Usted está aquí: jueves 18 de octubre de 2007 Sociedad y Justicia Rechaza De la Peña haber relegado a las escuelas periféricas de la UNAM

Dije que queremos una universidad homogénea, aclara el aspirante a dirigir la institución

Rechaza De la Peña haber relegado a las escuelas periféricas de la UNAM

Minimiza apoyo de científicos a José Narro; “no representan a toda la comunidad”

Emir Olivares y Rosa Elvira Vargas

Ampliar la imagen José Antonio de la Peña, en conferencia ante los medios para explicar su proyecto de trabajo si llega a la rectoría de la UNAM José Antonio de la Peña, en conferencia ante los medios para explicar su proyecto de trabajo si llega a la rectoría de la UNAM Foto: Cristina Rodríguez

Una semana después de publicadas las declaraciones en que ponía como parte de su proyecto académico en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la necesidad de que un grado académico obtenido en cualquier campus periférico sea tan bueno como los de Ciudad Universitaria (CU), el matemático José Antonio de la Peña aclaró: “nunca puse a ningún campus por encima de otros; considero que no es así”. Y sobre el apoyo que buen número de directores del subsistema de Investigación Científica otorgó a José Narro Robles, dijo que fue “a título personal”, por lo que no representan a la comunidad de científicos de la institución.

Aclaró que su intención no fue relegar a las escuelas periféricas: “lo que planteé es que queremos una universidad homogénea, donde todas las partes tengan la misma calidad del trabajo, docente en particular (…) Hay fallas y aciertos en cada carrera y dependencia universitaria (…) lo que nos interesa es señalar los problemas; creo que se necesita cierto valor de los universitarios para reconocer que existen y que debemos encontrar soluciones”.

De la Peña citó a conferencia de prensa en la sala de juntas del Instituto de Matemáticas. Si bien desde el martes, y ante la manifiesta molestia de personal y directivos de las Facultades de Estudios Superiores (FES), había anunciado que aclararía esas expresiones hechas a La Jornada, fue apenas ayer cuando buscó precisar sus puntos de vista.

Destacó que de los ocho campus foráneos de la UNAM –las cinco FES y las escuelas nacionales de Enfermería, Música y de Artes Plásticas– egresa 43 por ciento del total de la matrícula de licenciatura de la máxima casa de estudios. “Estos datos muestran que la UNAM fuera de CU tiene gran auge e importancia”, argumentó.

En estas escuelas debe fortalecerse la investigación científica y el posgrado, además de alcanzarse condiciones materiales y de recursos humanos que permitan un desarrollo más homogéneo, apuntó De la Peña. De llegar a la rectoría, ofreció incrementarles el número de plazas de investigación, el gasto dedicado a infraestructura física, en particular a la cultura y al deporte, y darles mayor independencia administrativa.

En conferencia, respondió a preguntas sobre el apoyo que 18 directores de institutos y centros científicos dieron a José Narro Robles, también aspirante a rector.

Indicó que todo universitario tiene derecho a manifestar sus preferencias, aunque subrayó que en la convocatoria de la Junta de Gobierno para este proceso se llama a toda la comunidad, no sólo a los directores de institutos, por lo que una misiva firmada por éstos sólo representa a una parte de los directores, no a la comunidad científica en su conjunto.

“Los directores tienen derecho a expresarse como mejor crean, pero en este caso no están representando a 70 por ciento de la comunidad universitaria (de los científicos).Una carta firmada por 18 sólo representa 70 por ciento de los directores de esa área”, apuntó el matemático.

Más tarde, algunos de los firmantes de dicho documento comentaron su desagrado por tales afirmaciones, pues dijeron que es indudable que en tanto autoridades, todos ellos fueron designados por la Junta de Gobierno, la cual recabó impresiones precisamente entre las comunidades que encabezan y a las cuales representan.

Indicaron que, “evidentemente, la Junta de Gobierno tiene que considerar para rector a alguien que tenga fuerza moral ante la comunidad de directivos electos por ésta, con la que tendrá que trabajar el próximo titular de la universidad”.

En otro orden, ayer por la mañana, el ingeniero Gerardo Ferrando Bravo recibió en el Palacio de Minería el apoyo de un sector del gremio en sus aspiraciones por la rectoría. Se dijo sentirse honrado de que se le considere el candidato de ese sector, aunque espera que ese apoyo “venga de más sectores de la comunidad”.

En el contexto del tercer Congreso Nacional de Ingeniería, aclaró que la JG designará rector con base en la experiencia y la calidad de las propuestas de cada aspirante, no por la popularidad

En tanto, Javier Jiménez Espriú, ex integrante de la JG, afirmó que la designación no necesariamente recaerá en el aspirante más popular.

La junta “no es un organismo que suma votos, sino que adquiere argumentos en relación con los candidatos a la rectoría; no se trata de hacer campañas políticas para convencerla de que disponemos de muchos adherentes, sino de que adquiera los argumentos para hacer una designación cualitativa”. Dijo que los integrantes de ese órgano son personas “autónomas e independientes”, por lo que descartó que puedan recibir línea o presiones de ningún tipo, incluso del rector.

 
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