Abre exposición con obras de tres artistas noveles
Retoma galerista proyecto para apoyar al “talento emergente”
María Maldonado fundó un espacio, donde se dieron a conocer Irma Palacios y Gabriel Orozco, entre otros
Entre 1982 y 2004, la Galería Kin cobijó el surgimiento de un grupo de jóvenes artistas que a la postre serían importantes figuras del arte contemporáneo de México.
Tres años después, fiel a esa vocación de apoyo al “talento emergente”, ese espacio vuelve a abrir sus puertas y lo hace con una exposición que muestra obra de nuevos valores.
A la cabeza de la galería de nueva cuenta está María Maldonado, poseedora de un ojo privilegiado para detectar talentos y fundadora del espacio donde realizaron su primera exposición artistas como Irma Palacios, Raymundo Sesma, Phill Kelly, José Villalobos y Gabriel Orozco, entre otros.
Los jóvenes talentos que a partir de este jueves muestran por primera vez su trabajo al público son Patricia Malanco Leyva (Distrito Federal, 4 octubre de 1983); Alejandra España Natera (Distrito Federal, 27 septiembre de 1982), y Enrique Lomnitz Climent (14 febrero de 1983).
Cada uno dispone de una sala para su obra. La muestra de Malanco Leyva se llama Punto de referencia, descrita en la página web de la galería como “irrupción de luz y color a partir de su único referente, un faro. La fragmentación de la imagen y el acucioso recurso del detalle, dan forma a la propuesta de Patricia Malanco, quien en ésta su primera exposición busca la complicidad de un público capaz de hallar su discurso y visión ante la vida (…)
“Cada lienzo es metáfora de las incidencias y caminos en la vida, cada detalle es distinto de igual forma los rumbos que esta toma. Así el óleo y la tela para hallar un punto de luz en su camino.”
Por defender la naturaleza
Urbe-Natura se llama la exposición de Alejandra España: “El gran formato de austero color será el medio de la artista para enviar un mensaje claro y conciso en torno a su mayúscula preocupación; la permanente agresión a la naturaleza avalada en el creciente e incisivo capitalismo urbano. Un fenómeno que se nos presenta oportuno ante el cambio climático. Denuncia al óleo de técnica mixta que busca evidenciar de forma crítica el papel del hombre en los últimos tiempos”.
Los cuadros de Enrique Lomnitz se reúnen con el nombre de Orgánica urbanidad. El Distrito Federal con su diversidad de paisaje –dice la página web de Galería Kin–, es su inspiración “para lograr mediante una depurada técnica y la precisión geométrica en opuesto a las orgánicas formas de la naturaleza, obras de alto contenido estético y arriesgadas incidencias de trazo y color. El edificio común, el que se encuentra en el transitar por la urbe será el protagonista de sus composiciones sobre papel algodón”.
Al hablar en entrevista de la reapertura del proyecto que ya forma parte de la historia del arte contemporáneo mexicano de finales del siglo XX y principios del XXI, María Maldonado refrenda los principios que le dieron origen al recinto: “Una galería que apueste por el futuro, una galería para jóvenes. No puedo presentar y vender lo que desconozco o no me gusta; lo que me gusta, me apasiona, nada me aburre más que lo que no me interesa”.
Encuentro con Rufino Tamayo
María Maldonado nació en Argentina y llegó a México en 1974, huyendo de la dictadura “que asoló y desoló” a su país. Junto con su esposo y sus tres hijos, aquí fue acogida con “calidez y fraternidad”.
Dice que se enamoró de la libertad, de los colores y los sabores de su nuevo país.
Se inició como galerista de la mano de Mauricio Achar (fundador de la librería Gandhi), pero a los tres meses se dieron cuenta de que sus criterios y propósitos no coincidían.
En 1982, Gloria Bravo Ahuja, Lilian Rivera, Carmen Padín y Androna Linartas, fundadoras de Kin Tapiz de Arte, decidieron vender el espacio que habían fundado en 1974.
María Maldonado lo adquirió –con el apoyo de coleccionistas y amigos que confiaban en su proyecto–, suprimió del nombre original las palabras Tapiz de Arte y así nació la Galería Kin.
“Se acercaron artistas de primerísimo nivel, liderados por Rufino Tamayo, quien me dijo: ‘si esta es una galería de jóvenes, cuente conmigo’. Me propuso: ‘Todos los chicos que usted encuentre y que me gusten a mí, yo les escribo. Lo hizo para Irma Palacios, Vladimir Cora, Raymundo Sesma.”
En 1989, la Galería Kin fue reubicada en la calle Amargura, en San Angel, donde actualmente está una librería Porrúa: “Ahí me encontré por primera vez con una nueva raza que ya no eran los coleccionistas de arte, sino los inversionistas. Parece un matiz, pero hay un abismo entre unos y otros.
“Los coleccionistas me pedían descuentos y yo me preguntaba para qué quiere descuento este señor que tiene cinco autos Audi o tres BMW y casa en Acapulco. Les propuse un juego: le vendo, por ejemplo, este Velasco, pero no le voy a hacer descuento, le voy a hacer un regalo, una obra de artistas en los que yo creo. No lo regale porque a lo mejor está regalando el Picasso de mañana. Así logré que los jóvenes artistas empezaran a meterse en colecciones a las que de otro modo no tenían acceso.”
Los coleccionistas eran hombres o mujeres con una cabeza que pensaba, una pupila que sabía ver y un corazón que latía, pero los inversionistas “mandaban a sus apóstoles, a sus scouters a que compraran. Eso ya no era para mí”.
Llegó el momento en que María Maldonado se cansó de esa nueva dinámica y cerró la Galería Kin. No por mucho tiempo. La galerista vuelve por sus fueros. Ha abierto de nuevo la galería, ahora en su nueva ubicación, Paseo del Río 89-5, colonia Chimalistac (atrás de la librería Gandhi).
La exposición de los nuevos jóvenes talentos se inauguró anoche y estará abierta al público a partir de este jueves y hasta el 25 de enero próximo.