Usted está aquí: sábado 29 de septiembre de 2007 Ciencias Pone Bush topes económicos a la lucha contra el cambio climático

Ratifica que no aceptará los límites obligatorios a la emisión de gases contaminantes

Pone Bush topes económicos a la lucha contra el cambio climático

La estrategia no debe debilitar el crecimiento ni imponer excesivos costos empresariales, señaló

Afp y Dpa

Washington, 28 de septiembre. El presidente estadunidense George W. Bush, que trata de mostrar que tiene iniciativa en la lucha contra el cambio climático, reafirmó sin embargo el viernes su oposición a cuotas obligatorias que limiten las emisiones de gases contaminantes, y convocó a una reunión de jefes de Estado para mediados de 2008.

En un discurso ante los 16 países más contaminadores del mundo, Bush pareció ceder poco terreno en su pulseada con la ONU sobre cómo enfrentar el calentamiento global, que según expertos ya está dañando el planeta.

“Nuestro principio guía es claro: debemos llevar al mundo a producir menos emisiones de gases con efecto invernadero y debemos hacerlo de una manera que no debilite el crecimiento económico o impida a los países transmitir más prosperidad a su gente”, dijo Bush.

Además, reiteró su oposición a la aplicación de cuotas mundiales obligatorias que limiten las emisiones de gases de efecto invernadero, que los líderes industriales y empresarios de Estados Unidos temen que incremente fuertemente sus costos y el de los consumidores.

“Cada país debe decidir por sí mismo la correcta combinación de herramientas y tecnologías” para luchar contra el calentamiento global, sostuvo Bush en el segundo y último día de la conferencia que él mismo convocó en Washington.

Los países europeos y expertos en cambio climático han visto con cautela la iniciativa de Washington y temen que socave el esfuerzo multilateral liderado por la ONU, más lento y engorroso pero con metas más exigentes.

Bush ha sido duramente cuestionado por no adherirse al Protocolo de Kyoto, vigente desde 2001 –que estableció metas obligatorias para la reducción de las emisiones contaminantes–, alegando que supondría una amenaza para la economía.

Bush intentó disipar los temores asegurando que Estados Unidos –la primera economía mundial y también la que más contamina– se toma muy en serio el calentamiento global y prometiendo establecer “un objetivo de largo plazo para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero”.

El mandatario también convocó a una reunión de jefes de Estado para abordar el cambio climático para mediados del año próximo.

“Estableceremos una meta a largo plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, indicó.

“Al fijar esta meta, reconocemos que hay un problema, y al establecer la meta, nos comprometemos a hacer algo al respecto. Para el próximo verano (boreal) realizaremos una reunión de jefes de Estado para determinar esta meta”, añadió.

Fondo ecológico

También propuso crear un fondo, alimentado por los gobiernos de todo el mundo, para ayudar a los países en desarrollo a aprovechar las tecnologías energéticas más limpias.

“También debemos trabajar para que estas tecnologías sean más accesibles, especialmente en los países en desarrollo”, dijo Bush.

Los 16 países reunidos en Washington son Alemania, Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur, China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia y Sudáfrica.

Juntos representan dos tercios de la población mundial, 80 por ciento de la economía global y aproximadamente 80 por ciento de las emisiones de gases con efecto invernadero, destacó la secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, el jueves.

También asisten representantes de la Unión Europea y la Convención sobre Cambio Climático de ONU (UNFCCC, por sus siglas en inglés).

Las conversaciones de Washington se desarrollan meses antes de una reunión clave en Bali, del 3 al 14 de diciembre, que buscará profundizar las reducciones de emisiones cuando concluya la primera fase del Protocolo de Kyoto, a finales de 2012.

Escepticismo brasileño

El gobierno brasileño reaccionó hoy con reservas a las propuestas presentadas por el presidente Bush. El jefe de la delegación brasileña en el encuentro, el embajador Everton Vargas, opinó que le faltó "substancia" a la reunión, ya que "el foro apropiado para esa discusión multilateral, es la ONU ".

"Esta reunión sirvió mucho más para demostrar el esfuerzo de Estados Unidos para sensibilizar el mundo y a la opinión pública de que está haciendo algo en el área de cambios climáticos", agregó Vargas.

Vargas también evaluó con escepticismo las referencias de Bush a la posibilidad de crear un fondo internacional para financiar tecnologías en el campo de la energía limpia: “Hay que ver cómo va a funcionar. Estados Unidos es siempre el primer país en decir que establecer un fondo es muy complicado”.

 
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