Usted está aquí: lunes 12 de noviembre de 2007 Capital Ciudad Perdida

Ciudad Perdida

Miguel Ángel Velázquez
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Activismo político de la delegada Cuevas

Habría dado la bendición a nuevo partido

Estarían comprometidos recursos públicos

Algo está pasando en la delegación Miguel Hidalgo. Parece que por aquella zona se está organizando algo así como un partido local, de ultraderecha, que tiene, según nos dicen, la bendición y el apoyo de la delegada Gabriela Cuevas.

Quienes sueltan el aviso aseguran que se trata de un proyecto de la misma delegada panista –hasta ahora–, que coordinada con grupos sinarquistas de la demarcación, ha iniciado la construcción de un grupo de extrema derecha que por el momento pilotea el coordinador de Participación Ciudadana y Gestión Social de Miguel Hidalgo, José Luis Legaspi Balderas.

En el propio Partido Acción Nacional poco se sabe de la iniciativa política de la funcionaria, aunque entre sonrisas no descartan que la Cuevas tuviera esos alcances. “Es una muchacha inquieta”, explican algunos que ni afirman ni niegan la especie.

No obstante, para la Coordinadora Ciudadana en Miguel Hidalgo, que reúne a varias organizaciones sociales, y que dirige Alaín Granados, el grupo que pretende convertirse en partido, o algo así, tiene ya más de seis meses de trabajo en la demarcación, y utiliza recursos públicos para sostenerse.

Aunque por el momento no se quiere dar el nombre de los personajes públicos que estarían involucrados con los afanes de la delegada, se habla de gente encumbrada en los negocios que están de acuerdo con crear un organismo que represente a aquellos a los que el PAN les ha quedado chico.

Pero no nada más los azules, se dice que también están en el intento algunos miembros del grupo cercano a la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, quien no ve con malos ojos una expresión radical de la derecha en el ámbito político de la ciudad.

La denuncia de la Coordinadora Ciudadana es clara y directa, pero no hay datos concretos que den por cierta la versión, y entre los azules, como ya dijimos, nadie afirma, pero tampoco nadie niega, aunque hay quienes hablan de que la relaciones entre la dirigencia azul y la señora Cuevas no son del todo buenas.

De cualquier forma, nadie da visos de seriedad a la intentona de la delegada, pero para los vecinos del lugar el asunto es más que serio, porque según ellos se han desviado recursos que deberían servir para mejorar la demarcación y no para crear una organización.

Dada esa circunstancia, los mismos vecinos se han conformado en un grupo de vigilancia que estará pendiente del accionar del partido en ciernes, para hacer las denuncias necesarias. Según aseguran, no están en contra de que se organice una nueva expresión política, aunque la miran como peligrosa para le desarrollo de Miguel Hidalgo, pero no van a permitir que los fondos públicos sirvan de plataforma a otro partido político.

Seguramente en los próximos días se habrá de saber más tanto de la delegada, respecto de este tema, como del grupo que ha denunciado lo que hasta ahora pretende ser un partido político, y que por el momento no está permitido en la ciudad, así que el esfuerzo tendrá que ser doble, tener los requisitos que la ley exige para construir un partido, y cambiarla, para que sea legal. Total, un poquitito más allá de los azules sólo queda la dictadura, así que aguas.

De pasadita

No hace mucho, al final de la edición de nuestro diario, nos encontramos en un taxi que con el rumbo Condesa- Roma nos pondría al pie de nuestras casas. Hacía tiempo que no conversábamos y echamos memoria para reírnos de nosotros y del tiempo. Fue hace poco o hace mucho, ahora el tiempo ya no importa, pero Miguel y yo sabemos que tarde o temprano, por ahí nos encontraremos. Adiós, por ahora.

 
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