Usted está aquí: lunes 7 de mayo de 2007 Deportes Gladiadores y afición al tú por tú; disfruta el público a sus ídolos de "carne y hueso"

Realizan en México primera exposición sobre lucha libre financiada por empresarios

Gladiadores y afición al tú por tú; disfruta el público a sus ídolos de "carne y hueso"

La reunión busca captar espectadores interesados en el mundo del pancracio

El boletaje fue menor al esperado por los organizadores; asisten sólo 15 mil

Místico, ausente por lesión

PAULA MONACO FELIPE

Ampliar la imagen Llaves y piruetas en la Expo Lucha Libre, que se efectuó en el Centro de Exposiciones Banamex Llaves y piruetas en la Expo Lucha Libre, que se efectuó en el Centro de Exposiciones Banamex Foto: Francisco Olvera

"¡Shocker, no te escondas, ya te vi!", dijo Mónica, de ocho años, al sorprender al güero asomándose detrás del telón. El musculoso luchador respondió con un guiño y arrancó la sonrisa de la niña, quien muchas veces lo había visto de lejos en la arena.

Como Mónica, miles de aficionados disfrutaron del contacto cercano con sus ídolos durante el encuentro Lucha libre, la experiencia, primera exposición empresarial dedicada al mundo del pancracio.

Público en general, aficionados y luchadores de todos los estilos y colores convivieron durante tres días en las instalaciones del Centro de Convenciones Banamex, antítesis de las ruidosas arenas.

La iniciativa fue del grupo CIE, que logró reunir a los principales promotores de México (Consejo Mundial de Lucha Libre, Grupo Revolución y Navarro Brothers) en un acto dirigido a la fiel afición y a un "nuevo público" de mayor poder adquisitivo, a juzgar por el precio de los boletos: 150 pesos por día, 100 para estudiantes y 300 en abono.

Entre cuadriláteros, souvenirs, edecanes y estentórea música, los organizadores intentaron reproducir el ambiente popular de la lucha libre y, por momentos, consiguieron ese objetivo. Uno de esos instantes se vivió el viernes, cuando el escaso público presente corrió hacia el enlonado principal luego de oír una sola frase: "¡Aquí está Místico!"

Gritos y aplausos estallaron, mientras el príncipe de plata y oro hizo su entrada triunfal. Pero más fuerte fue el "¡uh!" por verlo llegar con un brazo vendado.

"Me da lástima no poder trabajar frente al público, que me ha puesto en el lugar donde estoy", sostuvo el también llamado "seminarista de los ojos blancos", quien estará seis meses alejado de los cuadriláteros.

"Estoy para servirles", dijo el enmascarado, y se retiró entre porras y chiflidos.

Pasen, compren, vean

La oferta fue variada: luchas, pláticas, clases, proyecciones, máscaras, fotos, pinturas y música surf a cargo de Los Elásticos, Los Perversos Cetáceos y Mr. Bikini. También hubo comida, bebida, juegos electrónicos y más recuerdos.

Nuevos y viejos aficionados pudieron comprar juguetes, playeras y recuerdos caros para algunos bolsillos. Por ejemplo, cobertores de Místico por 300 pesos, cojines de Blue Demon Jr. por 240, máscaras de 200 y carteles de 50 pesos.

Sin embargo, no todo estaba perdido, porque en los pasillos el respetable se topó con sus ídolos, a quienes acechó con cámaras, bolígrafos (para autógrafos) y teléfonos celulares.

Decenas de enmascarados de todo tipo y fama estuvieron al alcance y la afición disfrutó de esa cercanía.

Lo bueno, lo malo y lo difícil

Ahí pudo verse lo mismo a Volador Jr., Atlantis, Dos Caras Jr., Hijo de Lizmark, Marco Corleone y Alex Koslov, que a Marcela, Amapola, India Sioux, Dandy, Villano III, Pierrot Jr., Los Cocos (Rojo, Verde y Blanco), Voladorcito, Bracito de Plata y Pentagoncito, entre otros.

"La gente está fascinada; le encanta estar en contacto con nosotros, porque ven que somos personas como ellos, también somos gente de carne y hueso", aseguró Pequeño Halloween, integrante de Los Perros del Mal.

Luchadores y aficionados rescataron la importancia de la exposición y le concedieron la oportunidad del debut.

"Qué bueno que se hace esto, porque hay gente que nunca asistió a una arena y es una experiencia bonita", opinó Pequeño Halloween, mientras su compañero, Pequeño Damián, aseguró: "es hermoso, porque da realce al espectáculo de la lucha".

Alex Rodríguez, de 31 años, asiduo visitante de la Arena México, sostuvo: "Obviamente, faltan muchas cosas, pero es lógico por ser la primera vez".

El alto costo del boleto fue, sin duda, el mayor limitante y causa de los momentos desangelados. "Sí, está caro", admitieron algunos visitantes, como Gloria Morales, fanática de Místico, quien supo de la ausencia del luchador, pero asistió a la expo.

Con todo, los organizadores calculan en 15 mil la asistencia, aunque el objetivo era de 20 mil en los tres días.

La sola realización del acto demuestra que la lucha libre mexicana está viva. En el aire queda la pregunta sobre los beneficios que la versión empresarial reditúe a la popular pasión de multitudes.

 
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