Asegura que no dará marcha atrás en la lucha contra el crimen organizado
Explica Felipe Calderón a los más ricos su plan contra la delincuencia
Los empresarios más poderosos del país, agrupados en el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, conversaron ayer con el presidente Felipe Calderón sobre reforma fiscal y seguridad, entre otros temas.
Entre los asistentes a esta comida privada se encontraba el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, quien acudió a la residencia oficial de Los Pinos una semana después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó una serie de artículos de la llamada ley Televisa.
Adrián Sada, presidente del Grupo Vitro, refirió que hablaron sobre la reforma fiscal, tema que tratarán con el secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens.
En este encuentro, que duró dos horas, los empresarios también elogiaron la política de Calderón en materia de seguridad, y expresaron una serie de preocupaciones sobre el impacto que tiene la delincuencia en las inversiones.
Calderón, quien estuvo acompañado del jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Juan Camilo Mouriño, dio una amplia explicación a los hombres más ricos del país sobre su estrategia de seguridad, y aseguró que no dará marcha atrás en la lucha contra la delincuencia.
Cerca de las cinco de la tarde salieron de la casa presidencial diversos empresarios, entre ellos Claudio X. González, Lorenzo Servitje, Carlos Slim Domit, Antonio del Valle Ruiz y Gastón Azcárraga.
Por la mañana, Calderón se declaró gustoso de haber constatado en su reciente gira internacional que las empresas europeas ven a México como una alternativa real para hacer inversiones y beneficiarse de menores costo de producción.
A decir del michoacano, los empresarios extranjeros aprecian que en México hay menores aranceles y un mejor mercado para exportar hacia Estados Unidos, Europa y Asia.
En la inauguración de la Cumbre Urbania 2007, el mandatario también llamó a autoridades estatales, municipales y delegacionales a hacer a un lado diferencias partidistas para afrontar lo que definió como desafíos de "grandes proporciones" en materia de desarrollo urbano.
Sin la presencia de autoridades del gobierno perredista de Distrito Federal, el jefe del Ejecutivo fue insistente en llamar al esfuerzo coordinado de los tres órdenes de gobierno para enfrentar los rezagos en materia de desarrollo urbano.
Aseguró que el reto que enfrentan la sociedad y el gobierno es de "grandes proporciones", ya que para 2030 la población urbana en México pasará de más de 80 millones a más de 110 millones de habitantes en las ciudades; de ésta, 50 por ciento estará concentrada en 31 ciudades de más de medio millón de personas.
Aseguró que promoverá una acción coordinada de los tres órdenes de gobierno para evitar la concentración de asentamientos urbanos en zonas de riesgo, así como para hacer frente a la delincuencia y al crimen organizado que amenaza la vida y la integridad de las familias en las grandes ciudades.
Anunció que su gobierno participará en diversos planes metropolitanos interestatales, como el del valle de México, el de Puebla-Tlaxcala, La Laguna, Tampico-Ciudad Madero, Puerto Vallarta-Bahía de Banderas y La Piedad-Santa Ana.