Usted está aquí: sábado 29 de septiembre de 2007 Mundo Anuncia Ibarretxe referendos para decidir el futuro político de Euskadi

Fracasará si llama a consulta sin respetar la Carta Magna, advierte Rodríguez Zapatero

Anuncia Ibarretxe referendos para decidir el futuro político de Euskadi

Es ilegal, desafío al Estado, inconstitucional y un chantaje, acusa Mariano Rajoy, presidente del PP

Queman jóvenes en la Universidad de Barcelona una enorme manta con la figura del rey Juan Carlos

Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Ampliar la imagen El lehendakari Juan José Ibarretxe presenta en Vitoria ante el Parlamento su plan para definir el futuro político del País Vasco El lehendakari Juan José Ibarretxe presenta en Vitoria ante el Parlamento su plan para definir el futuro político del País Vasco Foto: Reuters

Madrid, 28 de septiembre. El presidente del gobierno del País Vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, presentó este viernes un plan para definir el futuro político de esa región, como parte de una “hoja de ruta” que comprenderá dos referendos para consultar sobre la relación del territorio con el Estado español, con o sin consentimiento de Madrid.

El gobierno español del presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero advirtió al jefe del Ejecutivo vasco que va en camino al “fracaso” si convoca a consultas sin respetar la Constitución española, en tanto que el líder de la derecha, Mariano Rajoy, afirmó que el plan de Ibarretxe es “ilegal”, un “desafío al Estado”, “inconstitucional” y “un chantaje”.

El mandatario español, de gira oficial en Rusia, afirmó que “nada se va a hacer si no es con respeto a la Constitución, a las leyes y al estado de derecho”.

Después de conocer el mensaje de Ibarretxe, añadió que “escucharé al lehendakari (jefe del gobierno vasco), pero él me va a escuchar a mí también”.

Rajoy, presidente del derechista Partido Popular (PP), instó a Rodríguez Zapatero a “estar a la altura de las circunstancias”. Aseveró que esa consulta a los vascos pretende “quitar a los españoles la capacidad de decidir lo que es España”, y que no se va a permitir el incumplimiento de la ley.

Ante el Parlamento regional de Vitoria, capital de Euskadi, Ibarretxe puntualizó que en el País Vasco persiste un “conflicto político”, aunque muchos se nieguen a reconocerlo, que requiere de una solución “política y dialogada”, pues la violencia de ETA no tiene futuro con una sociedad vasca en un “nuevo ciclo histórico”, que para florecer sólo requiere desprenderse de sus viejas ataduras.

En ese contexto, anunció que el próximo 25 de octubre –fecha del aniversario del Estatuto de Gernika– se someterá a la sociedad a un referendo o a una consulta popular para decidir su futuro, con o sin el consentimiento del gobierno central español.

Tras hacer un amplio análisis y diagnóstico sobre los padecimientos más graves de la sociedad vasca y de su clase política, Ibarretxe lanzó su “hoja de ruta” para la resolución definitiva del conflicto, que consiste en tres pasos.

En primer lugar, se comprometió a alcanzar de aquí a junio de 2008 un pacto con el gobierno central sobre el futuro de Euskadi que contenga el respeto a la voluntad de la sociedad vasca.

En segundo término, dijo que convocará a un pleno de la Cámara vasca, en junio de 2008, para aprobar dicho acuerdo.

Por último, si en ese pleno el pacto con el gobierno central de Madrid es aprobado, entonces se convocará un referendo vinculante el 25 de octubre de 2008.

Si en cambio el pleno rechaza el pacto, dijo, entonces se someterá a la Cámara que decida sobre la celebración, también el 25 de octubre, de una “consulta” no vinculante para expresar la voluntad de la sociedad vasca.

De hecho, el lehendakari ya había hecho un planteamiento similar en 2000, que en 2003 dio a conocer como el Plan Ibarretxe, el cual fue rechazado dos años después por los diputados en Madrid, por lo que se prevé que la nueva propuesta de Ibarretxe podría correr la misma suerte.

El proceso, por lo demás, acabó siendo enterrado al malograrse también el diálogo iniciado entre el gobierno español y ETA, que había declarado una tregua en marzo de 2006 y quedó rota con el atentado en el aeropuerto madrileño de Barajas en diciembre pasado, que dejó grandes daños materiales y dos muertos.

