Usted está aquí: domingo 8 de abril de 2007 Opinión ¿La Fiesta en Paz?

¿La Fiesta en Paz?

Leonardo Páez

Ametos y Codemos, cadena de ridículos

SI EL "NUEVO" gobierno federal pudiera dar muestras de valor civil, crearía ya, entre otras cosas, una comisión de honor y justicia que ventilara y enseguida saneara el cochinero en que están convertidas, hace años, las millonarias instituciones encargadas de promover el deporte en México. Pero la autorregulación ineficaz es otra punta de lanza de la derecha neoliberal.

DESPUES DE LOS reiterados señalamientos hechos en este espacio sobre la improcedente solicitud de ingreso de la autonombrada y autoelegida Asociación Mexicana de Tauromaquia (AMT) a la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme), ametos y codemos -en ejemplar despliegue de identificación de fines y turbiedad de procedimientos- acabaron hermanados por... la ineptitud.

SOLO UNA CONFEDERACION tan adinerada como infructuosa -que hace décadas no da una en cuanto a obtener y mantener niveles deportivos internacionales- podía recibir en su seno a una grotesca asociación taurina cuyo presidente vitalicio (sic), Pedro Haces, su consejo nacional permanente (resic) -entre quienes se cuenta Víctor Curro Leal, uno de los actuales empresarios de la Plaza México-, su mesa directiva, sus vicepresidentes y sus vocales fueron elegidos por ¡ellos mismos!

A ESTE DESPLIEGUE de ridiculeces, autocomplacencias y complicidades, así como a la conmovedora intención de la AMT de "rescatar" a la fiesta de toros, hay que añadir la incapacidad de Haces y colaboradores de cumplir cuantos objetivos han anunciado -creación y promulgación en enero pasado de un reglamento taurino único, construcción de un centro de alto rendimiento en Tlaxcala, congresos y exposiciones, así como la asistencia de Felipe Calderón a la corrida número mil en la Plaza México.

EN CAMBIO, EL sábado 31 de marzo la AMT inició, por fin, su temporada de novilladas quincenales en la plaza tlaxcalteca pero, en congruencia con sus anteriores petardos, los ametos no dudaron en abandonar a su suerte al novillero Alejandro Avelar -corneado en el escroto durante dicho festejo-, cuando es obligación de la empresa organizadora cubrir los gastos médicos de los toreros heridos durante las primeras 24 horas; el pago lo hizo la Asociación Nacional de Matadores, que a la fecha se hace cargo de los percances de 12 de sus socios.

ENTONCES, LA ASOCIACION Nacional de Matadores emitió un tajante boletín de prensa en el que comunica que a partir de el hecho referido, ningún torero que participe en los festejos que Haces y sus ametos organicen estará cubierto con gastos médicos mayores, "debido a que el señor Haces es representante de otra agrupación; no cubre lo estipulado en nuestros estatutos correspondiente al fondo de reserva, y no cuenta con ningún seguro médico para los festejos taurinos".

¿SE ATREVERAN GANADEROS, empresarios y subalternos a cerrar filas con los matadores para frenar tanto aventurerismo? ¿Seguirá el gobierno de Tlaxcala alcahueteando las fantasías de Haces? En La Jornada pronto lo sabremos.

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