Usted está aquí: viernes 29 de diciembre de 2006 Cultura La importancia del muralismo

ESPACIOS DE ENCUENTRO

La importancia del muralismo

Fabiola Palapa Quijas

Los murales del Centro Histórico de la ciudad de México comenzaron a pintarse por iniciativa de José Vasconcelos, primer titular de la Secretaría de Educación Pública (1921-1924), durante la presidencia de Alvaro Obregón.

El muralismo en el país se desarrolló a partir de 1921 para reflejar la realidad y se convirtió en un medio propagandístico en favor de la Revolución, capaz de intervenir en la realidad social.

El movimiento muralista puede dividirse en tres etapas: la década de los años 20; la de los 30 y el periodo que va de 1940 a 1955. Sin embargo, la realización de murales siguió y en 1964 se registró el mayor número de obras pintadas, pero con otras temáticas y técnicas.

En el primer periodo, los muros de la Escuela Nacional Preparatoria, de la Secretaría de Educación Pública y de Palacio Nacional comenzaron a ser decorados con personajes idealizados y con aspectos en los que las ideas revolucionarias de sus autores sobresalían.

Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y otros artistas de esta tendencia se organizaron en la Unión de Trabajadores Técnicos, Pintores y Escultores, y, en el periódico El machete, difundieron sus ideas políticas.

Una de sus posturas era favorecer la monumentalidad con temas que reforzaran la identidad nacional y el rescate de los valores prehispánicos y combinar arquitectura y pintura en mensajes que pudieran ser descifrados por las masas.

Una de las críticas que recibió este movimiento fue el hecho de que los campesinos, obreros e indígenas a los que se exaltaba en los murales nunca constituyeron el verdadero público de este trabajo.

El muralismo representó, además de un movimiento político, un estilo estético independiente de las tendencias europeas que predominaban en ese momento, e hizo un especial énfasis en la figura humana y en el color.

El movimiento muralista es el fenómeno artístico de mayor importancia del arte mexicano del siglo XX. Sus aportes han hecho que su influencia rebase las fronteras de lo nacional.

El Instituto Nacional de Bellas Artes editó una guía de murales que contiene 95 obras de 38 pintores y en ella propone siete recorridos por 22 recintos que encierran un siglo de historia plástica. Figuran, entre otros: el Museo del Palacio de Bellas Artes, el edificio de la Secretaría de Educación Pública, el Antiguo Colegio de San Ildefonso, el Antiguo Palacio del Arzobispado, Palacio Nacional y el Museo Mural Diego Rivera.

Los visitantes conocerán con exactitud los datos de creación y algunas técnicas empleadas en la corriente estética, en las páginas de La Jornada que pone a su alcance esta guía de murales.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.