Usted está aquí: domingo 4 de febrero de 2007 Sociedad y Justicia Educación deficiente, mecanismo para la reproducción de desigualdades

La brecha entre ricos y pobres impide garantizar el acceso al conocimiento

Educación deficiente, mecanismo para la reproducción de desigualdades

Es un factor ligado al bienestar de los hogares, destaca reporte de la UNESCO

LAURA POY SOLANO

Ampliar la imagen Las familias con menor nivel educativo en América Latina perciben los ingresos más bajos, señala un informe sobre tendencias sociales y educativas elaborado por la UNESCO Foto: Guillermo Sologuren

La desigual distribución del conocimiento que prevalece en los países latinoamericanos propicia que, en los hechos, la educación sea un mecanismo de reproducción de desigualdades, pues quienes cuentan con menos años de formación tienen escasas probabilidades de acceder a ingresos altos y estables.

Esto obliga a involucrar a los hijos de las familias más pobres en la construcción de su propio bienestar, revela el Informe sobre Tendencias Sociales y Educativas en América Latina 2006.

El reporte, elaborado por el Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina ­programa del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación-UNESCO, y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura­, advierte que este modelo social genera que los menores abandonen sus estudios y configura un escenario en el que se transmiten las desigualdades educativas de una generación a la siguiente.

Donde prevalece una enorme distancia entre ricos y pobres, insiste el informe, es impensable garantizar el acceso al conocimiento a todos los niños y adolescentes.

De acuerdo con el reporte, sólo una visión integral de los problemas sociales con políticas transversales que contemplen de forma simultánea aspectos de producción, desarrollo social y comunitario, salud, educación y cultura, permitiría "romper con los mecanismos de reproducción social y generaría condiciones para crear sociedades más justas e integradas".

En lo que respecta a la educación y su relación con el bienestar de los hogares, destaca que las familias en que el jefe de hogar tiene primaria incompleta, la probabilidad de pertenecer al tercio de la población más pobre es cercana a 50 por ciento, en tanto para aquellos que lograron concluir su formación universitaria esta probabilidad se reduce a 3 por ciento.

Otro de los factores que influye en las condiciones para alcanzar una educación de calidad, agrega el informe, no sólo es el monto de los ingresos, también si su origen está vinculado al sector formal o informal de la economía, pues en el último caso "el ingreso tiende a ser no sólo menor, sino errático, discontinuo y de monto variable, lo que afecta la capacidad de desarrollo social de la familia, y por tanto de su educación".

Destaca que del total de los hogares de la región, se estima que 15 por ciento recibe sus ingresos exclusivamente del sector informal de la economía, proporción que alcanza 20 por ciento entre hogares con jefes de familia con baja instrucción, mientras que sólo 6 por ciento de los hogares donde se cuenta con estudios universitarios se encuentran en esta situación.

Las familias con menor nivel educativo "no sólo perciben los ingresos más bajos, sino que éstos, además, provienen frecuentemente del sector informal, a lo que se suma la falta de acceso a beneficios sociales ligados a puestos laborales de la economía formal".

El análisis de la relación entre educación y condiciones de vida, "revela inevitablemente que el acceso a capital educativo es un mecanismo de reproducción social, por lo que sólo la capacidad de garantizar una educación de calidad para todos puede romper su carácter de reproductor de desigualdad".

 
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