Usted está aquí: martes 24 de octubre de 2006 Cultura Las reinas de hoy deben comportarse como las demás mujeres: Craveri

La autora presenta hoy su libro Amantes y reinas...

Las reinas de hoy deben comportarse como las demás mujeres: Craveri

MONICA MATEOS-VEGA

Sería una catástrofe que los políticos que conforman los estados republicanos tuvieran nostalgia por el poder que se ejerció en las monarquías absolutas, "sería terrible para las instituciones democráticas", afirma Benedetta Craveri, autora de Amantes y reinas: el poder de las mujeres (FCE), libro que en Italia vendió sólo el año pasado 45 mil copias y ha causado interés en diversos países de América Latina.

La historiadora italiana presenta en este volumen la vida de algunas de las mujeres, reinas o amantes, que más influyeron en la monarquía francesa antes del estallido de la revolución en 1789: de Ana de Austria a María Antonieta, pasando por Gabrielle d'Estrées, Catalina de Médicis y Madame du Barry, entre otras.

Las vidas de estos personajes, agrega Craveri, "son historias maravillosas, más novelescas y románticas que cualquier novela, las cuales han sido ya abordadas por grandes escritores como Alejandro Dumas en Los tres mosqueteros. Son interesantes, los lectores se divierten cuando leen esas anécdotas que tienen un hilo conductor: las protagonistas son las reinas y las amantes, y los coprotagonistas los reyes.

"La cultura de masas ha transformado estas historias de princesas y reinas, estilo Lady Di y Carolina de Mónaco, en cuentos que permiten mecanismos de identificación, porque las reinas de hoy, tanto las conservadoras como las frívolas, tienen el problema de tener que comportarse, a pesar de sus privilegios, como las demás mujeres, algo que no sucedió en la monarquía francesa del antiguo régimen."

El poder tras el poder

El poder fue un elemento importante en los acontecimientos en torno a la vida de mujeres como Diana de Poitiers, María Manzini, la reina Margot o la marquesa de Pompadour, "pero el concepto de poder que tenemos hoy es muy diferente al que existía en la monarquía del antiguo régimen, una monarquía francesa según la cual el rey recibía sus poderes directamente de Dios, era el ungido del señor, una especie de sacerdote", añade la especialista.

Agrega que con esta concepción de la monarquía absolutista, "el poder político era exclusivo del rey, quien no tenía que dar cuenta de sus decisiones políticas a sus súbditos, ni tenía que rendir cuentas; él era el arcano del reino. La política era asunto exclusivo del rey.

"Pero las mujeres del rey, ya sea esposas o amantes, podían influir en algunas decisiones; estaban en el centro de la vida de la corte y tenían una relación privilegiada con el soberano. Por tal motivo, tras de ellas había grandes planes familiares, una gran clientela. La amante en turno tenía la necesidad de contribuir en la distribución de los favores para demostrar su importancia.

"Las amantes tenían la capacidad de conseguir prebendas para ciertas personas de la corte cuando las reinas no tenían ningún crédito, no sólo porque el rey escuchaba más a sus amantes, sino porque los mismos ministros eran más sensibles a las solicitudes de éstas que a las de las reinas, que no tenían ningún poder.

"Pero las reinas que no tenían poder lo consiguen cuando el rey muere siendo el hijo sucesor menor de edad; ellas asumen la regencia, y entonces tuvieron poder político y gobernaron a Francia, en nombre de los hijos, pero ejerciendo el poder.

"Luis XIV tuvo muchas amantes: dos de ellas fueron mujeres muy inteligentes y cultas, pero políticamente no contaron para nada porque el rey fue muy machista: lo primero que hizo cuando tomó el gobierno fue sacar a su madre del gabinete del consejo, aquella madre que le defendió como leona su reino.

"En cambio, Luis XV fue muy sensible a la personalidad de madame de Pompadour y le permitió ejercer las funciones de un primer ministro sombra, y eso fue un desastre, porque ella tenía muchas cualidades pero no entendía nada de política; al final ella desacreditó al rey.

"La reinas podían ejercer el poder legítimamente y la gente las respetaba; las amantes, si bien eran populares, tenían un poder oficioso, indirecto, nunca a la luz del sol."

El libro Amantes y reinas: el poder de las mujeres, de Benedetta Craveri, se presenta este martes en la librería Rosario Castellanos, Tamaulipas 202, esquina Benjamín Hill, colonia Condesa. La cita es a las 18:30 horas; participan Marta Lamas, Soledad Loaeza, Denise Dresser, Joaquin Diez-Canedo y la autora.

 
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