Usted está aquí: miércoles 16 de mayo de 2007 Política CNDH: graves abusos de militares en Michoacán

Una joven fue violada y hay denuncias de cuatro más: Soberanes

CNDH: graves abusos de militares en Michoacán

Hay 52 quejas por cateos ilegales, detenciones arbitrarias y tortura

VICTOR BALLINAS

En los operativos contra el narcotráfico que se realizan en Michoacán, ''militares han incurrido en violaciones de suma gravedad a los derechos humanos de la población civil'', denunció ayer el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes. ''Hay 52 quejas, cinco de ellas de mujeres que manifiestan haber sido ultrajadas; cuatro son menores de edad y en una de ellas la violación está plenamente acreditada con evidencias científicas. Esta chica presentaba estrés postraumático y no podía hablar; con ayuda sicológica pudo establecerse la comunicación. Sí fue violada. En los otros casos se están haciendo estudios médicos''.

También ha habido cateos ilegales, detenciones arbitrarias, tortura, atentados a la integridad física, allanamientos y ejercicio indebido del servicio público''.

El ombudsman resaltó que en el momento en que se encarga la seguridad pública directamente a los militares, "se empieza a trastocar el sistema legal", por ello, dijo, "estamos por que se fortalezca a la institución policiaca y que el Ejército, lo antes posible, sea sacado de las calles y que cumpla exclusivamente su función de defensa de la soberanía nacional, no de la persecución de la delincuencia".

Soberanes sostuvo: "Estamos padeciendo el descuido en la lucha contra el crimen organizado que se dio en el anterior sexenio; estamos pagando esos costos. A ello debemos agregar la falta de policía y que las labores de ésta las están realizando militares, sin ser esa su función constitucional''.

Abundó: "Se tiene que hacer lo que no se ha hecho en 10 años: fortalecer a la Policía Federal Preventiva, a las policías estatales y municipales, darles capacitación, equipamiento, salarios dignos, y cuanto antes ir supliendo a los militares por policías''.

Al presentar un informe preliminar sobre las quejas recibidas contra actividades de las fuerzas armadas en el combate al crimen organizado en los municipios de Nocupétaro, Carácuaro y Huetamo, así como en la ciudad de Apatzingán, Michoacán, Soberanes señaló: "Hasta el día de ayer se han recibido 52 quejas, de las cuales 10 personas presentan heridas que tardan en sanar menos de 15 días, y en dos casos los agraviados presentan lesiones que hacen presumir que fueron víctimas de tortura".

En Apatzingán, subrayó, se presentaron siete quejas y se han recabado 25 actas circunstanciadas. Se presumen como conductas violatorias ocho detenciones arbitrarias y tres allanamientos de morada. Tres de los detenidos muestran equimosis y escoriaciones dermoepidérmicas. Cinco no tienen lesiones. Al visitar el cuartel de esa ciudad los visitadores de la CNDH no pudieron recabar pruebas porque se les argumentó que no había personal que los atendiera".

Soberanes reveló que al acudir personal de la comisión al Cereso, se entrevistaron con cinco quejosos y ninguno presentaba lesiones graves, pero "una mujer se quejó de tocamientos indebidos por parte de un elemento militar, dentro de un vehículo, y señaló que le fue introducido un dedo en la vagina; refirió que a otras cuatro mujeres les hicieron lo mismo".

El ombudsman dio a conocer que el 8 de mayo, la Procuraduría General de la República proporcionó los nombres de las cuatro menores de edad -tres de 17 años y una de 16-, mismas que ya presentaron queja y manifestaron haber recibido tratos crueles y/o degradantes, ataques a su integridad, y refirieron otras conductas de naturaleza sexual perpetradas presuntamente por personal militar.

Las jóvenes denunciaron ante la CNDH que los soldados les dieron a oler una sustancia "que les produjo un profundo sueño, y no saben cuántos días las tuvieron con la cara cubierta y las golpearon. Las amenazaron con tomar represalias contra sus familias si se quejaban".

Soberanes aseguró que "en el pantalón de mezclilla de una de las jóvenes se localizó una mancha blanquecina amarilla; la prenda está bajo resguardo de la CNDH y se han tomado muestras para su correspondiente estudio clínico y de laboratorio. Hasta ahora se presumen atentados a la integridad física y sexual de una menor, ya que presenta lesiones en glúteo derecho y en órganos genitales externos. Se realizarán análisis de sangre y orina para determinar probables abusos contra otras tres mujeres menores de edad".

En Nocupétaro, abundó el ombudsman, se recabaron nueve quejas, se presumen cateos ilegales, robos, daños en propiedad ajena, señalándose a elementos del Ejército Mexicano como probables responsables. En Carácuaro se observó "una notoria presencia militar", pero no se recibió queja alguna; en el poblado Las Guacamayas se recabaron ocho quejas y en la delegación de la PGR se certificó el estado de salud de seis detenidos. "Coinciden en sus testimonios en que fueron aprehendidos en sus domicilios por militares y policías ministeriales, pero en su mayoría soldados".

Denunciaron haber sido golpeados con manos y pies, dijeron que les fueron colocadas bolsas de plástico en la cabeza e introducidos en agua. Aseguraron que los maniataron con tiras de tela y les cubrieron la cabeza. En dos de ellos se encontraron indicios de "actos de tortura".

Soberanes aseguró que la CNDH "no acepta complacencia alguna con las violaciones a derechos humanos, pero tampoco secunda a voces que piden la limitación de garantías de la población con la falsa idea de que tal medida permitiría a las autoridades operar más enérgicamente contra el crimen organizado".

Convocó a denunciar las violaciones cometidas por militares o policías en los operativos del combate al narcotráfico. ''Que sepa el Ejército que está siendo vigilado por la sociedad".

 
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