Usted está aquí: lunes 12 de marzo de 2007 Deportes Emotivo empate entre Pumas y Guadalajara; Omar Bravo, errático

Los auriazules estrellaron dos tiros en la portería de Luis Michel

Emotivo empate entre Pumas y Guadalajara; Omar Bravo, errático

En un marco esplendoroso en Ciudad Universitaria los goyas y chivas se escucharon por igual

El arquero Rodríguez, acertado

Fue el duelo número 100 entre ambos equipos

CARLOS HERNANDEZ

Ampliar la imagen El auriazul Leandro Augusto y el chiva Diego Martínez no dieron tregua durante el intenso partido Foto: Reuters

El marco esplendoroso que fue ayer el estadio de Ciudad Universitaria merecía por lo menos un gol.

Sin embargo no fue así debido a las graves fallas de Omar Bravo, a los aciertos del arquero Rogelio Rodríguez y a dos balones que pegaron en la portería visitante, por lo que el colorido marco de porras, brincos y cánticos se tuvo que conformar con una pintura futbolera entre Pumas y Chivas que dejó un sabor amargo por el empate sin anotaciones.

Fue el partido número 100 entre ambos equipos con saldo favorable al conjunto tapatío, con 42 triunfos, 32 empates y 26 derrotas.

Sólo ante Guadalajara el estadio Olímpico Universitario luce con las gradas invadidas de playeras visitantes y se escuchan por igual los Goyas y el Chivas. Y se oyeron con la misma intensidad aplausos y silbidos para el Bofo Bautista, quien ingresó en el segundo tiempo, y para el ex rojiblanco Francisco Palencia.

Fue un partido de contrastes. El primer tiempo fue tedioso, ya que predominaron la marca y las imprecisiones, mientras el segundo se tornó en un duelo de ida y vuelta, con emociones en ambas porterías, y en ese ir y venir Bravo se vistió de villano, mientras el portero apodado Rorro lo hizo de héroe.

El marcaje severo en todos los sectores de la cancha y los equipos que parecieron respetarse en demasía propició una primera parte de escaso futbol.

El guardameta Michel ha llenado los guantes que dejó Oswaldo Sánchez y en los primeros minutos realizó oportunas salidas para conjurar embates de Palencia y Scocco, con lo que se ganó el grito de "¡portero-portero"!

Y aunque los rojiblancos tenían el control del esférico, las llegadas de más peligro fueron universitarias, pero debido a errores en la zaga visitante.

El duelo se compuso en los minutos finales, en una falla de Santana al mandar desviado un cabezazo cuando estaba sin marca en el área, y en un testarazo de Bravo que se estrelló en el travesaño; ambas jugadas gracias a desbordes de un Venado Medina que mostró su talento a cuentagotas.

Para el complemento los torcedores del chiverío pidieron al Chepo de la Torre la inclusión del Bofo, quien en sus desplantes de divo fue el último en llegar a la banca y en empezar a calentar; todo en forma displicente.

Para beneplácito de los millones de seguidores de ambos equipos las emociones llegaron sobre ambas metas. Iniciaron con una barrida del pundonoroso Palencia, quien pasó cerca del poste derecho y la respuesta fue un pase filtrado a Bravo, quien llegó sin marca por la izquierda, pero su disparo sin colocación fue detenido por el Rorro.

Bravo siguió con la mira errada cuando llegó otra vez sin presión al área, pero tocó muy suave a la izquierda de un atento Rodríguez que realizó otra salida oportuna.

Los cuadros aflojaron la marca y los jugadores tuvieron espacios, pero Omar siguió con sus fallas garrafales. Sumó su tercer yerro en apenas 12 minutos del complemento; esta vez recibió un milimétrico pase filtrado de Ramón Morales pero mandó un tiro sin fuerza.

Los técnicos movieron sus piezas en busca del arco rival. El Chepo levantó el castigo al Bofo y lo hizo ingresar por un Santana que se había mostrado batallador, pero sin mayor trascendencia.

En tanto, el Tuca Ferretti sacó al novato Pablo Barrera e ingresó al Cachas Iñiguez, quien trató de superar la zaga rojiblanca con su velocidad, pero no tuvo éxito.

El público rojiblanco desahogó la presión y por fin gritó gol en una jugada en la que Bravo mandó el balón a las redes, pero estaba en fuera de lugar.

Los minutos finales fueron para el cuadro de casa, impulsado sobre todo por un siempre cumplidor Leandro Augusto y por Palencia que peleó todas las pelotas, pero sin mayor fortuna.

Pumas estuvo cerca del gol en tres jugadas: un disparo de larga distancia de Jehu Chiapas, quien hizo cimbrar el poste derecho de Michel; un cabezazo peligroso de Iñiguez que el arquero chiva desvió a córner y un tiro sorpresivo y potente de Israel Castro que pegó en el mismo palo derecho.

 
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