Matan a secretario general adjunto de la Corte paquistaní
Islamabad, 14 de mayo. El secretario general adjunto de la Corte Suprema paquistaní, Syed Hamid Raza, fue asesinado este día a balazos en su residencia en las afueras de la capital del país, días antes de que el organismo judicial comenzara a analizar la legalidad de la destitución de su presidente, el juez Iftikhar Mohamed Chaudry.
El asesinato de Hamid Raza fue perpetrado luego de que el pasado fin de semana al menos 41 personas fallecieron en las calles de Karachi en enfrentamientos entre partidarios de Mohamed Chaudry y seguidores del presidente Pervez Musharraf, quien ordenó en marzo pasado la destitución del presidente del máximo tribunal de la nación, acusado de "conductas impropias de su cargo" las cuales no han sido especificadas.
Tras la violencia en Karachi, la capital económica del país, la oposición realizó hoy una huelga general, ampliamente secundada en las principales ciudades del país.
El jefe de policía de Karachi, Azhar Farooqi, manifestó que "la ciudad está totalmente paralizada, no funciona el transporte público, las tiendas se encuentran cerradas y la gente está muy asustada".
No solamente la huelga general provocó la tensa calma de la ciudad. Las reuniones de más de cinco personas fueron prohibidas y las autoridades locales te- mían que la violencia política derivara en violencia étnica, en un país en el que un mosaico de culturas convive a duras penas.
Los defensores del juez Chaudry -que van desde varios grupos islamistas hasta los seguidores de la ex primer ministra, Benazir Bhutto- que no solamente se oponen a su destitución, sino que ven detrás de la decisión de Musharraf un intento del presidente de bloquear la independencia del tribunal, llamaron el lunes a una "jornada negra" de huelga y protesta.
En otro foco de tensión, dos solda- dos estadunidenses fueron muertos a tiros por un soldado paquistaní durante una reunión en la que analizaban un choque fronterizo entre tropas de Pakistán y Afganistán, en el que perdieron la vida ocho policías y cuatro civiles afganos.