El mando militar estadunidense responde que seguirá el rastreo "hasta encontrarlos"
Grupo sunita exige a EU suspender la búsqueda de tres de sus soldados
La organización ligada a Al Qaeda que reivindicó el secuestro no ha pedido rescate
Admite el Pentágono cuatro bajas en combates en el país ocupado tan sólo en 24 horas
Ampliar la imagen Iraquíes festejan tras el ataque a un vehículo militar en el que murió un soldado danés cerca de la ciudad de Basora Foto: Ap
Bagdad, 14 de mayo. Una alianza de grupos sunitas, dirigida por el brazo iraquí de Al Qaeda, pidió hoy al ejército de Estados Unidos que ponga fin a sus operaciones para encontrar a tres de sus soldados secuestrados en Irak, hecho que fue confirmado por el mando castrense estadunidense, que además reconoció cuatro nuevas bajas en la nación invadida en las últimas 24 horas.
"Sus soldados están en nuestras manos. Si les preocupa su seguridad, no los busquen", afirmó el autoproclamado Estado Islámico en Irak, en un comunicado publicado en Internet.
"Estamos convencidos de que ustedes prefieren que todo su ejército sea aniquilado antes de que uno solo de sus cruzados caiga prisionero", agregó la organización, que no mostró fotografías de los soldados para respaldar su afirmación.
La noche del viernes una patrulla de ocho hombres integrada por siete militares estadunidenses y un soldado iraquí, que hacía las veces de intérprete, fue atacada 20 kilómetros al oeste de Mahmudiya, al sur de Bagdad. Cinco de ellos, incluido el iraquí, murieron en el ataque y los otros tres fueron reportados como desaparecidos.
Las tropas estadunidenses continuaron este lunes el raestreo en una peligrosa zona al sur de Bagdad para encontrar a sus tres compañeros desaparecidos. En esas labores participan cuatro mil hombres con apoyo de vehículos, helicópteros y aviones.
"Actualmente creemos que fueron secuestrados por terroristas de Al Qaeda o de un grupo afiliado" a esa red, dijo el general estadunidense William Caldwell. La búsqueda de los militares continuará hasta que sean encontrados, agregó.
"Utilizamos todos los medios de que disponemos, incluidos los satélites", informó Christopher Garver, vocero del ejército.
Al cierre de esta edición no había informes sobre peticiones para la liberación de los soldados y tampoco los captores habían fijado fecha para que las tropas de ocupación abandonen el país lo que, según analistas, sugiere que podrían estar muertos.
Las búsquedas se centran en el llamado triángulo de la muerte, entre las ciudades de Yusufiya, Mahmudiya y Latifiya, varios kilómetros al sur de Bagdad.
En esa zona los insurgentes sunitas, particularmente bien apostados, atacan regularmente a los civiles chiítas y a las fuerzas iraquíes y estadunidenses.
No es la primera vez que Al Qaeda reivindica el secuestro de soldados estadunidenses; en junio de 2006 dos soldados de la 101 división aerotransportada fueron secuestrados por hombres armados en un retén cerca de Yussufiya.
Sus cuerpos mutilados fueron ubicados el 20 de junio, en lo que fue presentado por Al Qaeda como una operación de represalia después de la violación de una adolescente iraquí y el asesinato de su familia por soldados destacados en la misma unidad.
La presencia estadunidense en Irak, en medio de una guerra civil, aumenta el descontento en Estados Unidos. Este episodio de los militares secuestrados podría acarrear nuevas presiones para el presidente George W. Bush de que acepte un calendario para el retiro de tropas, según algunos analistas.
Adam Kokesh, de la organización Veteranos de Irak contra la guerra, al comenzar una visita en la localidad alemana de Ansbach, exigió nuevamente la retirada del país invadido y sostuvo que todos los soldados estacionados ahí sufren síndromes postraumáticos y algunos son envenenados con uranio.
Por lo pronto, el ejército estadunidense reconoció la muerte de cuatro de sus efectivos, lo que elevó a 3 mil 395, el número de bajas desde que invadió Irak, el 20 de marzo de 2003.
Al menos ocho personas, entre ellas cuatro policías, perecieron en una serie de ataques, indicaron fuentes locales, al tiempo que siete insurgentes fueron abatidos y otros 111 arrestados en operaciones de seguridad realizadas durante las últimas 24 horas en Bagdad, según el ejército iraquí.
Un militar danés murió y cinco resultaron heridos al estallar una bomba al paso de su vehículo blindado, cerca de la ciudad chiíta de Basora.
Dinamarca tiene casi 500 soldados estacionados en el sur del país bajo mando británico. Está previsto que las fuerzas terrestres se retiren completamente antes de agosto.
Además, las autoridades iraquíes decomisaron armas y explosivos como parte del plan de seguridad Fard Qanun, puesto en marcha el 14 de febrero en Bagdad y respaldado por Estados Unidos.
El plan, que ha sido criticado por inefectivo, contempla amplias redadas conjuntas de la policía y el ejército, la creación de nuevos centros de operación en áreas violentas y el cierre con vallas de algunos barrios de la capital.
En medio de ese debate, Hamam Hamoudy, miembro del Parlamento iraquí, dijo que los funcionarios consideran urgente una normativa que regule y defina las autorizaciones y las tareas de las fuerzas multinacionales en Irak.
En otro asunto, autoridades militares de Estados Unidos prohibieron el acceso, desde sistemas informáticos del Departamento de Defensa, a una decena de sitios web de socialización, entre ellos MySpace y YouTube, indicó un vocero del Pentágono.
La disposición busca evitar que las conexiones a Internet militares estén saturadas por pesadas descargas a distancia de videos o fotografías, explicó Jeffrey Gordon, un vocero del Pentágono.
Además, la prohibición intenta evitar riesgos de contaminación por virus informáticos, según el comandante Gordon.
Soldados estadunidenses desplegados en Irak y Afganistán han estado visitando en forma creciente sitios como YouTube y MySpace, que les permiten compartir con sus familiares y el resto del mundo sus experiencias por medio de fotografías y videos.