Usted está aquí: sábado 5 de mayo de 2007 Opinión Romper la inercia con un pas a deux / II

Gustavo Gordillo

Romper la inercia con un pas a deux / II

Una izquierda centrista. Gane o no Segolene Royal en Francia -y hasta el momento los sondeos no le dan demasiadas posibilidades- con su campaña habrá contribuido a develar mejor un nuevo espacio para la izquierda que viene expresándose desde hace por lo menos dos décadas. A ese espacio lo denomino izquierda centrista, que es un concepto diferente al de centro-izquierda estando, empero, emparentado con términos como nueva socialdemocracia, tercera vía, izquierda emancipadora. Todos estos términos expresan la insatisfacción de un sector de izquierda, tanto con la izquierda comunista como con la izquierda social demócrata o la izquierda guerrillera. Desde el espacio de la democracia se ha impugnado sobre todo a partir de los movimientos sociales -casi todos con el hilo conductor de la oposición a un a una cierta forma de globalización-, a las elites políticas incluyendo las de izquierdas demasiado proclives a buscar consensos entre ellas mismas que terminan por excluir a la mayoría de los ciudadanos. Los síntomas de esa insatisfacción son diversos. Abstencionismo, explosiones sociales espasmódicas.

La tensión central. La campaña de Segolene que primero se enfrentó a los apparatchik de su propia maquinaria política y luego a la maquinaria de las elites políticas francesas en general. Este enfrentamiento lo hace desde las pulsiones de los ciudadanos y sus agrupaciones proponiendo lo que llamó un pacto presidencial con la ciudadanía. Algo parecido está haciendo Barak Obama en Estados Unidos. Antes lo intentó en las elecciones de 2004 en Estados Unidos, Howard Dean. También lo hizo Michelle Bachelet en su campaña y luego en la primera parte de su gobierno. Las reacciones de las elites a estos disidentes internos del sistema son brutales como pueden atestiguar Dean y ahora la presidenta Bachelet. Pero tienen una virtud central. Ponen el acento en la que me parece la tensión central que marca nuestra época. La tensión entre los derechos del ciudadano como individuo y los derechos del ciudadano en tanto miembro de diversas colectividades. Una izquierda centrista es, en consecuencia, aquella que busca establecer puentes entre ambos conjuntos de derechos. Este sería hoy el centro político.

El poder no tiene quién le escriba. Para decirlo de otra manera la tensión entre quienes asumen el poder como una instancia o espacio que se conquista -sea por medio de las elecciones, sea através de la violencia- y a partir de lo cual se accede a las palancas que mueven a una sociedad. O bien, quienes conciben el poder como un conjunto complejo de interacciones sociales que tienen espacios múltiples de expresión y al cual no se accede por conquista así sea de manera "democrática", sino que se conforma como poder democrático a partir de ciudadanos que construyen espacios de autonomía. Esto va mas allá de la discusión entre democracia representativa y democracia directa. Ambas en sus espacios específicos son mecanismos que permiten alcanzar mayorías y minorías, y canalizar conflictos.

Ideologías, discursos, narrativas. Las ideologías prevalecientes durante el siglo XX se destacaron por sus pretensiones universales, de aquí lo peligroso de suponer que la caída del orden mundial bipolar nos conduciría al imperio de la unidimensionalidad. Resulta de la mayor importancia reivindicar que la diversidad de las ideologías es garantía del pluralismo y alimento de la lucha política en todo orden democrático. Esa resaca conservadora con pretensiones universalistas desarrolló ciertas formas de códigos entre las capas más influyentes de la sociedad referentes a etiquetar a los pobres y a otros beneficiarios de servicios sociales como personas moralmente desprovistas de valor y merecimiento, con lo cual los grupos gobernantes y los contribuyentes, en general, quedarían relativamente liberados de sus compromisos con los grupos excluidos de los procesos de modernización. Más recientemente emergió una preocupante variante racista para confrontar políticamente la campaña de López Obrador. La vinculación entre pobres, indios y peligro para México difundida por algunos medios de comunicación y varios sectores de la derecha empresarial transfiere los gérmenes de un profundamente peligroso discurso neoliberal que daña a la democracia. Otra variante del mismo lo hemos visto asomarse ahora en relación con el debate sobre el aborto.

Etica de la responsabilidad o ética de las últimas consecuencias. La propuesta de reforma hacendaria debería estar guiada por tres principios. La ética de la reponsabilidad es decir que toma en cuenta las consecuencias de la acción pública y no sólo ni únicamente la convicciones de los agentes políticos en el gobierno. Weber en su excelente ensayo sobre La política como vocación distingue dos formas de hacer política. Através de la ética de los fines últimos se imponen las convicciones personales independientemente de las consecuencias. La ética de la responsabilidad la ejercen personas que no han renunciado a sus convicciones personales, pero que en la medida que ejercen alguna forma de poder Estado reconocen que sus acciones tienen efectos sobre los demás.

Acuerdos interconectados. El segundo principio sería presentar un paquete completo de reformas en materia hacendaria que se apoyen mutuamente y tengan el efecto de un círculo virtuoso. Se debería buscar convertir a la reforma hacendaria en la piedra de toque de futuras reformas de suerte que se asuma desde el principio por todos los actores políticos, la idea de un proceso de larga duración y de efectos múltiples espaciados a lo largo del tiempo..

Garantías mutuas. Previa a la presentación del paquete hacendario sería necesario continuar un proceso de deliberación pública entre los principales actores económicos y políticos. El formato puede ser muy variado. Deliberación pública no quiere decir que no haya -y de hecho debe haber- convergencias previas, discusiones en privado, acuerdos parciales. Lo que importa es el principio de máxima publicidad conforme se vayan madurando los acuerdos centrales.

http://gustavogordillo.blogspot.com

 
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