Usted está aquí: domingo 1 de julio de 2007 Sociedad y Justicia No hay libertad política sin libertad sexual, reclama la comunidad gay

"1, 2, 3 por el que sigue encerrado en el clóset", refrenda la convocatoria en el Zócalo

No hay libertad política sin libertad sexual, reclama la comunidad gay

Colorida y escandalosa la marcha por el orgullo congregó a miles de curiosos capitalinos

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Ampliar la imagen Participantes de la 29 Marcha lésbico-gay en las calles de la ciudad de México Participantes de la 29 Marcha lésbico-gay en las calles de la ciudad de México Foto: José Carlo González

Con el entusiasmo generado por la entrada en vigor de la Ley de Sociedades de Convivencia en el Distrito Federal y la decisión de continuar "nombrando realidades para cambiar sociedades", miles de personas realizaron ayer la Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero (LGBT), con una afluencia de participantes y observadores nunca antes vista en el país.

Luego de más de cuatro horas de caminata desde el Monumento de la Independencia al Zócalo capitalino, los grupos no dejaban de llegar a la plancha del Centro Histórico y aún así, se refrendó la convocatoria: "uno, dos, tres por el que sigue encerrado en el clóset".

Sin duda, dijeron varios de los manifestantes, "estamos motivados y contentos porque al fin nos han volteado a ver". Jóvenes, adultos e incluso niños, hombres y mujeres, formaron parte del gran contingente que si acaso se diferenciaba por las mantas que los identificaban con alguna organización civil. Sobresalieron, por ejemplo, los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, la "Lesbianbanda" que no dejó de tocar los tambores durante todo el recorrido y, por supuesto, los vehículos (tráilers) contratados y adornados por bares y centros nocturnos.

Desde el principio se observó que la multitud rebasaría la organización de la marcha y así fue. Convocada para mediodía, la caminata inició casi a las 13:30 horas, luego de un mitin en el que participaron Jorge Saavedra, director del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida) y la reina de la marcha 2006, Rocío Banquells.

El retraso ocasionó que algunas decenas de personas empezaran a caminar sobre Reforma. Los organizadores tenían la intención de que en esta ocasión, la comunidad transgénero encabezara la marcha. Francisco Javier Laguna Gaytán, presidente del comité organizador explicó que se busca hacer visible ante la sociedad la situación en que se encuentra este sector y apoyar la iniciativa de Ley de Identidad de Género que actualmente se discute en la Cámara de Diputados.

El activista comentó que el proyecto consiste en que las personas puedan ajustar su nombre de acuerdo con su identidad de género. A su vez, Lol Kin Castañeda, vocera de la marcha, destacó que los transgénero han sido los más valientes y combativos en el movimiento LGBT.

Sin embargo, la vanguardia de la marcha se perdía por momentos hasta que finalmente se dispersó entre el resto de los participantes. Y es que además, todo el recorrido estuvo acompañado por cientos de personas que abarrotaron las banquetas y camellones de Paseo de la Reforma, avenida Juárez, la calle de Madero y una parte del Zócalo.

Doble moral

La desorganización se hizo evidente en los largos espacios vacíos del contingente que hicieron pensar a quienes esperaban, que ya había terminado de pasar.

Fueron abundantes los mensajes al cardenal Norberto Rivera, a quienes algunos emularon con disfraz de obispo. Uno de ellos llevaba un cartel: "antes de opinar, piensa ¿Qué haría Jesús?", también hubo señalamientos a grupos conservadores y a los homofóbicos: "basta de doble moral. Agredir a un homosexual, eso sí es criminal".

Tampoco faltaron los vistosos disfraces de novias, reyes egipcios, mariposas y ángeles, que dieron colorido a la marcha y animaron el ambiente a la vez que subrayaban: "no hay libertad política sin libertad sexual".

Unos minutos antes del inicio de la caminata, el director del Censida recordó que en 1978 participó apenas "un puñado de valientes", a quienes se los llevó el VIH/sida; y hoy, dijo, está claro que ser homosexual no es la causa para contraer la infección, sino mantener relaciones sexuales sin condón.

Saavedra informó que durante la marcha de este año, Censida distribuyó cien mil preservativos y el próximo año, dijo, la cifra subirá a un millón.

Ya en el Zócalo -donde se coronó a la nueva reina, la cantante Astrid Haddad-, Lol Kin Castañeda resaltó que las demandas de la comunidad LGBT son impostergables en un país que aspira a consolidar su democracia y en estricto apego a la laicidad.

 
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