Ahora en la SG, sus amigos González Uyeda y Naveja
Ramírez Acuña pagó lealtades con cargos en la administración
Guadalajara, Jal., 8 de diciembre. Abraham Kunio González Uyeda, brazo derecho del secretario de Gobernación Francisco Ramírez Acuña, es un empresario lechero jalisciense con mucha suerte. Nunca ha ganado un cargo de elección popular por voto directo, a pesar de que lo ha buscado, pero ahora ya es subsecretario de Gobierno, uno de los puestos públicos más importantes en el país.
Además de sus millones de pesos, su cercanía con el ex gobernador Ramírez Acuña, para quien trabajó como secretario de Promoción Económica y después como titular de Administración, le valió para obtener el importante nombramiento, de la mano, por supuesto, del presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien lo llamó desde la "etapa de transición" para que formara parte de su equipo en el eufemístico cargo de coordinador de Restructura Fina, durante los meses previos a su toma de posesión.
González Uyeda forma parte del equipo jalisciense que en la Secretaría de Gobernación (SG) dirigirá el área política.
Otro de los que fueron llamados a trabajar es Juan María Naveja, ex asesor de coordinadores de Ramírez Acuña, quien se quedó como subsecretario de Normatividad de Medios, otra de las áreas torales de la dependencia federal.
María Naveja jugó un papel menos protagónico pero igualmente cercano a Ramírez Acuña durante la gubernatura de éste. Además de ser coordinador de asesores, se le conoció ampliamente por su afición al golf, actividad que practicaba hasta en días y horas laborales, cuando se iba con el gobernador y con González Uyeda casi siempre a un excelente campo ubicado en la ribera del lago de Chapala, donde sus birdies mejoraron sustancialmente durante el sexenio, en compañía, algunas veces, del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, otro consumado jugador de ese deporte.
Por lo que respecta a González Uyeda, "su interés por gobernar el municipio de Tonalá y (obtener) la candidatura plurinominal a una diputación federal nunca las logró mediante votación. Todo lo que tiene ha sido a cambio de favores, nunca por ganar una elección; creo que hay magníficos premios de consolación", expresó Gabino Berumen, dirigente estatal del PRD, al ser cuestionado sobre el nombramiento.
Es cierto. El dueño de Lechera Guadalajara, quien el 29 de mayo de 2004 prestó su rancho en Tlajomulco para que se hiciera el destape de Felipe Calderón en una época en que nadie daba un cacahuate por el futuro del hoy Presidente de la República, ha sabido mover sus momios más allá de las urnas electorales.
Inclusive cuando perdió la alcaldía de Tonalá ganada por el priísta Palemón García, el empresario panista no se quedó abandonado, pues su amigo Ramírez Acuña lo llamó para que regresara al gobierno estatal, pero esta vez en la Secretaría de Administración.
El premio de consolación fue bien recibido por el también ingeniero, pues durante su campaña en Tonalá no escatimó recursos para promocionarse con espots en todos los medios de comunicación y con actos masivos en los que llegó a contratar al cantante sinaloense Julio Preciado, quien no pudo hacer mucho para levantarlo en las encuestas. Fue una campaña en la que además se comprobó que el gobierno estatal de Ramírez Acuña metía mano, al prestar incluso vehículos para llevar equipo a los diferentes actos del candidato, lo que motivó una investigación del entonces Consejo Estatal Electoral, que no llegó a ninguna sanción.
La siguiente aventura fue buscar y obtener con la mano en la cintura su nominación al puesto número tres de las listas de representación proporcional por Jalisco: una diputación local que obtuvo, pero que nunca ejercerá luego del nombramiento del jueves pasado.