Usted está aquí: domingo 3 de diciembre de 2006 Economía Ordenar y regular la actividad turística, objetivos del sexenio

Entrevista a RODOLFO ELIZONDO, SECRETARIO DE TURISMO

Ordenar y regular la actividad turística, objetivos del sexenio

Anunció medidas poco populares, pero con visión de largo plazo

El funcionario ­que trae como sombra la cuestionada labor de Francisco Ortiz, en el CPTM, y John MacCarthy, rematador de manglares a 72 pesos el metro­ propone ocho modificaciones a la ley de turismo para dotar a la dependencia de "uñas y dientes"

MIRIAM POSADA GARCIA

Ampliar la imagen Rodolfo Elizondo, el único secretario de Estado ratificado en el cargo Foto: José Carlo González

Con el reto y la oportunidad que implican repetir en el cargo, el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, aseguró que su trabajo se concentrará en dotar a la dependencia de herramientas que le permitan ordenar y regular el crecimiento de la actividad turística, porque ahora su única facultad es la de "autorizar a los guías de visitantes".

Con la sombra del ex director del CPTM, Francisco Ortiz, bajo investigación, y la "memorable" venta de manglares a 72 pesos el metro cuadrado hecha por el director del Fonatur, Jonh McCarthy, Elizondo Torres iniciará el sexenio con la propuesta de hacer ocho modificaciones a la actual Ley de Turismo y empezar a dotar a la dependencia de "uñas y dientes".

La intención, explicó en entrevista, es garantizar un crecimiento ordenado del turismo, que la población se integre y beneficie de los grandes desarrollos, porque es necesario reducir la brecha que existe entre las condiciones de vida de los trabajadores del sector, los inversionistas y los turistas, y que se trate de una actividad sustentable.

Aseguró que la Comisión Intersecretarial de Turismo continuará su trabajo encabezada por el presidente Felipe Calderón, pero advirtió que de ninguna manera tiene como función resolver los problemas de los empresarios como "pareció" durante este sexenio.

Adelantó que habrá medidas poco populares en materia de ordenamiento y regulación ya que es indispensable tener un crecimiento ordenado del turismo, "porque en este país siempre ha sido muy fácil llegar a instalar un hotel", sin medir las consecuencias de no tener visión de largo plazo, muchas veces a consecuencia de la corrupción "porque la demanda corrompe".

Aseguró que buscará que se le otorgue ciento por ciento del Derecho de No Inmigrante (DNI) al Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), y aseguró que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) dejará de ser una "agencia inmobiliaria" que se dedica a competir con el sector privado, para retomar su vocación de organismo financiero, impulso al desarrollo y planeación de la actividad en todo el país y no sólo en los centros integralmente planeados (CIP), sino con atención a los pequeños y medianos empresarios mexicanos.

La restructuración

Durante el que será su cuarto año de gestión al frente de la Sectur, Elizondo tiene como propósito restructurar la dependencia, "adelgazar" su estructura con medidas como encontrar una herramienta que se haga cargo del mantenimiento y fortalecimiento de la corporación Angeles Verdes, integrada por 900 de los 1600 empleados de la dependencia, y dedicar esos recursos a funciones propias de la actividad turística.

Reconoció que la Sectur no tiene atribuciones para regular o intervenir en nada que no sea la autorización de guías de turistas, y mucho menos influir de forma definitiva en problemas que le atañen al sector, "porque no tiene garras ni dientes". Y es que aún cuando problemas como la inseguridad, explotación infantil, protección ambiental y hasta los servicios que se ofrecen en los hoteles convergen en la actividad turística, la dependencia no tiene facultades para hacerles frente.

Por eso, dijo, ahora que la Sectur está considerada dentro del gabinete económico es necesario que en primera instancia se hagan entre ocho y 10 reformas a la Ley de Turismo para adquirir facultades regulatorias y de ordenamiento que de ninguna manera representarán un obstáculo para la inversión y el desarrollo del turismo con miras de largo plazo, y conseguir que en 10 o 15 años su participación en el producto interno bruto (PIB) pase de 8 a 12 por ciento, como en los principales destinos del mundo.

Contra la frivolidad

Admitió que durante años el turismo en México se ha visto como una actividade frívola, "por eso me he negado acudir a los concursos de belleza, eso no es turismo, es una frivolidad absoluta", por lo que si en esta administración se hacen cosas de fondo, si se apoya a las pequeñas y medianas empresas que hacen 90 por ciento del turismo en el país, si se promueve el crecimiento planeado y ordenado, entonces el turismo tendrá más fuerza en la economía y empleo del país.

CPTM

Por ser el órgano más joven del sector, Elizondo consideró que la restructuración del CPTM será menos gravosa, pero, dijo, debe orientarse a una promoción más institucional, "para que nadie se pelee por un asiento en el consejo de administración", como hacen hoy los interesados en tener apoyo económico de este organismo.

"No podemos entrar en detalles como la promoción de camiones azules, no, su labor debe ser la de promocionar al país", y para ello, aseguró, es necesario contar con ciento por ciento del DNI porque de otra forma no será posible atacar mercados como el asiático.

El cambio de fondo será en Fonatur, institución con 30 años de existencia que perdió la esencia para la que fue creada, la planeación y promoción de turismo y se convirtió en "una agencia inmobiliaria", que además sólo atiende a los grandes centros CIP, como Cancún, Los Cabos, Loreto, Ixtapa-Zihuatanejo y Huatulco.

Elizondo Torres destacó que Fonatur debe dejar de ser vendedor y comprador de terrenos para revivir atribuciones como la de ser una institución de financiamiento, o de fondearse mediante órganos como el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) o Nacional Financiera (Nafin).

Necesita además capitalizar su reserva territorial, pero sobre todo apoyar a las Pymes del sector y a los destinos con vocación turística a través de una buena planeación que abarque desde impacto ambiental, agua drenaje, hasta la integración de la gente al desarrollo para que no se sienta ajena, "porque nos se trata de hacer un Miami y luego dejar que Dios acompañe a los miembros de la comunidad en que se construyó".

Enfatizó: "se trata de hacer desarrollos integrales que soporten la competitividad y la competencia, de lo contrario serán desarrollos inadecuadamente planeados que irán envejeciendo rápidamente porque no habrá control", como ocurrió en alguno sectores de España.

La planeación y coordinación entre entidades como la Sectur y la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat), explicó, permitirá incluso combatir la corrupción que existe entre presidentes municipales, autoridades y empresarios "porque hay buenos y malos y, lo cierto es que la demanda corrompe".

Por eso hay que regular para que los ordenamientos se respeten, para que un inversionista sepa con claridad cuántos cuartos puede construir en un terreno porque así lo establece la ley, "que sepa que no puede construir un campo de golf en una zona porque son manglares, que no se hagan las cosas al revés o que no aparezca la varita mágica de un presidente municipal y autorice todo".

Reconoció que hay empresarios que se resisten a cumplir con las normas "porque en este país ha sido muy fácil llegar e instalar un hotel, así que las medidas que vamos a tomar no van a ser muy populares pero al final los que saldrán ganando serán ellos porque entre más vida útil tenga una instalación turística, habrá más beneficios para quien la construyó".

 
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