Promueve controversia constitucional luego que legisladores lo instaron a dimitir
Ruiz: el gobierno de Fox, culpable del conflicto en Oaxaca por tolerar delitos
Ampliar la imagen El gobernador Ulises Ruiz Ortiz ofreció una conferencia de prensa en la casa de gobierno ubicada en Santa María Coyotepec, Oaxaca Foto: Francisco Olvera
El mandatario de Oaxaca, Ulises Ruiz, cuestionó el "lamentable silencio" acerca de los reclamos salariales de los maestros de esa entidad, "que no fueron satisfechos en su oportunidad por el gobierno federal", y condenó a la Cámara de Diputados y el Senado por pretender obligarlo a dejar el cargo.
El mandatario estatal presentó ayer una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), apenas dos horas después de que la Cámara de Diputados lo instara a pedir licencia o renunciar al cargo, lo cual posteriormente también hizo el Senado.
En el recurso presentado Ruiz se deslindó del conflicto que se vive en Oaxaca y culpó al gobierno del presidente Vicente Fox que, "por razones de carácter político", dejó de atender "un conflicto social al que dio origen", y señaló actos "omisos", contrarios a la Constitución, que ponen en peligro a la propia "federación mexicana".
En un documento de 37 cuartillas, en el que además pide que la Corte ordene la "suspensión" a efecto de que quede sin efecto el exhorto del Legislativo de que pida licencia o renuncie, el mandatario estatal señala que la petición es improcedente e inconstitucional, porque las únicas vías por los cuales "institucionalmente" se puede cesar a los representantes de los poderes de un estado de la República son: la desaparición de poderes, "ya agotada por el Senado", y el juicio político, que "eventualmente está en trámite ante la propia Cámara de Diputados".
Por lo demás, sostiene, el Congreso no tiene facultades para exhortar a un gobernador a abandonar el cargo.
Por otra parte, en la controversia constitucional detalla su versión del problema: el movimiento magisterial en Oaxaca "arrastra dos décadas de conflictos que han devaluado la calidad educativa en la entidad", al grado de posicionar a maestros y alumnos en los últimos lugares en educación.
Una demanda recurrente del magisterio oaxaqueño, añade, que involucra "definitiva y contundentemente a la Federación en la solución real del conflicto, es, sin duda, la rezonificación salarial, para obtener un incremento en sus ingresos".
En cambio, aseguara, "el Ejecutivo estatal ofreció diversas fórmulas conciliatorias con el propósito de solucionar el conflicto y coadyuvar con la Federación en el gasto que implicarían las erogaciones adicionales".
Después señala que, ante los ofrecimientos del gobierno del estado para resolver el problema, la dirigencia magisterial se tornó "incomprensible y radical", y después, "al movimiento magisterial, ya intolerante, se unieron diversas organizaciones sociales, que tradicionalmente tienen como causa única la desestabilización social".
Asegura que a dicho movimiento se sumaron el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y "grupos guerrilleros".
Además de reprochar al gobierno de Fox no haber atendido el problema salarial de los maestros a tiempo, Ruiz lo acusa de haber "tolerado" conductas ilícitas, y critica a la Secretaría de Gobernación por haber entablado negociaciones con los "grupos disidentes" sin la presencia de representantes del gobierno local.
"A una demanda que eventualmente podría ser legítima, la del magisterio, se sumaron disidentes del propio estado y del PRD, muchos de ellos reos de delitos del orden local y federal, en busca de recompensas de carácter político", sostiene la demanda en su "argumentación jurídica".