En este frágil escenario, Ibarretxe afrontaba la primera sesión del debate de política general –con que cada año se abre el curso político en el País Vasco–, en tanto que al interior de su partido, el Nacionalista Vasco (PNV), se superó in extremis un cisma entre el ala moderada y la radical.

Así, Ibarretxe retomó su papel de “jefe del Estado vasco” para reclamar lo que él considera les corresponde a sus compatriotas por ley y razones históricas.

Nueva “hoja de ruta”

Una de las preocupaciones centrales de Ibarretxe y su nueva “hoja de ruta” para la resolución definitiva del conflicto vasco es “romper la espiral”, reconocer que existe un conflicto, aceptar ese conflicto como algo natural en las sociedades democráticas y, en consecuencia, trabajar para canalizarlo.

El presidente del gobierno vasco reconoció que su comparecencia de hoy tiene el objetivo de “recuperar la iniciativa” por un momento de confusión y hasta de apatía, ante la creencia de que no hay solución posible ni inmediata para apartar la violencia de la vida cotidiana de los ciudadanos vascos.

Así, expuso las que a su juicio son las seis estrategias que han contribuido a la perpetuación del conflicto y, más aún, que éste con el tiempo se haya hecho más hondo y más complejo.

“La primera y fundamental, es la utilización de la violencia por parte de ETA para conseguir objetivos políticos”, dijo. “La segunda es negar la existencia de un conflicto político, al margen de la violencia, que es preciso resolver mediante el diálogo”.

La tercera estrategia “es la utilización de las víctimas con fines estrictamente partidistas, en tanto que la cuarta es confundir paz y normalización política, y supeditar las iniciativas políticas al fin de la violencia, entregando la llave de la política a ETA.

“La quinta es la exclusión política de una parte de la sociedad vasca mediante instrumentos, como la denominada Ley de Partidos, que conculcan los derechos civiles y políticos”, y la sexta “es la unilateralidad en la defensa de los derechos humanos”.

Agregó: “No se puede reclamar los derechos de las personas detenidas pero callar ante los atentados de ETA, pero tampoco sirve condenar el terrorismo de ETA y mirar para otro lado ante la tortura y la dispersión”.

Ibarretxe sostuvo que para alcanzar la paz es vital no permitir que ETA tenga la llave de las negociaciones, al subrayar que “ETA ha incumplido su palabra dos veces consecutivas: 1998-2005. La ha hecho volar por los aires y con ella ha dinamitado también la confianza que en ambos casos la sociedad vasca depositó en los dos procesos de paz”.

Lamentó la “contradicción” que sufre históricamente el País Vasco, al ser uno de los “pueblos más viejos de Europa”, pero al mismo tiempo está inmerso en un Estado que se niega a reconocer su carácter plurinacional y evoca, a cambio, un mensaje “uninacional”. Pero, dijo Ibarretxe, “me niego a trasladar a la sociedad que no hay solución, que no somos capaces de encontrarla”.

Contra la monarquía

En los últimos días, en plazas y universidades de Cataluña proliferan actos que hasta hace unos años eran impensables en este país: se queman abiertamente y ante los medios de comunicación fotografías pequeñas o grandes y hasta retratos de los reyes de España, Juan Carlos y Sofía. Hoy mismo se quemó una enorme manta con la figura de Juan Carlos en la Universidad de Barcelona.

La protesta, siempre protagonizada por jóvenes republicanos, pretende trasladar un mensaje político al resto de la sociedad: qué sentido tiene en pleno siglo XXI una figura como los reyes, que además han perdido mucha credibilidad con escándalos recientes como su caza furtiva de un oso borracho en Rusia, o el dispendio y ostentación de lujos que suelen hacer.

Destacan las actuaciones judiciales contra todos aquellos que critiquen –como los dibujantes de El Jueves– o expresen sus sentimientos antimonárquicos, como los dos jóvenes que han prestado declaración ante la Audiencia Nacional por un supuesto delito de injurias a la Corona, Enric Stern Taulats y Jaume Roura, quienes consideran al actual monarca “sucesor de Francisco Franco”.

El proceso de los jóvenes ha azuzado aún más la quema de banderas y retratos de los reyes en Cataluña. El magistrado que instruye la causa, Santiago Pedraz, interrogó al fotógrafo de prensa Jordi Robot –autor de algunas de las fotografías de la quema de las imágenes–, quien se negó a declarar. No obstante, entregó las imágenes a la policía catalana, ya que de otro modo podría haber sido juzgado por desobediencia.

 
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