Usted está aquí: miércoles 15 de noviembre de 2006 Economía Sin maquiladoras, el déficit comercial se elevó a 156 mil mdd

Critica Banamex la reducción de 6 mil 89 fracciones arancelarias

Sin maquiladoras, el déficit comercial se elevó a 156 mil mdd

El desequilibrio fue 125% mayor que en el sexenio anterior, según cifras del INEGI

JUAN ANTONIO ZUÑIGA

La dependencia de las importaciones de la industria no maquiladora para incrementar la producción en México propició un déficit acumulado de 156 mil 635 millones de dólares en la balanza comercial del país durante los últimos seis años, un desequilibrio 125 por ciento superior al observado durante el sexenio anterior, indican informes del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

La mayor salida de divisas como pago de las importaciones de todo tipo de mercancías se produjo en el contexto de una tasa de crecimiento económico de 2.2 por ciento anual durante el gobierno del presidente Vicente Fox, la cual contrastó con la de 3.5 por ciento registrada en la pasada administración, en la que el déficit comercial acumulado fue de 69 mil 443 millones de dólares.

En este contexto, es previsible que la reciente disminución en el pago de impuestos decretada el pasado 29 de septiembre y que afecta a 53 por ciento de los aranceles, incentive más la compra de insumos, maquinaria y productos acabados procedentes del exterior, sobre los elaborados por las empresas de transformación que operan en el país, y puede profundizar ''las desventajas competitivas de la planta productiva establecida en México'', advirtieron analistas del sector privado.

Los informes del INEGI señalan, por su parte, que la salida de divisas como pago de las importaciones de productos del exterior rebasó en 27 mil 600 millones de dólares en promedio anual al ingreso de las mismas, obtenido por la exportación de mercancías durante el gobierno que llega a su término.

La reducción de 6 mil aranceles afecta a 18 ramas de la producción, al disminuir la tasa impositiva a la importación de productos procedentes de países con los que México no tiene tratados comerciales, y afecta principalmente a la importación de insumos relacionados con las industrias química y petroquímica, con mil 300 fracciones, según han explicado funcionarios de la Secretaría de Economía.

La subsecretaria de Industria y Comercio, Rocío Ruiz de Chávez, detalló que la reducción arancelaria disminuye la tasa de impuesto a la importación de 15 a 10 por ciento en algunos productos, y de 10 a 7 por ciento en otros, con el propósito de reducir los costos de producción de las empresas a través del abaratamiento de los insumos que utilizan en sus procesos.

Las fibras sintéticas, ejemplificó, bajaron de 15 y 10 por ciento a 9. Los textiles, según su fracción arancelaria, tuvieron una reducción de 20 a 15 por ciento, y de 15 a 10 por ciento. Ruiz de Chávez aclaró que la modificación de la tarifa de la Ley de Impuestos Generales de Importación no incluye productos de consumo final ni agropecuarios.

Con el argumento de que la medida provocará una severa pérdida de empleos e inversiones, la principal reacción de inconformidad ha provenido de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), en la que se encuentran afiliadas empresas como Basf Mexicana, Bayer de México, Celanese Mexicana, Dupont de México, Procter & Gable de México, Protexa y 3M de México.

Por lo pronto, los informes del INEGI indican que ninguna otra administración sexenal ha registrado un déficit comercial, no maquilador, de la magnitud alcanzada por el desequilibrio acumulado durante el gobierno del presidente Fox Quesada.

Sólo se reducen las diferencias entre tasas preferenciales y tasas generales, dice el banco

VICTOR CARDOSO

El grupo financiero Banamex Citigroup criticó la decisión del gobierno mexicano de reducir 6 mil 89 fracciones arancelarias, porque ''pareciera que no ha sido suficiente con negociar un amplio número de tratados de libre comercio, sino que ahora también es necesario reducir de manera unilateral y casi generalizada nuestra tarifa arancelaria'', con el argumento de que el comercio exterior mexicano ha creado una estructura impositiva para las importaciones dual que provoca, a su vez, distorsiones y desventajas competitivas a los productores nacionales.

Apenas el 29 de septiembre se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto por el que se determina la reducción de la Tarifa del Impuesto General a la Importación, equivalente a 53 por ciento de los insumos y productos que ingresan al país desde el exterior, muchos de ellos desde naciones con las que México no ha firmado ningún protocolo de libre comercio.

Para los analistas de la división de Estudios Económicos y Sociales de Banamex Citigroup, la medida es ''parcial'', pues ''sólo reducen las diferencias entre las tasas preferenciales aplicables a las importaciones de los países socios comerciales y las tasas arancelarias generales''. Por tanto, se preguntan: ''¿qué está pasando?''.

Los mismos analistas advierten que las distorsiones comerciales que se traducen en desventajas competitivas para los productores mexicanos ''no quedan eliminadas del todo'', y recuerdan que incluso antes de que fuera publicado el decreto de referencia hubo ''mucha oposición de los sectores afectados, al grado de que se eliminó la total desgravación que se había considerado para algunas fracciones arancelarias''.

En el análisis, los especialistas de Banamex Citigroup hacen referencia a que el mayor número de fracciones consideradas en el decreto tendrá rebajas que fluctúen entre 3 y 5 puntos porcentuales y se destaca que, con datos de 2005, ''es posible precisar que la quinta parte de las importaciones vinieron de países sin preferencias arancelarias, principalmente del continente asiático (China, Taiwán, Corea del Sur), aunque también figuran otras regiones con menor participación (Venezuela, Australia, Brasil, Indonesia y Turquía''.

Establecen en síntesis que ''las decisiones en materia de comercio exterior han generado distorsiones y afectado la competitividad del aparato productivo del país. Por ello se recurre a la rebaja generalizada de 6 mil 89 fracciones arancelarias. Sin embargo eso sólo ayuda parcialmente, porque el problema persiste. La política comercial prácticamente como único instrumento de apoyo al aparato productivo ha sido incapaz de otorgar todas las facilidades que requiere y, por el contrario, ha generado distorsiones 'comerciales', debido a la forma como las autoridades han enfrentado los compromisos asumidos en los acuerdos de libre comercio''.

 
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