Usted está aquí: viernes 22 de diciembre de 2006 Espectáculos Fue un placer rodar con Gibson, asegura el brujo de Apocalypto

Espiridión Acosta, de 84 años, ganó $130 mil y abrió un cibercafé

Fue un placer rodar con Gibson, asegura el brujo de Apocalypto

LUIS A. BOFFIL CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Fotogramas de la cinta filmada por Gibson en locaciones de Yucatán

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Mérida, Yuc., 21 de diciembre. Sin fantasía ni magia, en Yucatán sí existe el "brujo apocalíptico", y es de carne y hueso. Es uno de los divos recientes del actor y director hollywoodense, Mel Gibson, aquél que se metiera en problemas por sus declaraciones racistas en contra de los judíos.

Y es que Espiridión Acosta Canché, un humilde indígena maya de 84 años, es uno de los personajes estelares de la más reciente cinta del actor australiano, Apocalypto, que describe, desde el particular punto de vista de Gibson, la caída del imperio maya y su extinción como cultura prehispánica.

En escena, don Espiri como afectuosamente se le conoce en su natal Tecoh, distante apenas 40 kilómetros de Mérida, es el "descubrimiento" indígena del también director de La pasión de Cristo.

Sentado en el local del cibercafé que levantó con lo que cobró por su participación en la película gringa, Espiridión se muestra más que satisfecho por actuar bajo las órdenes de Gibson. "Es una persona muy amable y comprensiva", dice el veterano campesino e indígena maya.

¿Cómo se fijó Mel Gibson en un maya como millones que hay diseminados en la península de Yucatán?

Pues, ¡oh sorpresa!: Espiridión Acosta Canché no es improvisado en las artes escénicas. Para nada. Hace algunos años también tuvo breves actuaciones en la película mexicana Un Embrujo, estelarizada por Blanca Guerra, que se filmó en locaciones de los estados de Yucatán y Campeche.

Orígenes en la actuación

Espiridión cuenta en su charla con el corresponsal de La Jornada que desde chavillo se interesó por la actuación, pero la vida, dura del campesino mexicano lo obligó a abandonar la primaria y dedicarse a chambear la tierra o en lo que se pudiera, todo para llevar el sustento diario para la familia.

La vida de Espiri transcurrió entre el trabajo y las penosas necesidades, pero siempre se las ingenió para darle de comer a su esposa y a sus hijos, "varios, por cierto", señala, picaresco, el "brujo apocalíptico".

En 1979 el campesino sufrió una tragedia. Trabajaba para una empresa de reparación de líneas eléctricas. Una fuerte descarga le quemó el brazo y los dedos del pie derechos.

Desafortunadamente, para salvarle la vida hubo necesidad de amputarle la mitad del brazo y los dedos del pie. Quizá otra persona se hubiera desanimado, pero Espiridión encontró apoyo y comprensión en su familia.

Al jubilarse, el "gusanillo" de la actuación revivió en él; jamás lo había dejado. Pidió oportunidades en obras teatrales mayas y renovó su vocación artística. En los 90, el director del Instituto de Cultura de Yucatán, Jorge Esma, lo recomendó para algunas producciones, documentales y películas.

El embrujo

Espiri habla la lengua maya y, sobre todo, es una persona muy receptiva. Así le llegó la oportunidad de desempeñar un pequeño papel en la cinta Un embrujo. "Una experiencia muy agradable, porque conocí a buenas personas y a excelente actores, como Blanca Guerra, quien es una extraordinaria actriz".

A principios de 2006, por mediación de unos "buscadores de talento" artísticos, recibió la propuesta de hacer un casting en la capital del país. "Era para una cinta gringa, pero nadie me dijo que el director era Mel Gibson; quedé sorprendido cuando me aceptaron para un pequeño papel y de allí nos fuimos a Veracruz, donde se desarrolla casi todo el filme, Apocalypto", agrega.

Cuenta que en él estuvo cuatro semanas en Catemaco, Veracruz, una zona famosa por sus brujos, en donde ­dice­ la pasó "a todo dar, pero con mucho trabajo". Allí conoció al actor de Corazón valiente, quien lo dirigió y le dio la oportunidad de aparecer en tres escenas, una de ellas importante, porque Espiridión interpreta a un viejo brujo maya que narra la historia de la caída del imperio, la decadencia indígena y casi su total extinción.

En una escena, Espiri aparece corriendo a través de cientos de cadáveres abatidos por la furia de los conquistadores españoles.

"Espero con ansias el estreno de la película para irla a verla y así divertirme con mi personaje; espero que haya salido bien guapo". dice, y suelta una sonora carcajada.

Por el personaje que interpretó, Mel Gibson le pagó 130 mil pesos. Con esa lana puso un ciber-café, que maneja con uno de sus nietos, en su natal Tecoh, uno de los 106 municipios de Yucatán que sufren pobreza extrema.

 
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