Usted está aquí: jueves 28 de diciembre de 2006 Espectáculos "Gold no enseña las músicas del mundo, sólo le interesan los artistas"

A sus 20 años World Circuit, una disquera única, dice la productora Mary Farquharson

"Gold no enseña las músicas del mundo, sólo le interesan los artistas"

El dueño del sello "nunca ha sido un protagonista. Su idea no es 'voy a mezclar esto con lo otro', más bien es proyectar el trabajo del músico", expresa

Lanzaron disco conmemorativo

TANIA MOLINA RAMIREZ

Ampliar la imagen Ali Farka Toure y Nick Gold, creador de proyectos como Buena Vista Social Club

Compartamos con más gente la música que mueve nuestros corazones, nuestras existencias, nuestros cuerpos.

Este fue el impulso inicial que llevó a Mary Farquharson y Anne Hunt a crear World Circuit, para muchos la mejor disquera de la llamada world music (ganadora de tres premios Grammy) y que ahora celebra 20 años de vida y con tal motivo lanza un disco conmemorativo. La intención era que el sello fuese "una ventana a músicos que, en nuestra opinión, son excepcionalmente maravillosos", dice a este diario Farquharson.

En Londres, a mediados de los años 80, Farquharson y Hunt trabajaban en una pequeñita organización, Arts World Wide, y se dedicaban a "establecer un circuito para música en vivo", con artistas como Youssou N'Dour y Rubén Blades, de distintos países. Ofrecían "una plataforma en momentos en que las comunidades africanas, latinoamericanas, estaban creciendo en Londres; tenías escuelas llenas de niños con raíces distintas", pero culturalmente no se reflejaba esa rica diversidad. "No había un público para eso y debo de admitir que en algunos conciertos había más músicos que público, pero eso no nos preocupaba. La idea era creer en los artistas y nos pareció muy importante seguirlos presentando".

Modo alternativo de hacer las cosas

Pero los artistas se quedaban dos semanas y luego se iban. Así que decidieron crear un sello, "con más ganas que otra cosa". Para eso, Farquharson buscó a un joven trompetista que entrenaba futbol a chavos en la calle, sabía mucho de jazz y había estudiado historia de Africa en la universidad: Nick Gold. Pero lo que más le llamó la atención a Mary fue su gran sensibilidad. Le ofrecieron el trabajo, sin sueldo, y él aceptó. Le gustó el modo "alternativo" en el que hacían las cosas, "como si fuéramos el Royal Philarmonic Orquestra, siempre rentábamos salas grandes... nosotras estábamos convencidas sobre lo que hacíamos".

Finalmente, ambas mujeres emprendieron distintos caminos. Mary se vino a vivir a México y cofundó Discos Corasón y Gold se quedó como dueño de World Circuit.

Farquharson es una mujer inglesa sencilla, que sigue su corazón con una gran voluntad y que nunca imaginó que el proyecto que en aquel momento emprendían fuera a ser tan exitoso. Para decirlo en tres palabras, dieron a conocer en Occidente a figuras (sobre todo de Cuba, Malí y Senegal) de la talla de Ali Farka Toure. Pero, dice, "nunca fue un proyecto que iba a tener éxito, no nació para eso. Se generó porque todos estábamos obsesionados con esta música, no podíamos dejar de oírla, intercambiarla".

Hoy, Nick Gold es uno de los más reconocidos productores de artistas africanos y cubanos, y que ha tenido la inspiración para crear proyectos como Buena Vista Social Club.

Quizá buena parte del éxito del sello se deba a que Gold siempre ha tenido "un acercamiento muy especial con los artistas: escucharlos en todos los sentidos, creer en ellos, y verse como un simple vehículo para difundir lo que los músicos tenían. Nunca ha sido un productor protagonista. Su idea no es 'voy a mezclar esto con lo otro para hacer mi trabajo'. No. Más bien es proyectar el trabajo del músico".

"A los 20 años ves una disquera (de la llamada world music) casi única. Ninguna ha tenido ese éxito, y creo que tiene que ver con el talento de Nick de estar muy seguro de qué es lo que buscaba musicalmente, grabarlo y producirlo. Siempre hace lo que le da la gana, en esos términos", sigue Farquharson.

Nick Gold escoge artistas, no países. "Los artistas individuales fueron los que me llevaron a esos lugares, no una idea o concepto", dice el productor. "Nick nunca ha estado interesado en enseñar las músicas del mundo. Se interesa en los artistas", añade la inglesa.

Quizá parte del éxito tuvo que ver, también, con el momento. "A mediados de los años 80 había hambre de música diferente. Era el pos punk, era un momento medio árido musicalmente" y, además, había un "crecimiento de la presencia de culturas distintas" (en Londres).

Al vaivén de mi carreta

El lamento es acompañado por un suave y cadencioso ritmo, como vaivén de carreta. Es Ñico Saquito, el joven de 80 años que canta, sí, su Al vaivén de mi carreta.

Y, vamos, no es difícil percibir qué fue lo que hechizó al inglés Nick Gold de la sabrosa música llena de sol de la isla caribeña.

Al vaivén... es una de las joyas incluidas en el cidí doble (disponible en tiendas). El disco abre boca con otra pieza cubana, ésta de uno de los proyectos fundamentales de World Circuit: Buena Vista Social Club.

Cada disco de World Circuit es producido con una calidad extraordinaria, cada paso del disco se cuida: desde la grabación hasta el contenido del folletín que acompaña al cidí. La mayoría de las veces incluye un texto que en sí es una obra de arte.

Nick Gold, cuenta, vía telefónica, que "al hacer un recorrido mental de todos los artistas con los que hemos trabajado, me asombra tanto, haber podido trabajar con ellos".

La disquera ha trabajado básicamente con artistas de Malí, Cuba y Senegal, lo cual se refleja en el álbum conmemorativo, simplemente llamado World Circuit presenta... La idea fue incluir ciertas grabaciones poco conocidas, algunas en vivo.

Fuerte carga emocional

"Hay una fuerte carga emocional. Te da una idea de lo que hacen estos extraordinarios individuos. Toda la música te mueve en un nivel u otro. Otro hilo que corre por ahí: hay un increíble swing o groove o calidad rítmica en toda esta música. Te mueve ya sea a nivel de la cabeza o del corazón o del cuerpo. Aunque la mayoría me mueve de las tres maneras", continúa Gold.

"En Inglaterra, si tocas música tradicional, estás reviviendo algo que no está tan poderosamente visible. Pero en Africa, la música tradicional tiene un sentido contemporáneo, creen en el poder de la música tradicional, creen que es relevante en estos tiempos y no que sea algo del pasado para ser visto desde lejos", afirma el productor.

Malí, Senegal y Cuba, "tienen una increíble cantidad de música y un increíble orgullo. No son ricos en otras cosas, especialmente Mali, pero tienen el extraordinario recurso de la música, y lo reconocen. Si le preguntas a alguien en Malí qué tiene, la música es una de los cosas principales de la que hablará. Y están inmensamente orgullosos de ello".

 
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