Usted está aquí: martes 17 de abril de 2007 Cultura Stuttgart celebra a la leyenda del ballet Márcia Haydée en su cumpleaños 70

Neumeier y Madsen volverán a ponerse las zapatillas para festejar a la bailarina

Stuttgart celebra a la leyenda del ballet Márcia Haydée en su cumpleaños 70

DPA

Ampliar la imagen Márcia Haydée, considerada por sus fans como ''la Maria Callas de la danza'', actuó recientemente en una coreografía de Maurice Béjart

Stuttgart, 16 de abril. Grandes nombres de la danza, como John Neumeier y Egon Madsen, volverán a colocarse las zapatillas de baile para celebrar el 70 cumpleaños de la leyenda del ballet Márcia Haydée, que se cumplen el 18 de abril.

La cita será el 21 de abril en Stuttgart, con Romeo y Julieta, un clásico que no suele deparar papeles precisamente para ''veteranos".

El hecho de que se agotaran las entradas -con precios de hasta 240 euros (325 dólares)- muestra el entusiasmo de los fans por el aniversario de esta artista de origen brasileño que cosechó éxito mundial en Stuttgart, donde comenzó como bailarina en los años 60 y luego fue directora del ballet de la ciudad y coreógrafa.

Haydée es famosa también por ''tener los pantalones bien puestos", nunca dudar de sí misma ni retroceder ante nada.

En sus grandes papeles, como en Romeo y Julieta, o como Tatiana, en Onegin, mostró cómo una bailarina crea energía propia, de su alma, y no depende sólo de los músculos y la técnica.

Y a ese estilo ha permanecido fiel hasta hoy Marcia Haydée Salaverry Pereira da Silva, nacida el 18 de abril de 1937 en Niteroi, junto a Río de Janeiro.

Además de su trabajo como directora del Ballet de Santiago de Chile, que quiere prolongar de nuevo en 2008, Haydée sugue actuando sobre los escenarios.

Este año participó en La madre Teresa y los niños de este mundo, de Maurice Béjart; como la bruja Madge, en La Sylphide, y como Mamma Rosaria en I Fratelli (Los hermanos), de Mauro Bigonzetti.

Sus más recientes presentaciones no siempre fueron bien recibidas. En 1991, su creación Los planetas, con la que pretendía transmitir su visión personal del ballet, terminó en abucheos. ''Muchas veces he tenido malas críticas, ésas hay que leerlas y digerirlas. Siempre me ha ayudado el yoga, no sólo para mantener sano mi cuerpo, sino sobre todo para la meditación", señala.

La artista, considerada por sus fans como la ''Maria Callas de la danza", no se ve como una bailarina clásica en su sentido estricto. ''Siempre fui una actriz danzarina", asegura.

Haydée ha dejado una huella imborrable en el ballet del siglo XX. Comenzó a bailar con cuatro años, y luego ingresó en la Royal Ballet School, de Londres.

Fue la gran musa de John Cranko, quien trajo a Haydée del ballet de Montecarlo a Stuttgart y la convirtió en una estrella. La formó como una de las mejores artistas de la época, que se convirtió en los años 60 en la personificación de la danza-teatro clásica.

Para los fans del ballet, Haydée es tan importante como Margot Fonteyn o Galina Ulanova, y no hay casi ningún personaje del mundo de la danza que no haya bailado con ella: Neumeier, Rudolf Nureyev, Mijail Baryshnikov o Erik Bruhn compartieron escenario con la brasileña.

 
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