Celebran 45 años de trayectoria creativa y académica de ese centro de la UNAM

El CUT permanece fiel al compromiso social del quehacer escénico: Crestani

''Ahora se vive un teatro que busca la recuperación de la palabra'', expresa su director

CARLOS PAUL

Dos de los movimientos más significativos del teatro universitario en México: Teatro en Coapa y Poesía en Voz Alta, que se desarrollaron durante la segunda mitad del siglo XX, son los que se considera dieron origen al que hoy se reconoce como el Centro Universitario de Teatro (CUT), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que este año celebra su 45 aniversario de trayectoria creativa y académica.

Fue en 1955 con el maestro Héctor Azar, quien con estudiantes de la Preparatoria número 5, creó el grupo Teatro en Coapa, mientras que un año después, creadores como Juan José Arreola, Octavio Paz, Juan Soriano, Juan García Ponce, Leonora Carrington, Juan José Gurrola (recientemente fallecido), José Luis Ibáñez y Héctor Mendoza, entre otros, impulsaron Poesía en Voz Alta.

A partir de las propuestas creativas y los extraordinarios resultados de ambos movimientos, Azar propuso y fundó en 1962 el Centro Universitario de Teatro, como un espacio destinado originalmente a la investigación teatral.

Una década después, en 1973, a instancias del maestro Héctor Mendoza, se refunda el centro, dándole una orientación más académica y de formación actoral, como se le conoce hasta la fecha.

Además de los maestros Azar y Mendoza, el CUT ha tenido como directores a Luis de Tavira; Ludwik Margules, quien fungió en dos ocasiones; José Caballero; Raúl Quintanilla; Raúl Zermeño, y José Ramón Enríquez.

A lo largo de casi medio siglo, muchos son los destacados actores, actrices, dramaturgos y directores de escena que han egresado de sus aulas, quienes sin dejar su actividad profesional, son invitados para conformar la planta docente, dándole así a la institución un carácter permanente de formación actoral práctica y actualizada.

La evolución académica del CUT ha generado, entre otras cosas, que ''sus estudios impartidos como un diplomado, sean desde hace año y medio reconocidos como equivalentes a una licenciatura. Aspiración que se impulsó desde hace varios años", explica Antonio Crestani, su actual director.

El espectador es más que un voyeur

A lo largo de esos 45 años se ha consolidado el espíritu original que le dio vida al CUT, ''el rigor técnico y el compromiso social del quehacer teatral. Sin embargo, también se han generado distintas maneras de hacer teatro, lo que ha implicado la adecuación de los planes de estudio", comenta Crestani.

''Una de las diferencias, por ejemplo, se refiere a la formación teatral que se realizaba en el CUT hace 25 o 30 años, la cual se basaba mucho en el aspecto visual, en un realismo que implicaba el sustento de la cuarta pared que no tomaba mucho en cuenta al espectador.

''Ahora se vive un teatro que busca la recuperación de la palabra", explica Crestani. ''En la actualidad, es difícil competir visualmente con la televisión, el cine, el video, inclusive con Internet. Los alumnos, desde hace ya varios años, cada vez más recurren en sus montajes a desaparecer la cuarta pared, es decir, cada vez más interactúan con el espectador.

''Al respecto -concluye Crestani-, creo que el teatro mexicano se perfila hacia donde el espectador es reconocido más como partícipe activo del celebratorio y efímero hecho teatral, que sólo como voyeur."

El CUT cumplió ayer su 45 aniversario. Para celebrarlo, en sus instalaciones de Insurgentes Sur 3000, atrás de la sala Nezahualcóyotl, del Centro Cultural Universitario, hubo comida y bailongo, con la asistencia de alumnos y ex directores. Asimismo, se constituirá la Asociación de ex Alumnos. Posteriormente, en septiembre, se presentará un volumen con 10 obras de dramaturgos mexicanos y se realizará un ciclo de conferencias magistrales y diversas mesas de reflexión sobre el futuro del teatro en México.

En la actualidad, el CUT cuenta con presupuesto de 7 millones de pesos al año, con una planta de 27 docentes y 16 alumnos ingresan por generación. Posee, además, dos teatros con aforo para alrededor de 100 personas.