de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial en el gobierno de Enrique González Pedrero, mencionó que a los mandatarios de Tabasco les ha faltado visión urbanística.

Mencionó que el ex gobernador Leandro Rovirosa Wade fue el principal impulsor de la construcción de fraccionamientos en zonas bajas. Puso de ejemplo Bosques de Saloya y Tabasco 2000, además de que en su sexenio se urbanizó la colonia Las Gaviotas.

 
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