Usted está aquí: viernes 10 de noviembre de 2006 Economía México SA

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Carlos Fernández-Vega
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A rey muerto, rey puesto

Los hoy sorprendidos ayer aplaudían

Ampliar la imagen El presidente Vicente Fox recibió al gobernador de California, Arnold Schwarzenegger. Ambos posan junto a sus esposas Foto: José Antonio López

La "sorpresa" y las quejas suben de tono por las sandeces presidenciales de cierre de sexenio, y muchos se dicen asombrados por la catarata de errores, sainetes y estupideces cometidos, protagonizados y dichos ante micrófono abierto por Vicente Fox, a escasos cuan felices días de concluir eso que él tercamente llama "mi gobierno".

Sin embargo, lo verdaderamente sorprendente es la aparente lentitud con la que los hoy quejosos han reaccionado, porque los errores, sainetes y estupideces del aún inquilino de Los Pinos han sido la constante de y con Vicente Fox en la Presidencia de la República.

Bastaría con que los ahora "sorprendidos" recurrieran a la memoria, o en su defecto a la hemeroteca, para recordar y documentar que la única maquinaria aceitada y productiva del "cambio" ha sido, precisamente, la que con singular alegría ha producido, en volúmenes envidiables, errores, sainetes y estupideces, lo cual sería lo de menos de no estar en juego el país y su gente.

Lo lamentable del caso es que en la lista de "sorprendidos" aparecen muchos medios de comunicación ­especialmente electrónicos­, que a lo largo del sexenio foxista guardaron bajo mil llaves el ejercicio de la crítica y no hicieron mayor cosa que aplaudir, avalar y justificar esa maquinaria perfectamente aceitada y productiva, así como "gozar" del muy personal estilo de "gobernar" del presidente de la lengua larga y las ideas cortas, muy cortas.

Ahora que sólo faltan 20 días para la mudanza (se va el "cambio", pero llega la "continuidad") y que Vicente Fox ya no tiene prácticamente nada que regalar a esos olvidadizos medios, como por arte de magia en ellos aparece el ejercicio de la crítica a la vieja usanza de muerto el rey, viva el rey. Si esa crítica hubiera aparecido a tiempo, probablemente hubiera contribuido a evitar errores y sandeces, pero cierto es que hubieran perdido jugosos negocios. Por eso, mejor calladitos.

Los medios tradicionalmente aliados ("soldados" del régimen en turno) ahora le pegan ­aunque no muy duro­, pero no es fortuito: se va uno, al que le sacaron hasta las tripas, y la adulación se dirige al que llega, al nuevo gerente en Los Pinos, a quien se las sacarán (Calderón no ha sido precisamente brillante en sus movimientos y declaraciones en espera de la silla, pero ya tiene un batallón de aduladores a su servicio, muchos de ellos, casualmente, instalados en los medios que hoy cuestionan al de las botas).

Y en el exceso, en esta democracia "de, para y por los empresarios" (Fox dixit), ni siquiera los barones ­descaradamente beneficiados durante el "cambio" e indiscutibles cómplices del desbarajuste de país que deja el "cambio"­ han tenido la cortesía de salir al quite en defensa "del Señor Presidente y las instituciones".

Ahora que el Congreso le apestó el último millaje acumulable al presidente frecuenta (casi 60 giras internacionales en el sexenio, a razón de una cada 36 días de "gobierno"), esos barones ­que también le sacaron hasta las tripas­ no se han tomado la molestia de salir en resguardo del aún inquilino de Los Pinos. La cercanía y los favores recibidos los obligarían, pero la congruencia es la congruencia: a rey muerto, rey puesto.

A estas alturas se extrañan aquellos espectaculares desplegados a plana completa, pagados por misteriosos grupos empresariales, que defendían "el cambio y la democracia en México", apoyaban al "Señor Presidente Vicente Fox" y denostaban al Congreso por impedir que el presidente frecuenta acumulara millaje, es decir, una situación exactamente igual a la que hoy se vive.

Como recordar es vivir (y no hay que olvidar que muchos de esos barones financiaron la campaña electoral del mini michoacano y la del miedo promovida en esos olvidadizos medios electrónicos) en abril de 2002 se publicó un desplegado en la prensa, por medio del cual 19 preocupados cuan democráticos "hombres de negocios" se pronunciaron: "reprobamos categóricamente la decisión tomada por los grupos parlamentarios del PRI, PRD y PVEM en el Senado de la República de negar el permiso al presidente Vicente Fox para llevar a cabo la visita de trabajo proyectada a Estados Unidos y Canadá, porque consideramos que se trata de una decisión sin sustento, facciosa y partidista, que antepone intereses individuales a los intereses de los mexicanos, y hace evidente la falta de seriedad y compromiso de algunos legisladores con quienes los eligieron... La cancelación de la agenda de actividades de nuestro primer mandatario (...) lesiona severa e innecesariamente nuestras relaciones con dos de nuestros principales socios comerciales, y priva a miles de mexicanos de manera absurda de una serie de beneficios y oportunidades... La actitud de los senadores que votaron en contra de la autorización frena el desarrollo de la política internacional del país y obstaculiza los esfuerzos del gobierno mexicano por mejorar las condiciones de vida de nuestros compatriotas que radican en Estados Unidos y Canadá. Hacemos un enérgico llamado al Senado de la República a superar toda actitud sectaria y reclamamos anteponer los intereses del país a los intereses de partido... ¡¡La democracia siempre exige responsabilidad!!"

Entre los abajo firmantes del desplegado aparecían los siempre demócratas Germán Larrea (Grupo México, Pasta de Conchos), Fernando Senderos Mestre (Grupo Desc), William Karma (Hidrosina y socio de Carlos Cabal Peniche), Gastón Azcárraga (Grupo hotelero Posadas y nuevo dueño de Mexicana de Aviación), José Antonio Fernández Carvajal (FEMSA), Eduardo Tricio Haro (Grupo Lala) y el inefable Claudio X. González, entre otros.

Y hoy, con el asunto de Australia, ni un democrático pío.

Las rebanadas del pastel:

¿Por qué será que cada vez con más frecuencia llaman "Vicente Calderón" al mini presidente electo, como ayer lo hizo CNN al referirse a su encuentro con Bush?

 
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