Usted está aquí: martes 15 de mayo de 2007 Mundo Rice comienza visita oficial a Rusia; pretende limar asperezas con Putin

Escudo antimisiles de EU y futuro de Kosovo, entre los temas espinosos de diálogo

Rice comienza visita oficial a Rusia; pretende limar asperezas con Putin

JUAN PABLO DUCH

Moscú, 14 de mayo. En un momento delicado de la relación bilateral, la secretaria estadunidense de Estado, Condoleezza Rice, arribó hoy a esta capital para intentar limar asperezas con el presidente Vladimir Putin y otros interlocutores en el Kremlin, pero consciente de que Estados Unidos y Rusia tienen mucho que negociar, toda vez que sus crecientes discrepancias son de fondo y no de forma.

La agenda de conversaciones de Rice aquí, durante esta que parece la visita más difícil de la jefa de la diplomacia estadunidense de todas las que ha realizado a Moscú, está saturada de temas espinosos.

Estos son sólo algunos: la intención de EU de instalar componentes de su escudo antimisiles en la República Checa y Polonia, considerada por Rusia un peligro para su seguridad nacional; la amenaza rusa, como respuesta asimétrica inmediata, de decretar una moratoria al cumplimiento del Tratado de Armas Convencionales en Europa y hasta de denunciar (en su sentido jurídico) ese documento; y la disputa inconclusa por las rutas de transporte de los hidrocarburos desde el Caspio a través de Rusia o eludiendo su territorio.

También se hablará, y mucho, sobre el futuro de Kosovo, ante la negativa de Rusia a aceptar el proyecto de resolución que se debate ahora en el Consejo de Seguridad de la ONU y que, de facto, concede la independencia a esa parte del territorio de Serbia, sin el consentimiento de este país balcánico.

No menos atención se dedicará al distanciamiento de Rusia, por el retiro de los monumentos de la época soviética como pretexto de una larga relación de agravios acumulados, con Estonia, Polonia y otros países vecinos, que finalmente no son sólo miembros de la Unión Europea -otro ámbito de confrontación en vísperas de la ensombrecida cumbre Rusia-UE en Samara, a orillas del Volga, los próximos días 17 y 18-, sino también de la OTAN, la alianza militar noratlántica, liderada por Estados Unidos.

Y todo lo anterior, en medio de públicas y subidas de tono acusaciones recíprocas, que se convierten en un factor adicional que siembra desconfianza.

Estados Unidos, y la propia Rice, formuló hace poco unos señalamientos que nada gustaron al Kremlin, critica los "retrocesos de la democracia" en Rusia durante la gestión de Putin. Al mismo tiempo, no piensa dar marcha atrás en su política de "apoyar la democratización de Estados soberanos" en el espacio post-soviético, en particular Ucrania y Georgia, lo que es visto por Moscú como intromisión en su área de influencia.

La respuesta de Rusia se centra en cuestionar, con vehemencia verbal, la prepotencia de Estados Unidos respecto del concierto de naciones al arrogarse el derecho de tomar decisiones unilaterales, en beneficio exclusivo de sus intereses, para imponer un pretendido liderazgo mundial.

En lo que va de año, el propio Putin arremetió tres veces contra esa política en la conferencia de seguridad de Munich, Alemania, en su informe anual de gobierno y, el más reciente, en su discurso con motivo del 62 aniversario del Día de la Victoria.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.