Usted está aquí: viernes 13 de abril de 2007 Política La STPS recibe documentos y no tiene por qué dudar de su autenticidad, dice Abascal

Se actuó correctamente al otorgar la toma de nota a Elías Morales, sostiene

La STPS recibe documentos y no tiene por qué dudar de su autenticidad, dice Abascal

El ex secretario del Trabajo y de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, señaló ayer que la autoridad laboral no tiene ninguna responsabilidad de validar la autenticidad de las firmas de los documentos que le presentan los sindicatos.

Al referirse al fallo de un tribunal que ordenó la restitución de Napoleón Gómez Urrutia como dirigente de los mineros, luego de que se comprobó la utilización de firmas falsas en el documento que validaba su remoción, el actual secretario general adjunto del Partido Acción Nacional (PAN) explicó que la autoridad laboral recibe las promociones que hacen los sindicatos con un compromiso jurídico de éstos de decir verdad.

La secretaría recoge esta información de buena fe y la procesa, pero no tiene absolutamente ninguna responsabilidad en validar la autenticidad de las firmas o cualquier otra cosa, salvo que quien lo promueva tenga facultades para hacerlo.

Por lo tanto, la autenticidad de la información queda bajo la responsabilidad de quien la generó, es decir, de parte del sindicato o de su comisión de vigilancia o de quien proceda, explicó el dirigente panista en una información que difundió el Comité Ejecutivo Nacional panista.

En una defensa del procedimiento que realizó la Secretaría del Trabajo cuando su titular era Francisco Salazar, agregó que con la información que entregan los sindicatos, la autoridad laboral realiza un trámite administrativo, por ejemplo, niega una toma de nota o la otorga. Pero si hay trabajadores que se sienten afectados por ello, tienen la facultad de acudir a un tribunal para presentar su queja.

Carlos Abascal expuso que la secretaría hace un acto administrativo que es válido en tanto una autoridad judicial decida lo contrario. Si ello sucede, la primera recibe la información, rectifica la decisión y se acabó. Así de sencillo es el procedimiento, a menos que se demuestre que hubo mala fe, lo cual se tendría que demostrar, puntualizó.

El secretario general adjunto panista dijo no sentir ninguna preocupación ante una eventual investigación en su contra por el caso de la remoción de Gómez Urrutia. De hecho, recordó que cuando fue titular de la Secretaría del Trabajo se otorgó la toma de nota al dirigente de los mineros porque se consideró que cumplía con los requisitos establecidos en la ley.

Agregó que actuó con rectitud de intención y con apego a la ley. ''Estamos absolutamente en paz'', sostuvo, al recordar que ya no le tocó la fase relacionada con Elías Morales y tampoco fue consultado por su sucesor, Francisco Salazar, sobre ese caso. La secretaría no tenía por qué consultar a nadie, insistió.

Carlos Abascal rechazó por último las declaraciones del dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores, Francisco Hernández Juárez, en torno a que desde un año antes de la remoción habría advertido que el gobierno iría contra Napoleón Gómez Urrutia.

''Nosotros demostramos que nos apegamos invariablemente al estado de derecho y, por tanto, todo lo demás que se diga es afán de notoriedad y especulación'', subrayó.

 
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