Usted está aquí: lunes 11 de junio de 2007 Mundo Arrasa la derecha en la primera ronda de las legislativas francesas

El triunfo de la UMP facilitará a Sarkozy efectuar reformas laborales y educativas

Arrasa la derecha en la primera ronda de las legislativas francesas

Con casi la totalidad de los votos contabilizados, la Unión por un Movimiento Popular obtiene 39.57% de las preferencias y los socialistas 24.73

La abstención fue de 39.52 por ciento

REUTERS, AFP, DPA

Ampliar la imagen El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, luego de emitir su sufragio en la ciudad de Neuilly-sur-Seine, cerca de París El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, luego de emitir su sufragio en la ciudad de Neuilly-sur-Seine, cerca de París Foto: Reuters

París, 10 de junio. La conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) de Francia consiguió imponerse en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias celebradas hoy, un mes después de que llevó a la presidencia al derechista Nicolas Sarkozy, quien con este triunfo tendrá mayor facilidad para cumplir su proyecto de reformas laborales y educativas.

Con 98 por ciento del escrutinio, la UMP consiguió 39.57 por ciento de votos, pero con los sufragios de las agrupaciones aliadas podría contar hasta con 45.7.

Los socialistas, segunda fuerza electoral, se perfilan en esta primera jornada electoral hacia una nueva derrota, luego de que su candidata presidencial, Segolene Royal, no pudo vencer a Sarkozy, de 52 años, en la segunda vuelta del 6 de mayo pasado.

El Partido Socialista Francés (PSF) se adjudicó 24.73 por ciento de votos, mientras el centrista Movimiento Demócrata (MD), encabezado por el ex candidato Francois Bayrou, recibió alrededor de 6.5.

El ultraderechista Frente Nacional, de Jean Marie Le Pen, también registró una caída en su votación, al obtener 4.2 por ciento de las boletas -apenas 0.1 por ciento más que el Partido Comunista Francés-, en unos comicios marcados por una abstención de 39.52 por ciento.

Un total de 44 millones de franceses estaban registrados para votar. Con 98 por ciento de sufragios contabilizados, la UMP recibió 10 millones 227 mil 991, mientras los socialistas obtuvieron 6 millones 391 mil 634.

Analistas políticos franceses advirtieron en días pasados que los resultados de la primera vuelta podrían significar un voto de confianza para Sarkozy y su primer ministro, Francois Fillon.

"Esta noche hemos recorrido un tramo del camino, pero todo se decidirá el domingo próximo. El cambio está en marcha", expresó Fillon al celebrar los resultados favorables para la UMP.

En la Asamblea Nacional que concluye su mandato, la UMP tuvo 359 diputados, mientras los socialistas disponían de 149.

Con las cifras derivadas de los comicios de este domingo, la UMP y las organizaciones aliadas podrían sumar entre 383 y 501 diputados, lo cual les daría amplia mayoría en la Asamblea Nacional, compuesta por 577 representantes.

Entre las figuras políticas que este domingo resultaron electas se encuentran Fillon -quien repite como representante- y seis ministros: Jean Louis Borloo, de Economía; Hervé Morin, Defensa; Xavier Betrand, Trabajo; Eric Woerth, Presupuesto; Valerie Pecresse, Enseñanza Superior, y Dominique Busserau, Transportes.

Además, el presidente de la bancada de la UMP, Bernard Accoyer, fue relecto.

Antes de los comicios, Fillon dijo que los miembros del gabinete debían ganar si querían conservar sus cargos. Uno de los que tendrán que ir a segunda vuelta es el ministro del Interior, Michelle Alliot-Marie, así como Alain Juppé, de Ecología.

Si los datos son confirmados el domingo 17 de junio en la segunda vuelta, Sarkozy gobernará con una débil oposición durante los cinco años de su periodo presidencial, para el cual puede relegirse con base en la ley constitucional francesa.

Según el ministro de Economía, Jean Louis Borloo, el resultado de la primera vuelta es muestra de que el pueblo francés quiere dar una oportunidad al gobierno y desea un Parlamento que trabaje en armonía con la administración.

Socialistas, comunistas y ecologistas podrían conseguir entre 60 y 185 diputados.

"Todos aquellos que no quieran que un único partido controle la Asamblea Nacional deben venir a votar el domingo próximo", expresó el líder del PSF, Francois Hollande.

El sistema electoral francés prevé que se dispute una segunda vuelta en las circunscripciones donde ningún candidato haya obtenido 50 por ciento de votos. Para pasar a la segunda ronda, los candidatos necesitan el apoyo de 12.5 por ciento de electores registrados.

Según los especialistas en asuntos electorales franceses, este "sistema de mayorías" perjudica a los partidos pequeños y fortalece a los que obtienen mayor votación.

Es por eso que la formación centrista de Bayrou -creada en mayo a raíz de su tercer lugar en la primera vuelta presidencial, en abril- y el partido ultranacionalista de Le Pen enfrentarán dificultades para contar con representantes en la Asamblea Nacional.

El MD de Bayrou podría quedar con máximo cuatro legisladores. El dirigente centrista fue militante de la derechista Unión por la Democracia Francesa, antigua aliada de la gobernante UMP. De los 29 diputados que tenía la UDF en la Asamblea Nacional saliente, 22 se unieron a Sarkozy y se presentaron como candidatos como miembros del partido Nuevo Centro, encabezados por el actual ministro de Defensa.

El ultraderechista Frente Nacional, que carecía de diputados, tampoco está en condiciones de conseguir representante.

El Partido Comunista, que hasta hace 20 años era una fuerza significativa, podría quedar en la próxima legislatura con máximo 12 diputados y mínimo seis.

Para los socialistas, las elecciones podrían ser uno de sus mayores desastres comiciales en años recientes.

El objetivo planteado por los dirigentes del PSF fue mantener una cantidad de diputados que permita contar con una "oposición digna".

"Por debajo de 100 diputados socialistas se podría considerar que la situación es desastrosa", estimó un analista de la prensa local. En 1993, el PSF obtuvo su menor presencia en la Asamblea Nacional con 70 diputados.

Según un reciente sondeo, una de las causas de la pérdida de apoyo a los socialistas es su falta de adaptación a los cambios mundiales.

"Aterrada por la globalización e impotente a la hora de repensar su futuro, la izquierda está encerrada en una espiral de fracaso y sufre para conciliar sus aspiraciones y la realidad del mundo contemporáneo", señaló el diario Le Monde.

Al comentar las perspectivas del PSF, Royal, quien no se presentó como candidata a diputada, aseveró hoy que "la democracia francesa necesita una izquierda que vigile, proponga, renueve y prepare la alternancia".

 
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