Usted está aquí: domingo 1 de julio de 2007 Opinión Bajo la Lupa

Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

Las ratas abandonan el Titanic financiero: el aznarista Rato huye del FMI

Ampliar la imagen Rodrigo de Rato Rodrigo de Rato Foto: Ap

Ampliar la imagen José Angel Gurría José Angel Gurría Foto: Francisco Olvera

A riesgo de hacer el ridículo, perder credibilidad, y extraviar su alma, los organismos internacionales nunca debieron haber colocado a Gurría Treviño en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ni al ex franquista y hoy aznarista Rodrigo de Rato y Figueredo en el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Cuando alguien como Gurría, con tan bajo nivel ético, ya no se diga intelectual, es incrustado en forma tiránica en la jefatura de la OCDE con la anuencia de Baby Bush, eso significa que las propias autoridades financieras estadunidenses saben que se trata de un puesto desechable para un organismo agónico.

Salvo su docilidad masoquista ante sus tutores anglosajones, a Gurría -quien padece notoria incontinencia verbal, como si pudiera resolver algo con su glositis (inflamación de la lengua) cuando el Titanic financiero global ha acelerado su hundimiento (ver Bajo la Lupa, 20 y 27-06-07)-, no se le conoce obra o teoría alguna en economía. No se puede soslayar el denigrante artículo que The Economist propinó a Gurría, quien alardea saber 11 idiomas. Pues ha de traducir otras 10 veces las mismas tonterías que expectora en su idioma materno que parece ser más el inglés que el español.

El caso Gurría, padecido por la nación mexicana a la que desmanteló de sus estructuras financieras para beneficiar a la banca israelí-anglosajona, es extensivo al aznarista Rato, otro peón de la banca trasnacional, quien acaba de anunciar puerilmente su abrupto retiro del FMI.

Según The Financial Times (29-06-07), su retiro precipitado pone en tela de juicio las reformas para una nueva fórmulación de accionistas y la recomposición de cuotas y votos, así como la venta y reinversión de las tenencias en oro. Suena muy técnico para abandonar el barco financiero en medio de las turbulencias.

No todas las ratas ni los ratos son iguales. A muy pocos les quita el sueño la presencia coreográfica de Gurría, totalmente irrelevante para la salud financiera global, lo cual no es para nada el caso del aznarista Rato, quien cesará de dirigir al moribundo FMI que ha sido expulsado a patadas de Sudamérica y que padece severos problemas de credibilidad en el Oriente Lejano, con la notable excepción mundial del "México neoliberal", donde colocó a su ex empleado Agustín Carstens al mando de las finanzas públicas con mentalidad privada.

Las funciones de la OCDE, el "club de los ricos", salvo sus excelentes estadísticas donde el "México neoliberal" aparece en el último lugar casi en todos los rubros (lo que representa una erogación abusiva de los impuestos y exige su abandono perentorio), son inespecíficamente indefinidas, y su operatividad quedó en entredicho cuando intentó incrustar de contrabando al infame AMI (Acuerdo Multilateral de Inversiones) que concedía poderes supraconstitucionales a la banca israelí-anglosajona.

No pasaría absolutamente nada si se aboliera a la OCDE. Al contrario, se ahorrarían para mejores fines las fortunas devengadas por su parasitaria burocracia en la que el "México neoliberal" (en particular, los embajadores foxianos-martianos) ha brillado por sus excesos despilfarradores y su pequeñez cerebral. Ahora con el hiperquinético Gurría, la OCDE se ha entrometido hasta en la polémica reforma fiscal aplicada por Carstens para beneficio último de Estados Unidos.

¿Le costaron su puesto al aznarista Rato sus retos a China, a quien, más allá de sus prerrogativas, el FMI exige la revaluación del yuan?

La desproporcionada crítica a China fue un acto suicida de Rato, poseído "ofertista fiscal" quien sucumbió a sus reflejos aznaristas y probablemente no leyó el "reporte Meltzer" del Congreso estadunidense que propone desde hace siete años la extinción del FMI, el cual, por cierto, posee en capital alrededor de 10 por ciento de las reservas de divisas de China.

Ya alertábamos involuntaria y premonitoriamente: "Entre el martillo del BIP y el yunque del FMI -simultáneamente en manos del Partido Popular español y el Aznarstán (ver Bajo la Lupa, 24-06-07)-, buscan echar la culpa a China por el inminente estallido de las burbujas que legó Alan Greenspan, el mago malhadado y malvado" (ver Bajo la Lupa, 27-06-07).

Dejaremos de lado el halo de corrupción genética que persigue al aznarista Rato y que parece ser la tónica en los organismos internacionales desde Wolfowitz hasta Gurría, cuando en 1967 su padre, tío y hermano Ramón (¡tutta la famiglia!) fueron sentenciados a ser encarcelados debido a los capitales escondidos de sus empresas en una cuenta clandestina en Suiza.

Cuando se posee una casa de vidrio no se suele arrojar piedras a los demás, como reza el proverbio árabe, que por lo menos deben conocer en Andalucía. No son los mejores momentos de la "España neoliberal", a punto de ser azotada por su especulación inmobiliaria, por andar arrojando piedras a los mejor pertrechados financieramente, como China.

Quizá Rato ignore que existe desde hace dos años una "relación estratégica" entre China y España. Sus unilaterales incontinencias verbales ultrajaron a China y no es azaroso que luego el rey Juan Carlos haya aparecido en el país injuriado donde después de varios días solamente había sido recibido por funcionarios menores. ¿Tendrá el mandarín Hu Jintao su agenda disponible para recibir al rey español?

Los españoles del Partido Popular parecen haber sucumbido al síndrome de iracunda misantropía unilateral del foxiano Castañeda Gutman, el peor canciller en la historia de México, quien se querelló deliberadamente con la mayor parte de los países de Latinoamérica para arrojar al "México neoliberal" a las garras texanas con muralla de por medio.

Las provocaciones que Aznar López, el ex jefe de gobierno español, regurgitó en la sede del PAN infeudado por el fundamentalismo medieval de El Yunque, tuvieron repercusiones con la vigorosa réplica de la embajada de Irán y el lamentable atentado selectivo contra los mercenarios colombianos del ejército español que integra la misión de paz (sic) de la ONU en Líbano sur.

La agencia china Xinhua (26-06-07) revela que de los mil 100 soldados españoles estacionados en Líbano sur, 120 provienen de Colombia, Ecuador y Bolivia. Del total de 78 mil soldados españoles, 4 mil 300 son mercenarios de Latinoamérica (5.5 por ciento): colombianos, ecuatorianos, venezolanos, bolivianos, peruanos, dominicanos y argentinos. ¡Qué bonito!

El problema de las bravatas sicóticas de los desorbitados Aznar y Fox es que carecen de los recursos, ya no se diga los ejércitos, para ejecutar sus sueños guajiros de una neocruzada antislámica en Aznarstán, cuando el mismo Baby Bush, el verdadero tutor de ambos, pide auxilio para huir de Irak.

El reto del aznarista Rato a China es más grave porque el horno no está para bollos en el delicado entorno financiero global y se olvidó que representa una pieza desechable. ¿Sacrifica Estados Unidos al desechable Rato en el FMI mediante el trueque por Robert Zoellick, entronizado en el Banco Mundial (BM) para suplir al corrupto Paul Dundes Wolfowitz? ¿Mejorará ahora el proceso de (s)elección en el FMI que reclama el G-20 y que no se pudo efectuar con la imposición tiránica en el BM del neoconservador bélico y neoliberal mercantilista Zoellick? Lo sabremos al rato.

 
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