Usted está aquí: sábado 4 de agosto de 2007 Sociedad y Justicia Pacientes con VIH defienden a gestores: surtir una receta requiere hasta 4 horas

Deberán acudir personalmente por antirretrovirales 2 o 3 veces al mes

Pacientes con VIH defienden a gestores: surtir una receta requiere hasta 4 horas

El sistema se presta para corrupción, precisó el director del hospital Gabriel Mancera

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Antes de prohibir la participación de gestores o representantes de las personas que viven con VIH/sida y que son derechohabientes del Hospital Gabriel Mancera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las autoridades debieron garantizar alternativas para quienes por cuestiones laborales están impedidos de acudir a todas las citas para la renovación de sus recetas médicas, aseguraron algunos de los afectados, quienes durante más de cinco años han pagado a otras personas para que recojan sus medicamentos.

Señalaron que existen muchos casos de seropositivos que, con niveles indetectables del VIH, son igual de productivos que las personas sanas, y ahora están en riesgo de no poder cumplir cabalmente con sus tratamiento por la decisión del IMSS de prohibir que terceros realicen el trámite en su lugar.

En entrevista, expresaron su extrañeza de que una situación que se presenta desde hace por lo menos nueve años, ahora "se hayan dado cuenta que es ilegal. Lo malo es que tampoco reconocen que los gestores han cubierto las deficiencias del IMSS en la prestación de los servicios médicos".

Los inconformes explicaron que la dificultad de acudir personalmente al hospital para renovar las recetas, radica en que el trámite puede tardar dos horas, pero cualquier eventualidad, como la ausencia de los trabajadores o fallas en el sistema de cómputo, "o lo que sea, hace que podemos pasar hasta cuatro horas en espera de las medicinas".

Reconocieron que durante la gestión del director del hospital, José Luis Aranza, a partir de octubre de 2006, ha habido mejoras, pero todavía son insuficientes. Además, dijeron, no sólo es el tiempo de permanencia en el hospital, sino también el del traslado. En ocasiones, los pacientes utilizan sus horarios de comida para ir al Seguro Social, lo que en el caso de los portadores de VIH/sida no es lo más adecuado, pero "¿y si nos tardamos más de lo previsto?, ¿a qué patrón le gusta o le cae bien que sus empleados se ausenten varias horas, dos o tres días por mes?"

Además, mencionaron que existen otras personas a quienes su trabajo les exige estar constantemente de viaje: "¿cuál es la opción para ellos?", se preguntaron los entrevistados.

Los inconformes con la decisión del hospital Gabriel Mancera -cuyo nombre oficial es doctor Carlos MacGregor Sánchez Navarro- de prohibir la participación de gestores en el surtimiento de recetas clínicas, resaltaron que la normatividad del IMSS prevé la figura de representantes legales de derechohabientes, e incluso, dijeron, en el hospital se encuentran depositadas las cartas poder con fotografía de las personas autorizadas para acudir por los medicamentos antirretrovirales.

La medida institucional que empezó a aplicarse el pasado 31 de julio, se originó por el riesgo de que la actividad de los gestores, que cobran 300 pesos en promedio a cada paciente que solicita sus servicios, se prestara a abusos o actos de corrupción.

El director del hospital Gabriel Mancera aseguró que hasta ahora, no existe evidencia de ello, pero en las condiciones en que se realizaba el trámite de la renovación de recetas médicas, se estaba incumpliendo lo dispuesto en reglamentos del IMSS.

En esta unidad médica se atiende a mil 300 personas que viven con VIH/sida, una de las cifras más altas dentro de los hospitales del Seguro Social, lo que revela que una parte de la problemática se deriva de esta situación.

Además, el hospital cuenta con el reconocimiento de los pacientes por la calidad del servicio médico, en particular del equipo de profesionistas que integran la Clínica de VIH/sida (Clisida).

Aranza aseguró que mientras hace una década se registraban en los servicios de urgencia de dos a tres ingresos diarios a hospital, en la actualidad la cifra será de apenas un enfermo por mes, lo que habla del buen control del VIH/sida que tienen los pacientes en este hospital.

Respecto a las deficiencias comentadas por los usuarios de los servicios médicos, en particular en el surtimiento de recetas, el funcionario expresó su compromiso de fortalecer el programa de calidad continua. Por lo pronto, expuso, está en proceso de restructuración el método de atención médica.

Planteó la posibilidad de aumentar el número de médicos y enfermeras que trabajan en Clisida, entre otras acciones.

 
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