Usted está aquí: domingo 29 de abril de 2007 Mundo Red de prostitución deja cesante a jefe de ayuda federal extranjera

Remece el escándalo sexual a Washington

Red de prostitución deja cesante a jefe de ayuda federal extranjera

PL, NOTIMEX

Washington, 28 de abril. El jefe de los programas federales de ayuda extranjera en Estados Unidos, Randall Tobias, dimitió luego de trascender sus presuntas conexiones con una red de prostitutas.

Un reporte de la cadena ABC News informó la víspera que el funcionario de Indiana utilizaba "servicios privados de escoltas y masajistas femeninas".

En declaración pública, el Departamento de Estado explicó que el subordinado de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, "por asuntos personales" debe abandonar su cargo en la oficina gubernamental.

Tobias, de 65 años, admitió en diálogo con reporteros que tuvo contacto con una agencia de chicas, la mayoría mujeres centroamericanas, especializadas todas ellas en relajamiento corporal.

ABC buscaba la reacción de Tobias sobre reportes de que habría utilizado un servicio de acompañamiento de jóvenes y atractivas mujeres, y que según una investigación del gobierno en realidad operaba como una red de prostitución.

Tobías habría aceptado que contactó el servicio "para tener una chica que viniera a mi departamento a darme un masaje", y que "no hubo sexo" de por medio.

Aunque el Departamento de Estado emitió la tarde del viernes un comunicado anunciando la renuncia de Tobías, citó "razones familiares" como la causa de su partida.

La renuncia de Tobias se convirtió en la primera consecuencia del escándalo sobre el supuesto servicio de acompañamiento manejado por Debora Jeane Palfrey, quien enfrenta cargos federales por delitos de crimen organizado.

Poco después de su encauzamiento, Palfrey amenazó con dar a conocer los nombres de algunos de sus clientes de más alto perfil incluidos en una larga lista de 10 mil a 15 mil nombres que acumuló durante sus años de operación.

Palfrey reconoció que su compañía utilizaba jóvenes y atractivas mujeres, algunas con estudios universitarios, para involucrarse en "juegos sexuales" legales en las casas de sus clientes o hoteles, a una tarifa de 275 dólares por 90 minutos.

 
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