Usted está aquí: viernes 17 de noviembre de 2006 Cultura El monolito de Las Ajaracas es de Tlaltecuhtli

Confirma Matos Moctezuma que se trata de la diosa mexica de la tierra

El monolito de Las Ajaracas es de Tlaltecuhtli

ARTURO JIMENEZ

Ampliar la imagen Monolito de la diosa mexica Tlaltecuhtli, descubierto en Las Ajaracas, predio donde continúan los hallazgos arqueológicos Foto: Mauricio Marat/ INAH

No hay duda, el enorme monolito mexica hallado hace unas semanas en el Templo Mayor, en el predio de Las Ajaracas, representa a la diosa de la tierra Tlaltecuhtli, devoradora de los cadáveres y del Sol de la tarde, confirmó ayer el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.

Pero además, el investigador lanzó la hipótesis de que esa piedra sagrada, ya libre de un piso y de la tierra que la ocultó tanto de los habitantes comunes de la Gran Tenochtitlan como de los españoles, pudiera ser la lápida de una probable tumba de Ahuízotl, tlatoani que gobernó la Triple Alianza entre 1486 y 1502, y fue sepultado ahí unos años antes de iniciada la Conquista.

Ubicado al pie de la escalinata del Templo Mayor, el monolito fue mostrado ayer por primera vez a los medios de comunicación y, pese a estar fracturado en cuatro grandes partes, se conserva en excelente estado, con su rostro humano, garras en manos y pies, y en posición de parturienta.

Esta deidad, que también se representaba en su faceta masculina y que fue creada en andesita rosa y decorada en rojo, ocre, negro y blanco, podrá ser apreciada in situ luego de su restauración y de colocarse una especie de domo que la proteja de la intemperie.

Ante el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Luciano Cedillo, y los arqueólogos encargados del proyecto, como Alvaro Barrera, Matos Moctezuma describió que la pieza ''porta un faldellín adornado con cráneos y huesos cruzados, además de lucir el adorno dorsal con tiras y caracoles, exclusivo de deidades femeninas asociadas a la tierra y lo nocturno. Tiene además elementos únicos, como cráneos en codos y rodillas, y banderas de papel en el pelo, símbolos rerspectivos de la muerte y el sacrificio''.

Los hallazgos arqueológicos continúan y, por ejemplo, apenas este martes se ubicó a un lado del monolito una tumba aún por explorar pero que sostiene algunos huesos humanos y animales.

Con la participación del Gobierno del DF, que adquirió los predios de las calles de Guatemala y Argentina y los donó al INAH, las investigaciones y los trabajos de restauración apenas comienzan.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.