Usted está aquí: lunes 1 de octubre de 2007 Cultura Por primera vez en Alemania se realiza una exposición sobre Balthus

El pintor, de origen germano, fue segregado por las tendencias políticas de la época

Por primera vez en Alemania se realiza una exposición sobre Balthus

Considerado el maestro del erotismo, siempre negó que sus obras tuvieran temas sexuales

Eva Usi (Especial para La Jornada)

Ampliar la imagen Thérèse rêvant, una de las obras más controvertidas de Balthus Thérèse rêvant, una de las obras más controvertidas de Balthus Foto: Archivo

Colonia, 30 de septiembre. El Museo Ludwig de Colonia muestra estos días una exposición de uno de los representantes más singulares de la pintura figurativa del siglo XX: Balthazar Klossowski (1908-2001), alias Balthus, nacido en París de origen germano-polaco, fue el maestro del erotismo y del retrato cuyas obras engrosan las colecciones de renombrados museos de Nueva York, Londres y París.

En Alemania, en cambio, Balthus, quien adoptó el sobrenombre que le puso el amante de su madre, el poeta Rainer María Rilke, es poco conocido; ningún museo alemán cuenta con alguna de sus pinturas y es la primera vez que se monta una exposición de su obra en suelo germano.

Eso se debe, según Sabine Rewald, curadora del Museo Metropolitano de Nueva York y curadora invitada de la muestra colonesa, que incluye 70 pinturas y grabados, a que cuando Balthus expuso por primera vez en París, en 1934, ya se encontraban los nazis en el poder en Alemania.

“En esos años la obra de pintores como Max Beckmann y Otto Dix fue retirada de los museos alemanes y los artistas tuvieron que exiliarse. Tras la guerra, todo lo que tuviera que ver con realismo olía o a Tercer Reich o a arte socialista”, explica Rewald.

Obras trabajadas durante años

Pero también tuvo que ver la manera de trabajar del artista, como explicó su hijo mayor, Stanislas Klossowski de Rola. “Desde el punto de vista financiero tardó mucho tiempo en llegar el éxito y no porque no hubiera interés en sus cuadros. Demanda la hubo desde el principio, lo que faltaba era obra. Mi padre trabajaba en sus cuadros durante años e incluso décadas, hasta que los consideraba terminados”, explica en conversación con La Jornada.

En Colonia pueden verse las famosas pinturas de aquella primera exposición en la Galerie Pierre Loeb de París, que causaron conmoción. Esos cuadros tenían una carga de erotismo explosiva que fue una provocación para la sociedad parisina de la época. La Rue (La calle), pintura de gran formato que fue considerada por él su obra más importante, estuvo inspirada en una escena callejera cerca de su taller. Nueve peatones pueblan la vialidad, sus caras están ocultas o miran al vacío, parecen sonámbulos.

En el extremo izquierdo se ve a un joven que abraza por detrás a una adolescente y mete mano debajo de su falda, un intento de violación que Balthus corrigió en la década de los 60 a petición del coleccionista estadunidense James Thrall Soby, quien compró la obra para donarla al Museo de Arte Moderno, que no quería aceptarla con semejante detalle.

La Leçon de guitarre (Lección de guitarra) muestra una mujer sentada en cuyo regazo está recostada una niña puberta con medio cuerpo desnudo. El cuadro fue mostrado selectivamente a los visitantes en 1934 y le valió a Balthus el apelativo de “Freud de la pintura”.

La mujer sentada tiene los rasgos de su madre, Baladine. Así como la virgen María en La Piedad, representa el dolor de todas las madres, Baladine representa en esta pintura la sexualidad femenina, poderosa y dominante, que es transmitida a la siguiente generación.

Inspiración renacentista

Balthus no tuvo formación académica, pero se inspiró en la pintura del Renacimiento italiano y en el clasicismo francés para alcanzar un estilo que llamó “realismo atemporal”.

Una sus obras más controvertidas de Balthus es Thérèse rêvant (Thérèse soñando). Con los ojos cerrados, los brazos sobre la cabeza, la pierna izquierda levantada que deja ver la entrepierna y la ropa interior blanca, retrató a la menor Thérèse Blanchard en 1938. Fue su modelo favorita, ya que apareció unas 10 veces en su obra.

Sus modelos menores de edad se comportan como si estuvieran solas. Con o sin ropa adoptan poses provocadoras, pero les da igual; están absortas consigo mismas y no sienten pudor.

El pintor negó de manera vehemente toda alusión erótica al contenido de sus pinturas. “Quien nace un 29 de febrero y cumple años cada cuatro tiene que ser especial”, según el director del Museo Ludwig, Kaspar König. La muestra Balthus – Aufgehobene Zeit (Tiempo suspendido), que comprende obra realizada entre 1932 y 1960, estará abierta hasta el 4 de noviembre.

 
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