Usted está aquí: miércoles 7 de febrero de 2007 Espectáculos Me cuido de la fama y trato de ser una persona normal: Norah Jones

Not Too Late, recientemente lanzado al mercado, es el nuevo disco de la neoyorquina

Me cuido de la fama y trato de ser una persona normal: Norah Jones

Lo diferente del álbum es que "escribí casi todas las canciones; en los pasados años he compuesto más y me he involucrado con la producción", expresa durante su visita a México

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen No pienso en la música en términos de poder, afirma la cantautora

"La música es lo que hago y amo; el jazz es, simplemente, un tipo de música, y cantar es, para mí, un medio para expresarme", comentó en entrevista con La Jornada Norah Jones, quien estuvo de visita en México para promover su tercer disco, titulado Not Too Late, que salió al mercado el pasado 29 de enero en todo el mundo.

Su apariencia no refleja la fuerza de su calidad artística. Es menudita y tiene una belleza lozana. Durante la charla tenía puesta una blusa, que la hacía ver atípica, y un pantalón de mezclilla; el pelo lo trae largo. Las preguntas las escucha con atención. Medita las respuestas y si algo le hace gracia, ríe, y mete las manos entre las piernas. Tiene un binomio único: fama y juventud.

Jones ha presentado dos discos: el primero en febrero de 2002, Come Away With Me, en el sello Blue Note Records. Tenía entonces 22 años. La producción se convirtió en un suceso, pues es uno de los álbumes debut más vendidos de todos los tiempos.

La cantante-autora-pianista regresó en febrero de 2004 con Feels Like Home, con una mezcla de temas compuestos por ella y su banda, y covers. Tanto como vocalista y pianista, Jones ha logrado desarrollar una mezcla única de jazz con toques de country, blues y folk contemporáneo.

Nació en Nueva York y a pesar de ser hija del reconocido músico Ravi Shankar, creció lejos, en Texas, con su madre.

­¿Cómo la cambió la fama?

­Es un poco raro, extraño. Lo que intento hacer es olvidarme de la fama y no pensar en ella. Me cuido de ella y trato de ser una persona normal. Creo que hay gente a la que sí la cambia.

­La fama da poder. Debe ser algo agradable.

­Algunas veces. Sí, es verdad, puede dar satisfacciones, pero yo no lo tomo así, quizá porque no lo he realizado bien; quizá no me he dado cuenta cabalmente. No pienso en la música en esos términos, como poder.

Se necesita un cambio

­Como ciudadana, ¿cuáles son sus preocupaciones sobre el entorno político de su país?

­Necesitamos un cambio, no sólo de las personas que están en el poder, sino en las formas como se manejan las cosas desde el gobierno. Inclusive el sistema electoral se ha centralizado y afinado.

"Creo que para la gente joven, no sólo de mi país, sino de todo el mundo, es importante que los políticos y candidatos hagan un esfuerzo para establecer un vínculo con la gente joven y tratar de despertar en ellos emociones, para que se interesen."

­¿Qué piensa del presidente George W. Bush?

­Humm... Es difícil decirlo. Pienso muchas cosas acerca de él, pero no creo que sea importante que yo exprese mi idea de él, en particular. Mi opinión tiene que ver con que debe de haber un cambio.

"Puede que me haga llorar"

­¿A qué ayuda una canción a una persona? La gente escucha canciones a diario. ¿Una canción puede acentuar un momento difícil?

­Para mí, si paso por un momento en que me siento mal o triste, puede ser que una canción me haga llorar, pero esto no es necesariamente malo, porque a final de cuentas me desahogo y saco todo lo que traigo. Eso mientras no sea una canción que incite al suicidio o que diga que eres una persona mala.

­¿Qué ofrece de nuevo en su disco Not Too Late?

­Lo más diferente es que he escrito casi todas las canciones. En los pasados años he estado componiendo más y me he involucrado más en la producción.

­¿Tiene miedo a algo?

­... no realmente. Tengo la tendencia a que me gusten las cosas que me dan miedo. (Soltó una carcajada.) Quiero hacer paracaidismo y lanzarme en esa cosa que se llama bongie, en el que te echas de un puente con unos elásticos.

"¡Ah! El calentamiento global, sí: eso me asusta mucho. Y lo aterrorizante que será la escasez de agua."

Su visita a México fue rápida. Tan sólo dos días. Dijo que espera que en la próxima pueda conocer más el Distrito Federal e ir a la Plaza Garibaldi, "¡Oh, los mariachis!", exclamó.

 
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