Cancela marcha y envía policías y soldados para cercar a grupo de manifestantes
El Kremlin vuelca su poder para acallar a opositores a Vladimir Putin
Televisoras y estaciones de radio se sumaron a campaña para minimizar la protesta
Ampliar la imagen Los manifestantes denunciaron "los retrocesos democráticos" Foto: Reuters
Moscú, 16 de diciembre. En un ambiente de tensión y con una proporción de dos policías por cada opositor, la llamada Marcha de los inconformes, convocada para este sábado por varias organizaciones que rechazan la política del Kremlin, devino mitin en una plaza acordonada, al anular las autoridades de último momento el permiso para realizar esa manifestación por las principales calles del centro de la capital rusa.
Bloqueado el acceso de la oposición a casi todos los medios de comunicación y tras la aplicación de medidas intimidatorias, que incluyeron los aquí ya habituales arrestos preventivos de activistas (15 días de prisión bajo cualquier pretexto), apenas unas 4 mil personas acudieron al llamado de Gary Kasparov, ex campeón mundial de ajedrez; Mijail Kasianov, ex primer ministro, y el escritor Eduard Limonov, entre otros convocantes a la marcha.
Un inusual despliegue de unidades antidisturbios, sin faltar arcos detectores de metales, soldados de las tropas del Interior como refuerzos y policías a caballo, se encontraron quienes llegaron al sitio desde el cual partiría la manifestación, en su mayoría militantes del Frente Cívico Unificado, de la agrupación La Otra Rusia y del partido Nacional-Bolchevique.
Al quedar literalmente atrapados en la Plaza Triunfalnaya, vallada por completo, se decidió improvisar un mitin, mientras un helicóptero militar se dedicó a sobrevolar el lugar a baja altura, acaso para impedir que se escuchara bien a los oradores.
Pero nada pudo acallar las voces que coincidieron en denunciar "los retrocesos democráticos" durante la gestión del presidente Vladimir Putin, acusado por los líderes opositores de restringir las libertades para consolidar su proyecto autoritario de "democracia soberana", que el Kremlin reclama como prerrogativa de hacer lo que se le antoje en Rusia sin contrapesos de ningún tipo ni dentro ni fuera del país.
Los canales de televisión y las emisoras de radio locales, salvo escasas excepciones, minimizaron el mitin de la oposición. En cambio, destacaron que la policía detuvo a cerca de 40 activistas del partido Nacional-Bolchevique, que al pretender romper el cerco policial "intentaron alterar el orden".
Así comenzó este sábado atípico para esta invernal época del año en Moscú, sin rastro todavía de nieve y con temperaturas inconcebibles de seis grados sobre cero la lucha de la oposición por sumar votos en las elecciones legislativas de diciembre del año entrante y en las presidenciales de marzo de 2008.
Este domingo, en respuesta a la oposición, el movimiento juvenil Nashi (los nuestros), manejado y financiado por el Kremlin, tendrá todas las facilidades para traer a la capital las caravanas de autobuses que ya salieron desde muchas ciudades del interior.
Se espera que salgan a la calle cerca de 100 mil jóvenes putinistas. Para asegurar el éxito de este golpe de efecto, según la prensa rusa, el Kremlin destinó más de un millón de dólares.