Usted está aquí: viernes 28 de septiembre de 2007 Economía México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega
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Fin a la dictadura de los espots

Eleciones intermedias de 2009, la prueba de fuego de la reforma

Germán Martínez: una buena y una mala

Contrario al deseo, cabildeo y rabiosa campaña mediática de los barones de los medios electrónicos, todo apunta hacia la aprobación de la reforma electoral, con las modificaciones constitucionales en ella implícitas, por parte de la mayoría de los congresos estatales, con lo que toma cuerpo el fin de la “dictadura de los espots”, cuando menos de forma legal.

Hasta ayer por la tarde sumaban 15 los congresos estatales (el chiapaneco lo haría un poco más tarde, aunque todo apunta para el sí, y el hidalguense aplazó la votación) que aprobaron la minuta de reforma electoral enviada por el Congreso de la Unión, con lo que todo indica que el número mínimo requerido (16 de 31) para estos efectos está más que amarrado.

Distintas cifras se han manejado en torno al ahorro económico que se obtendría por las nuevas disposiciones electorales, particularmente en lo que hace al financiamiento de los partidos políticos. En este sentido, la propia Cámara de Diputados sacó la calculadora y ofrece la siguiente numeralia:

Si la iniciativa de reforma al artículo 41 constitucional se aprueba, el ahorro que se generará en las finanzas públicas del país durante el periodo 2008-2009 será de 2 mil 541 millones de pesos, lo que representa una reducción del financiamiento público para los partidos políticos nacionales de 29.14 por ciento respecto de la fórmula previa.

El ahorro en el financiamiento público para los partidos políticos del país se deberá principalmente a la caída que presentará el gasto por actividades extraordinarias (campañas electorales para diputados federales, senadores y presidente de la República), la cual descenderá en más de 70 por ciento; el gasto en actividades ordinarias y específicas se reducirá en 7.83 por ciento respecto de la fórmula anterior.

La estimación del ahorro del financiamiento público de los partidos políticos nacionales aprobado por el Congreso de la Unión se realizó considerando dos importantes supuestos: se estimó que el salario mínimo general vigente en el Distrito Federal se incrementará 4 por ciento anual en promedio; y el padrón electoral se incrementará uno por ciento anual, como producto del proceso electoral federal que se realizará en 2009 y que implicará la realización de un programa de empadronamiento.

Con base en los parámetros determinados en el texto previo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, durante el periodo 2008-2009, el financiamiento público para los partidos políticos nacionales de México sería de 8 mil 721 millones de pesos, distribuidos de la siguiente manera: 2 mil 860 millones en el año 2008, de los que 2 mil 776 serían para actividades ordinarias y 83 millones para actividades específicas; 5 mil 861 millones en el año 2009, de los que 2 mil 887 serían para actividades ordinarias, 2 mil 887 para actividades extraordinarias (elecciones intermedias) y 87 para actividades específicas.

Durante el periodo 2008-2009, si se consideran los parámetros determinados en la reforma al artículo 41 constitucional recientemente aprobada por el Congreso de la Unión, el financiamiento público para los partidos políticos nacionales de México será de 6 mil 179 millones de pesos, distribuidos de la siguiente manera: 2 mil 623 millones en el año 2008, de los que 2 mil 546 serán para actividades ordinarias y 76 para actividades específicas; 3 mil 557 millones en 2009, de los que 2 mil 674 millones serán para actividades ordinarias, 802 para actividades extraordinarias y 80 para actividades específicas.

Para este periodo, el ahorro por la reducción del financiamiento público para los partidos políticos nacionales de México se estimó en 2 mil 542 millones de pesos, de los que 443 millones serán por actividades ordinarias; 2 mil 85 por actividades extraordinarias; y 13 por actividades específicas. Para el periodo 2008-2009, con la fórmula de financiamiento público para los partidos políticos nacionales aprobada por el Congreso de la Unión, el gasto por actividades ordinarias y específicas será menor en 7.83 por ciento respecto del gasto que se realizaría con la fórmula previa; asimismo, el gasto para las actividades extraordinarias (elecciones) se reducirá en más de 70 por ciento.

Durante el periodo 2008-2009, el ahorro del financiamiento público, por partido político, se distribuyó de la siguiente manera: el PAN reducirá su financiamiento público en 707 millones de pesos; PRI en 494 millones; PRD en 425; PT en 202; PVEM en 213; Convergencia en 190; Nueva Alianza en 178 y lo que queda de Alternativa en 133. Durante este periodo, con la fórmula de financiamiento público aprobada por el Congreso de la Unión, todos los partidos políticos reducirán su financiamiento público en 29.14 por ciento respecto de la fórmula previa.

Sólo falta comprobar lo anterior (menor financiamiento público a los partidos políticos y fin de la “dictadura de los espots”) en el terreno de los hechos durante las elecciones intermedias de 2009.

Las rebanadas del pastel

La buena es que Germán Martínez va en busca de la presidencia panista; la mala, que el país se pasó 10 meses sin secretario de la Función Pública, porque dicho personaje sólo utilizó el cargo y el presupuesto de la SFP para buscar el ansiado hueso blanquiazul. De allí su frase de batalla como supuesto titular de la dependencia: “no tenemos compromisos con el pasado y no queremos adquirir compromisos para el futuro”. Y de paso, le quitan la papa caliente de la pareja ex presidencial.

 
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